Espíritu Santo

Conociendo al Espíritu Santo

Amense Unos A Otros Como Yo Los He Amado Biblia Catolica?

Amense Unos A Otros Como Yo Los He Amado Biblia Catolica
Juan 15, 12-17. Pascua. Como les sucedió a los Apóstoles, el encuentro personal con Cristo, que nos llama amigos, es el inicio de una aventura extraordinaria. Del santo Evangelio según san Juan 15, 12-17 Este es el mandamiento mío: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. No les llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes les he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre se los he dado a conocer. No me han elegido ustedes a mí, sino que yo los he elegido a ustedes, y los he destinado para que vayan y den fruto, y que su fruto permanezca; de modo que todo lo que pidan al Padre en mi nombre se lo conceda. Lo que les mando es que se amen los unos a los otros. Oración introductoria Jesús, me acerco a ti en este día porque quiero poner en práctica tu mandamiento del amor. Señor, ayúdame a amar a todos mis hermanos, como Tú me lo has mandado. Te ofrezco esta meditación para que todos podamos vivir este mandamiento y dejar a un lado el odio, el rencor y la división. Dios mío, enséñame a amar a las personas hasta dar mi vida por ellas siguiendo tu ejemplo. Petición Señor, que experimente más profundamente el amor que me tienes, para que pueda amar mejor a mis hermanos. Meditación del Papa Francisco En el Cenáculo, Jesús resucitado, enviado por el Padre, comunicó su mismo Espíritu a los Apóstoles y con su fuerza los envió a renovar la faz de la tierra. Salir, marchar, no quiere decir olvidar. La Iglesia en salida guarda la memoria de lo que sucedió aquí; el Espíritu Paráclito le recuerda cada palabra, cada gesto, y le revela su sentido. El Cenáculo nos recuerda el servicio, el lavatorio de los pies, que Jesús realizó, como ejemplo para sus discípulos. Lavarse los pies los unos a los otros significa acogerse, aceptarse, amarse, servirse mutuamente. Quiere decir servir al pobre, al enfermo, al excluido, a aquel que me resulta antipático, al que me molesta. El Cenáculo nos recuerda, con la Eucaristía, el sacrificio. En cada celebración eucarística, Jesús se ofrece por nosotros al Padre, para que también nosotros podamos unirnos a Él, ofreciendo a Dios nuestra vida, nuestro trabajo, nuestras alegrías y nuestras penas, ofrecer todo en sacrificio espiritual. Y el Cenáculo nos recuerda también la amistad. ‘Ya no les llamo siervos –dijo Jesús a los Doce– a ustedes les llamo amigos’. El Señor nos hace sus amigos, nos confía la voluntad del Padre y se nos da Él mismo. Ésta es la experiencia más hermosa del cristiano, y especialmente del sacerdote: hacerse amigo del Señor Jesús, y descubrir en su corazón que Él es su amigo.» (Homilía de S.S. Francisco, 26 de mayo de 2014). Estas palabras, pronunciadas durante la Última Cena, resumen todo el mensaje de Jesús; es más, resumen todo lo que Él ha hecho: Jesús dio la vida por sus amigos. Amigos que no le habían entendido, que en el momento crucial le abandonaron, traicionaron y renegaron. Esto nos dice que Él nos ama, a pesar de no merecer su amor. Así nos ama Jesús. De esta manera, Jesús nos muestra el camino para seguirle, el camino del amor. Su mandamiento no es un simple precepto, que siempre es algo abstracto o ajeno a la vida. El mandamiento de Cristo es nuevo porque Él fue el primero en realizarlo, le dio carne, y así la ley del amor se escribe una vez y para siempre en el corazón del hombre. (Homilía de S.S. Francisco, 10 de mayo de 2015). Reflexión La vida diaria nos ofrece múltiples oportunidades para practicar el mandamiento del amor con nuestros hermanos. La esencia del cristianismo no consiste en el cumplimiento riguroso de unos mandamientos, sino que es el encuentro con una persona que se llama Jesucristo. La elección que Cristo nos ha hecho para ser sus amigos nos debe llevar a corresponder a este amor de predilección, con el amor a Él y a todas las personas. Vivamos cada día con mayor intensidad el mandamiento del amor, para que resplandezca en nosotros el amor que Cristo ha tenido primero con nosotros. Propósito Hacer un acto de caridad cristiana con un hermano necesitado. Diálogo con Cristo Jesús, inflama mi corazón con tu divino amor para que, lleno con el fuego de tu caridad, pueda amar mejor a mis hermanos. Sé que Tú puedes aumentar mi caridad para que me pueda configurar cada vez más a ti. ‘Ámense los unos a los otros’, ese es tu mandamiento. Ayúdame a vivirlo frente a mis hermanos, para que pueda poner mi granito de arena en la construcción de la civilización del amor. La caridad es el océano donde nacen y a donde van a parar todas las restantes virtudes. (Lacordaire) Preguntas o comentarios al autor Laureano López Suscríbase aquí para recibir el Evangelio meditado y otros servicios en su e-mail Conoce la Sección de Aprende a Orar Consulta la Biblia en Catholic.net

