El dilema de hablar o callar – Opinión – Noticias, última hora, vídeos y fotos de Opinión A veces me ha ocurrido, después de hacer algo, el pensar: ‘no debería haber dicho esto’. Y también al contrario: ‘tendría que haber dicho tal cosa’. No nos engañemos, la cuestión de cuando hablar y cuando callar puede resultar complicado y difícil en muchas ocasiones.
La Biblia nos da muchos consejos tanto para hablar como para callar. En Proverbios 17, 28 dice: ‘Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido’. Pero también dice en los versículos 15, 23: ‘Y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!’. Saber hablar a tiempo, en el momento oportuno, puede ser de gran ayuda y hacer mucho bien a la persona que lo recibe.
Pero saber callar cuando la otra persona no está preparada para recibir un consejo o un reproche, es sabiduría que no tiene precio. Por eso el apóstol Santiago nos dice que: ‘todo hombre sea pronto para oír y tardo para hablar’. Así pues, humildemente les propongo unos criterios de actuación para que pongan en práctica el hábil instrumento de la comunicación a través de la palabra, pero sobre todo por medio del silencio que habla.
Por ejemplo, callar cuando acusan es heroísmo, pues los acusadores no buscan la verdad, sino derribarte de ella; callar cuando insulta es amor, y que se lo pregunten a las madres que sufren los reproches de sus hijos adolescentes; callar las propias penas es sacrificio, pero se hace por amor; callar de sí mismo es humildad, y es la mejor forma de aprender y crecer en sabiduría; callar las miserias humanas es caridad, ya que ‘el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra’; callar a tiempo es prudencia; callar en el dolor es penitencia; callar palabras inútiles es virtud; callar cuando hieren es nobleza, puesto que no consiguen rebajarnos de nuestra dignidad; callar defectos ajenos es benevolencia, los demás son críticas que desvían la atención de los defectos propios.
Sin embargo, callar debiendo hablar es cobardía, pues fue el silencio de los seguidores de Cristo el que también lo condenó a muerte. Aprende primero a callar, para poder luego hablar con acierto. ‘Porque si hablar es plata, callar es oro’, dice el refrán.
- Tanto las palabras como los silencios, están relacionados con nuestros pensamientos, pero más profundamente con nuestro corazón.
- Dice la Biblia en Proverbios 23,7: ‘Porque según sea tu pensamiento en tu corazón, así eres’ o dicho en otras palabras: somos lo que pensamos.
- Así lo ratificaría el mismo Cristo, según lo recoge el evangelista san Mateo en los versículos 15,19: ‘Porque del corazón salen los malos pensamientos’.
Y los buenos también. Equilibrio maravilloso y no ciertamente fácil entre hablar y callar. Que tanto puede uno pecar por defecto como por exceso. Pero podría ser una norma prudente callar, por lo general, cuando los demás quieren hablar y hablar cuando los otros desean escuchar.
¿Como debe ser nuestro hablar?
2. Consejos para hablar mejor – Es fundamental saber expresarnos, exponer y expresar las ideas con claridad, siguiendo un orden para que puedan entendernos con facilidad. Saber qué decir y qué no debemos decir según la persona con quien estemos. No es igual conversar con un gran amigo que con una persona que acabamos de conocer.
Es conveniente poseer un amplio vocabulario y saber usarlo con fluidez y precisión. Ahora bien, además de las palabras, en toda conversación la comunicación no verbal adquiere gran importancia. Los gestos, la postura, la expresión facial (sonrisa, expresión de tristeza, enfado, etc.) son un gran complemento de las palabra y facilitan la comprensión del mensaje.
Procurar que el tema interese a las personas que nos escuchan y no solamente a nosotros. Tratar de temas que interesen a todos los presentes y hablar sobre ellos de forma atractiva y con sentido del humor, El humor es garantía de éxito en cualquier reunión.
La conversación será más interesante si hacemos que participen los demás, para ello podemos hacer preguntas abiertas con la intención de que todos participen en la conversación, ya que las preguntas exigen respuestas, es una buena forma para conversar. Debemos dejar hablar a los demás y escucharles con interés, más allá de sus palabras, tratando de entender cómo se sienten y qué pretenden comunicarnos.
Si en algo no estamos de acuerdo, es importante expresarlo con corrección. No coincidir con la opinión o las ideas de otra persona no está reñido en absoluto con no saber conversar. Interesarnos por los demás y por lo que nos están contando, De esta forma, mejoraremos la comunicación con quienes nos rodean y aprenderemos a aceptar las críticas y los puntos de vista diferentes de una manera natural.