¿Qué significa Amaos los unos a los otros como yo os he amado?

Es decir algo nuevo que El viene a traer, que es el amor al prójimo por sobre todas las cosas, el amor a Dios sobre todo, y el amor a uno mismo.

¿Qué dice Juan 15 12 17?

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: ‘Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.

¿Qué dice Lucas 22 15?

Lucas 22

  • 1 Y estaba cerca el día de la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la,
  • 2 Y los sacerdotes y los escribas buscaban cómo matarle, porque tenían miedo del pueblo.
  • 3 Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el que era uno de los doce;
  • 4 y este fue y habló con los principales sacerdotes y con los oficiales de cómo se lo,
  • 5 Ellos se alegraron y convinieron en darle,
  • 6 Y prometió y buscaba oportunidad para entregárselo a ellos a escondidas del pueblo.
  • 7 Y llegó el, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la,
  • 8 Entonces Jesús a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la Pascua para que la comamos.
  • 9 Y ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que la preparemos?
  • 10 Y él les dijo: He aquí, cuando entréis en la ciudad, os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde entre
  • 11 y decid al padre de familia de esa casa: El Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la Pascua con mis discípulos?
  1. 12 Entonces él os mostrará un gran aposento alto, ya dispuesto; preparadla allí.
  2. 13 Fueron, pues, y hallaron como les había dicho; y prepararon la Pascua.
  3. 14 Y cuando llegó la hora, se sentó a la mesa, y con él los doce apóstoles.
  4. 15 Y les dijo: En gran manera he deseado con vosotros esta Pascua antes que yo padezca,
  5. 16 porque os digo que no comeré más de ella que se cumpla en el reino de Dios.
  6. 17 Y tomando la copa, después de haber dado gracias, dijo: Tomad esto y repartidlo entre vosotros,
  7. 18 porque os digo que beberé más del fruto de la vid hasta que el reino de Dios venga.
  8. 19 Entonces tomó el, y habiendo dado gracias, lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi, que por vosotros es dado; haced esto en de mí.
  9. 20 Asimismo, tomó también la, después que hubo cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo en mi sangre, que por vosotros se derrama.
  10. 21 Mas, he aquí la mano del que me entrega está conmigo en la mesa.
  11. 22 Y a la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está ; pero, ¡ay de aquel hombre por quien es !
  12. 23 Ellos entonces comenzaron a preguntarse entre sí cuál de ellos sería el que haría esto.
  13. 24 Y hubo también entre ellos una sobre quién de ellos sería el mayor.
  14. 25 Entonces él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen potestad son llamados bienhechores.
  15. 26 Pero entre vosotros no será así, sino que el mayor entre vosotros sea como el menor, y el que dirige, como el que,
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27 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Sin embargo, yo estoy entre vosotros como el que sirve.

  • 28 Y vosotros sois los que habéis conmigo en mis,
  • 29 Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí,
  • 30 para que y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos para a las doce tribus de Israel.
  • 31 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí os ha pedido para zarandearos como a trigo;
  • 32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez, a tus hermanos.
  • 33 Y él le dijo: Señor, estoy a ir contigo aun a la cárcel y a la muerte.
  • 34 Y él dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.

35 Y les dijo: Cuando os envié sin, y sin alforja y sin sandalias, ¿os faltó algo? Y ellos dijeron: Nada.36 Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una.37 Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y con los fue contado, porque lo que está escrito de mí tiene cumplimiento.38 Entonces ellos dijeron: Señor, he aquí dos espadas.

  1. 39 Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron.
  2. 40 Y cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad para que no entréis en,
  3. 41 Y él se apartó de ellos a una distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,
  4. 42 diciendo: Padre, si quieres, de mí esta copa; pero no se haga mi, sino la tuya.
  5. 43 Entonces se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.
  6. 44 Y estando en, oraba más intensamente; era su sudor como grandes gotas de que caían a tierra.
  7. 45 Y cuando se levantó de la oración y fue a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza;

46 y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos y orad para que no entréis en tentación.

  • 47 Mientras él aún hablaba, he aquí llegó una turba; y el que se llamaba, uno de los doce, iba delante de ellos y se acercó a Jesús para besarlo.
  • 48 Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso al Hijo del Hombre?
  • 49 Y al ver los que estaban con él lo que iba a suceder, le dijeron: Señor, ¿heriremos a espada?
  • 50 Y uno de ellos hirió a un siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha.

51 Entonces, respondiendo Jesús, dijo: Dejad, basta ya. Y tocando su oreja, le,52 Y Jesús dijo a los que habían venido a él, los principales sacerdotes, y los oficiales del templo y los ancianos: ¿Así como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos? 53 Habiendo estado con vosotros cada día en el templo, no extendisteis las manos contra mí; mas esta es vuestra hora y la de la potestad de las,54 Y apresándole, le llevaron y le condujeron a casa del sumo sacerdote.

  1. 55 Y habiendo encendido fuego en medio del patio, y sentándose todos alrededor, se sentó también Pedro entre ellos.
  2. 56 Y cuando una criada le vio que estaba sentado al fuego, se fijó en él y dijo: Este estaba con él.
  3. 57 Entonces él lo negó, diciendo: Mujer, no le conozco.

58 Y un poco después, viéndole otro, dijo: Tú también eres de ellos. Y Pedro dijo: Hombre, no lo soy.59 Y como una hora después, otro afirmaba, diciendo: Verdaderamente también este estaba con él, porque es galileo.60 Y Pedro dijo: Hombre, no sé lo que dices. Y enseguida, mientras él aún hablaba, el gallo cantó.

  • 61 Entonces, se volvió el Señor y miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra que el Señor le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces.
  • 62 Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.
  • 63 Y los hombres que vigilaban a Jesús se burlaban de él y le golpeaban;
  • 64 y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién es el que te golpeó?
  • 65 Y decían otras muchas cosas,,
  • 66 Y cuando fue de día, se juntaron los, y los principales sacerdotes y los escribas, y lo llevaron ante el concilio, diciendo:

67 ¿Eres tú el Cristo?, dínos lo. Y les dijo: Si os lo digo, no ; 68 y también, si os pregunto, no me responderéis ni me soltaréis.69 Mas de ahora en adelante el se sentará a la diestra del poder de Dios.70 Y dijeron todos: Entonces, ¿eres tú el Hijo de Dios? Y él les dijo: Vosotros decís que lo soy.71 Entonces ellos dijeron: ¿Qué más testimonio necesitamos?, porque nosotros mismos lo hemos oído de su boca.

¿Qué dice Mateo 23 11?