¿Donde dice en la Biblia refrena tu lengua?
Salmos 34:13 NTV ¡Entonces refrena tu lengua de hablar el mal y tus labios de decir mentiras!
¿Qué dice la Biblia de hablar mal de los demás?
Santiago 4:11-17 DHH94PC. Hermanos, no hablen mal unos de otros. El que habla mal de su hermano, o lo juzga, habla mal de la ley y la juzga. Y si juzgas a la ley, te haces juez de ella en vez de obedecerla.
¿Cómo se puede refrenar la lengua?
Poner un límite a la intensidad o a la fuerza de algo de algo No aprendes que deberías refrenar tu lengua.
¿Qué dice Proverbios de la lengua?
70 Versículos de la Biblia acerca de Hablar « »
En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto. El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca. Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan. El que refrena su lengua protege su vida, pero el ligero de labios provoca su ruina. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición. La lengua que brinda alivio es árbol de vida; la lengua insidiosa deprime el espíritu. Hasta un necio pasa por sabio si guarda silencio; se le considera prudente si cierra la boca. Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado. Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse. El que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua. ¡Levanta la voz por los que no tienen voz! ¡Defiende los derechos de los desposeídos! Es muy grato dar la respuesta adecuada, y más grato aún cuando es oportuna. La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego. Queridos hijos, no amemos de palabra ni de labios para afuera, sino con hechos y de verdad. Todos fallamos mucho. Si alguien nunca falla en lo que dice, es una persona perfecta, capaz también de controlar todo su cuerpo. La gente chismosa revela los secretos; la gente confiable es discreta. Las palabras del sabio son placenteras, pero los labios del necio son su ruina. Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano. Mi boca rebosa de alabanzas a tu nombre, y todo el día proclama tu grandeza. De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. Así que todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad se dará a conocer a plena luz, y lo que han susurrado a puerta cerrada se proclamará desde las azoteas. Que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Cuando falta el consejo, fracasan los planes; cuando abunda el consejo, prosperan. Y al orar, no hablen solo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras.
Compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo, aprovechando al máximo cada momento oportuno. Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno. : 70 Versículos de la Biblia acerca de Hablar
¿Qué dice en Romanos 14 19?
Romanos 14
- 1 Recibid al en la fe, pero no para sobre opiniones.
- 2 Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come solo legumbres.
- 3 El que come, no menosprecie al que no come; y el que no come, no al que come, porque Dios le ha aceptado.
4 Tú, ¿quién eres, que juzgas al siervo ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero se afirmará, porque poderoso es el Señor para afirmarle.5 Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su opinión.6 El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, no lo hace para el Señor.
- 11 Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí doblará toda rodilla, y toda lengua a Dios.
- 12 De manera que, cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí mismo.
- 13 Así que, no nos juzguemos más los unos a los otros; antes bien, decidid no poner ni obstáculo al hermano.
- 14 Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que de por sí nada hay ; pero para el que piensa que alguna cosa es inmunda, para él es inmunda.
15 Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya andas conforme a caridad. No destruyas a aquel por quien Cristo murió.
- 16 No dejéis que se hable mal de vuestro bien,
- 17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, y paz y gozo en el Espíritu Santo.
- 18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres.
- 19 Así que, sigamos lo que conduce a la, y a la edificación de los unos a los otros.
20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre coma algo que haga tropezar a otro.21 Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda o se debilite.22 ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios.
¿Quién guarda su lengua guarda su alma?