Mateo 23

  • 1 Entonces habló Jesús a la multitud y a sus discípulos,
  • 2 diciendo: Sobre la de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos.
  • 3 Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardad lo y haced lo; pero no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, pero no hacen.
  • 4 Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.
  • 5 Antes bien, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres; pues ensanchan sus y extienden los de sus mantos;
  • 6 y anhelan los asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas,
  • 7 y las salutaciones en las plazas y el ser llamados por los hombres: Rabí,,
  • 8 Pero vosotros no queráis ser llamados Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos.
  • 9 no llaméis a nadie en la tierra vuestro padre, porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.
  • 10 Ni seáis llamados maestros, porque uno es vuestro Maestro,,
  • 11 El que es el entre vosotros será vuestro,
  • 12 Porque el que enaltece será humillado, y el que humilla será enaltecido.

13 Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, !, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni vosotros entráis ni dejáis entrar a los que están entrando.14 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las viudas y, como pretexto, hacéis larga oración; por esto recibiréis mayor,15 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito; y cuando lo conseguís, le hacéis dos veces más hijo del infierno,16 ¡Ay de vosotros, guías ciegos!, que decís: Cualquiera que jure por el templo, no significa nada; pero cualquiera que jure por el oro del templo, queda obligado.17 ¡Insensatos y ciegos! Porque, ¿cuál es mayor, el oro o el templo que santifica al oro? 18 También decís: Cualquiera que jure por el altar, no significa nada; pero cualquiera que jure por la ofrenda que está sobre él, queda obligado.19 ¡Necios y ciegos! Porque, ¿cuál es mayor, la ofrenda o el altar que santifica la ofrenda?

  1. 20 Pues el que jura por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él;
  2. 21 y el que jura por el templo, jura por él y por Aquel que habita en él;
  3. 22 y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Aquel que está sentado sobre él.
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23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque la menta, y el eneldo y el comino, y habéis dejado lo más importante de la ley: la justicia, y la misericordia y la fe; esto era menester hacer, sin dejar de hacer lo otro.24 ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, pero tragáis el ! 25 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpiáis lo que está fuera del vaso y del plato; pero por dentro estáis llenos de y de,26 ¡Fariseo ciego, primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera quede limpio! 27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.

  • 28 Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis a los hombres, pero por dentro estáis llenos de e iniquidad.
  • 29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos,
  • 30 y decís: Si hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no habríamos sido sus cómplices en la sangre de los profetas.
  • 31 Así dais testimonio contra vosotros mismos de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas.
  • 32 ¡También vosotros, llenad la medida de vuestros !

33 ¡Serpientes, de víboras! ¿Cómo escaparéis del juicio del infierno?

  1. 34 Por tanto, he aquí, yo os envío, y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas y perseguiréis de ciudad en ciudad;
  2. 35 para que venga sobre vosotros toda la justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel, el justo, hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, al que matasteis entre el templo y el altar.
  3. 36 De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta,

37 ¡, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que son enviados a ti! ¡Cuántas veces quise a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y ! 38 He aquí, vuestra casa os es dejada,39 os digo que desde ahora en adelante no me veréis más, hasta que digáis: ¡ el que viene en el nombre del Señor!

¿Qué significa amémonos unos a otros?

Presentación por el maestro – Explique que antes de que Jesucristo viviera en la tierra, la gente vivía por la regla de ‘ojo por ojo’. Esto significa que si la gente era mala o poco amigable con ustedes, ustedes podían ser malos o poco amigables con ellos. Dígales que cuando Jesús vino a la tierra, Él enseñó una manera diferente de vivir.

¿Por qué debemos amarnos los unos a los otros?

1 Juan 4:7-20 Queridos hermanos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Dios mostró su | Biblia Dios Habla Hoy (DHH94PC) | Descargue La Biblia App ahora Queridos hermanos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios.

Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.

Queridos hermanos, si Dios nos ha amado así, nosotros también debemos amarnos unos a otros. A Dios nunca lo ha visto nadie; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros. La prueba de que nosotros vivimos en Dios y de que él vive en nosotros, es que nos ha dado su Espíritu.

  • Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo.
  • Cualquiera que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en Dios y Dios en él.
  • Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama.
  • Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él.
  • De esta manera se hace realidad el amor en nosotros, para que en el día del juicio tengamos confianza; porque nosotros somos en este mundo tal como es Jesucristo.

Donde hay amor no hay miedo. Al contrario, el amor perfecto echa fuera el miedo, pues el miedo supone el castigo. Por eso, si alguien tiene miedo, es que no ha llegado a amar perfectamente. Nosotros amamos porque él nos amó primero. Si alguno dice: «Yo amo a Dios», y al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso.

  • Pues si uno no ama a su hermano, a quien ve, tampoco puede amar a Dios, a quien no ve.
  • DHH94PC: Biblia Dios Habla Hoy Compartir : 1 Juan 4:7-20 Queridos hermanos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios.
  • Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios.
  • El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.

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¿Cómo deben amarse unos a otros?

Durante la Última Cena, el Salvador le dio un nuevo mandamiento a Sus discípulos, dijo: ‘Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis los unos a los otros. ‘En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros’ 1,

¿Qué dice Mateo 7 1?

Mateo 7

  • 1 juzguéis, para que no seáis,
  • 2 Porque con el con que juzgáis seréis juzgados, y con la con que medís, se os volverá a,
  • 3, ¿por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la que está en tu propio ojo?
  • 4 O, ¿cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en tu propio ojo?
  • 5 Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
  • 6 deis lo a los perros ni echéis vuestras delante de los cerdos, no sea que las pisoteen y se vuelvan y os despedacen.
  1. 7, y se os dará;, y hallaréis;, y se os abrirá.
  2. 8 Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
  3. 9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
  4. 10 ¿Y si le pide un pez, le dará una serpiente?
  5. 11 Pues si vosotros,, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le piden?
  6. 12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres con vosotros, así también vosotros con ellos, porque esta es la y los profetas.
  7. 13 Entrad por la puerta, porque ancha es la puerta y el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella.
  8. 14 Porque es la puerta y el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
  9. 15 Y guardaos de los, que vienen a vosotros de ovejas, pero por dentro son rapaces.
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16 Por sus los, ¿Se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos?

  • 17 Así, todo buen árbol da, mas el malo da frutos.
  • 18 No puede el árbol bueno dar malos frutos, ni el árbol malo dar buenos frutos.
  • 19 Todo árbol que no da buen cortado y echado en el fuego.
  • 20 Así que, por sus frutos los conoceréis.
  • 21 No todo el que dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que la voluntad de mi Padre que está en los,
  • 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios y en tu nombre hicimos muchos milagros?
  • 23 entonces les declararé: os conocí; de mí, hacedores de,
  • 24 A cualquiera, pues, que me estas palabras y las hace, compararé a un prudente que edificó su casa sobre la,
  • 25 Y descendió la lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos y aquella casa; pero no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
  • 26 Y a cualquiera que me oye palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena.
  • 27 Y descendió la lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos y dieron con ímpetu contra aquella ; y, y fue grande su ruina.
  • 28 Y aconteció que cuando Jesús terminó se admiraba de su,
  • 29 porque les enseñaba como quien tiene, y no como los,

¿Qué dice Filipenses 4 10?

1 Así que, hermanos míos, amados y añorados, gozo y corona mía, a permaneced así firmes en el Señor, amados.2 A Evodia ruego, y a Síntique exhorto, que sean de un mismo sentir en el Señor.3 Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a las que trabajaron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también, y a los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el a libro de la vida,4 Regocijaos en el Señor siempre.