1 Como los ríos de agua, así está el corazón del rey en la mano de Jehová; a todo lo que quiere lo inclina.2 Todo camino del hombre es recto ante sus propios ojos, pero Jehová pesa los a corazones,3 Hacer justicia y juicio es para Jehová más agradable que el a sacrificio,4 La altivez de ojos, y el orgullo del corazón y el a barbecho de los malvados son pecado.5 Los pensamientos del diligente ciertamente van a la abundancia, pero todo el que se apresura, indefectiblemente va a la pobreza.6 Acumular tesoros con lengua mentirosa es vanidad fugaz de los que buscan la muerte.7 La rapiña de los malvados los destruirá, por cuanto no quisieron hacer juicio.8 El camino del a hombre perverso es torcido y extraño; mas la conducta del puro es recta.9 Mejor es vivir en un rincón del terrado que con mujer rencillosa en casa espaciosa.10 El alma del malvado desea el mal; su prójimo no halla favor ante sus ojos.11 Cuando el escarnecedor es castigado, el ingenuo se hace sabio; y cuando se instruye al sabio, este adquiere conocimiento.12 Considera el justo la casa del a malvado, cómo los malvados son trastornados por el mal.13 El que cierra su oído al clamor del a pobre también clamará y no será oído.14 El regalo en secreto calma el furor; y el soborno en el seno, la fuerte ira.15 Alegría es al justo hacer juicio, pero destrucción a los que hacen iniquidad.16 El hombre que a se aparta del camino del entendimiento irá a parar en la congregación de los muertos.17 Hombre pobre será el que ama el deleite, y el que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá.18 El rescate por el justo será el malvado, y por los rectos, el transgresor.19 Mejor es morar en tierra desierta que con mujer rencillosa e iracunda.20 Tesoro deseable y aceite hay en la casa del sabio, pero el hombre insensato todo lo disipa.21 El que sigue la justicia y la misericordia hallará la a vida, la justicia y la honra.22 La ciudad de los poderosos tomó el sabio y derribó la fuerza en que ella a confiaba,23 El que guarda su a boca y su lengua, su alma guarda de angustias.24 Soberbio y presuntuoso escarnecedor es el nombre del que actúa con insolente orgullo.25 El deseo del a perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar.26 El codicioso a codicia todo el día, pero el justo b da y no retiene.27 El sacrificio de los malvados es abominación, ¡cuánto más ofreciéndolo con maldad! 28 El testigo falso perecerá, pero el habla del hombre que oye permanecerá.29 El hombre malvado endurece su rostro, pero el recto asegura sus caminos.30 No hay sabiduría, ni entendimiento ni consejo contra Jehová.31 El caballo se prepara para el día de la batalla, pero de Jehová es la victoria.
¿Qué dice Isaías 50 4?
Capítulo 50 Isaías habla en lenguaje mesiánico — El Mesías tendrá lengua de sabios — Entregará Su espalda a los heridores — No será confundido — Compárese con 2 Nefi 7,1 a Así ha dicho Jehová: ¿Dónde está la b carta de divorcio de vuestra madre, con la cual yo la he repudiado? ¿O quiénes son mis acreedores, a quienes yo os he vendido? He aquí que por vuestras c iniquidades habéis sido vendidos, y por vuestras transgresiones ha sido repudiada vuestra madre.2 ¿Por qué cuando vine no apareció nadie y cuando llamé nadie respondió? ¿Acaso se ha acortado mi a mano para no redimir? ¿No hay en mí b poder para librar? He aquí que con mi reprensión hago secar el mar; convierto los ríos en desierto; sus peces hieden y mueren de sed por falta de agua.3 Visto de oscuridad los cielos y a hago como cilicio su cobertura.4 Jehová el Señor me a dio lengua de sabios, para saber hablar b palabra oportuna al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios.5 Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui a rebelde ni me volví atrás.6 a Entregué mi espalda a los heridores y mis mejillas a los que me arrancaban la barba; no escondí mi rostro de injurias ni de esputos.7 Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no seré confundido; por eso pondré mi rostro como pedernal, y sé que no seré avergonzado.8 Cerca de mí está el que me a justifica ; ¿quién contenderá conmigo? Presentémonos juntos.
¿Quién es el adversario de mi causa? Acérquese a mí.9 He aquí que Jehová el Señor me ayudará; ¿quién hay que me condene? He aquí que todos ellos, como ropa de vestir, se envejecerán; los comerá la polilla.10 ¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová y a escucha la b voz de su siervo? El que anda en c tinieblas y carece de d luz e confíe en el nombre de Jehová y apóyese en su Dios.11 He aquí, todos vosotros que encendéis fuego y que os rodeáis de chispas, andad a la a luz de vuestro fuego y de las chispas que encendisteis.
De mi mano os vendrá esto: b en dolor seréis sepultados.
¿Cómo se le dice a la forma de hablar de una persona?
El idiolecto (del griego: idios – propio– + leksis –lenguaje–) es la forma de hablar característica de cada persona (cuando la expresión es por escrito, se denomina estilo).
¿Cuál es la importancia de hablar bien?
Función adaptativa: El lenguaje verbal o habla permite al individuo adaptarse adecuada y competentemente al medio social. Esto es, facilita el ajuste y la autorrealización de la persona, lo cual se traduce psicológicamente en bie-nestar o malestar.