Otra vez os digo: ¡Regocijaos! 5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.6 Por nada a estéis afanosos; sino sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios en toda b oración y ruego, con acción de c gracias,7 Y la a paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es a verdadero, todo lo b honesto, todo lo c justo, todo lo d puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay e virtud alguna, si hay algo digno de alabanza, f en esto pensad.9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.10 Mas en gran manera me regocijé en el Señor de que ya al fin haya reflorecido vuestro cuidado de mí; de lo cual aún estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad.11 No lo digo porque me encuentre en la indigencia, pues he aprendido a a contentarme con lo que tengo.12 Sé vivir a humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, tanto para estar saciado como para tener hambre, tanto para tener abundancia como para padecer necesidad.13 Todo lo puedo en a Cristo que me b fortalece,14 Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación.15 Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino solo vosotros.16 Porque aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.17 No es que busque dádivas, sino que busco a fruto que abunde en vuestra cuenta.18 Pero todo lo he recibido, y tengo a abundancia ; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis, olor grato, sacrificio acepto, agradable a Dios.19 Mi Dios, pues, os proveerá de todo a lo que os falta conforme a sus b riquezas en gloria en Cristo Jesús.20 Al Dios, pues, y Padre nuestro, sea la gloria por los siglos de los siglos.

Amén.21 Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo os saludan.22 Todos los santos os saludan, y mayormente los que son de la casa de César.23 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén. Escrita desde Roma por Epafrodito.

¿Qué dice Mateo 5 43?

AMOR AL ENEMIGO (Mt.5, 43-48) Qué difícil es responder con bien a un mal, pareciera cosa de tontos o ingenuos, pero este fragmento del evangelio nos habla de la sexta antítesis del Sermón de la montaña donde Jesús dice: ‘Han oído decir: ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.

  • Yo en cambio les digo: amen a sus enemigos’.
  • ¿Amar al enemigo parece ser algo irrealizable o una utopía para soñadores? Vista la frase a los ojos del mundo es algo inalcanzable, algo que sólo los ángeles pudieran realizar, o para tontos, y nosotros decimos no ser ninguna de las dos cosas.
  • Jesús rompe con las tradiciones rabínicas una vez más, y cambia el concepto de prójimo a toda persona sin distinción, aumenta el perdón hasta setenta veces siete, pero en esta ocasión va todavía más allá, pues iguala el amor al prójimo con el amor a Dios; y no conforme con eso, lo amplía al enemigo, rompe con la división que hasta entonces se tenía, amigos-enemigos, la declara inviable y anticuada; pues para el que ama como Cristo, no hay más que hermanos, pues somos hijos todos del mismo Padre, Dios.

De esta manera Cristo define la justicia del reino : ‘por tanto, ser perfectos como su Padre celestial, es perfecto’, la santidad basada en la absoluta fidelidad a Dios, ‘amar hasta que duela’, como lo diría Santa Teresa de Calcuta, ¿qué sacrificio implica amar a quienes nos aman? Cuántas veces hemos escuchado o incluso hemos pronunciado la frase: ‘perdono, pero no olvido’.

En el fondo esta frase esconde dolor y odio, resentimientos que no permiten que realmente podamos sanar desde dentro y tener paz en el corazón; y a final de cuentas, somos nosotros mismos los que nos hacemos daño. Perdonar sí, pero llegar a amar al enemigo hace falta madera de santo o temple de héroe, y cuánto cuesta llegar a ese nivel, pero pensemos que Jesús no nos manda lo irrealizable, aunque claro está que demanda un gran esfuerzo, sobre todo de doblegar nuestro ego y nuestro orgullo.

Hoy tenemos un reto: mostrar que la perfección consiste en amar como Dios nos ama. No hay distinciones posibles en la disposición de amar; no amo desde mis planteamientos, sino que amar se funda en el mismo amor de Dios, si nos dejamos amar primero por Él, Dios se encarga de ir abriendo camino desde su amor que es perfecto y el único modelo válido, otros modelos, sólo son imitaciones y acaban por terminar.

Dios Padre bondadoso, que das tu sol a buenos y malos, haznos semejantes a ti para que reflejemos tu amor a todos. Nos cuesta mucho hacer el bien a quien nos quiere mal, perdona a quien nos ofende y haznos olvidar agravios pasados. Fecunda con tu palabra y tu gracia nuestro corazón, para que se manifieste tu reino en nuestro mundo.

Amén. : AMOR AL ENEMIGO (Mt.5, 43-48)

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