Como Esta Organizada La Biblia?
Felipe Aguirre
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La Biblia esta organizada estructuralmente en dos divisiones que son Antiguo Testamento y Nuevo testamento, dentro de los cuales hay 66 subdivisiones correspondiente a las dos Divisiones. En esta 66 subdivisiones van estar Constituida por 39 libros del Antiguo Testamento y 27 libros del Nuevo Testamentos. Estructura Organizacional de la Biblia
¿Cómo se dividen los textos en los libros de la Biblia?
Historia – LOS LIBROS DE LA BIBLIA.1ª PARTE, por Miguel Ángel Fernández (175)
HISTORIA VIVA Los libros de la Biblia (1) por Miguel Ángel Fernández
INTRODUCCIÓN La Biblia consta de 73 libros, 46 en el Antiguo Testamento y 23 en el nuevo Testamento. El Antiguo Testamento está dividido en Pentateuco (5 libros), Históricos (16 libros), Poéticos y Sapienciales (7 libros), Profetas mayores (6 libros) y Profetas menores (12 libros).
El Nuevo Testamento se divide en Evangelios (4 libros), Cartas de San Pablo (13 libros) y Cartas Católicas (6 libros). Dada la larga duración de este tema, divido este artículo en tres partes que iré publicando en estos tres próximos meses. Las dos primeras partes las dedicaré al Antiguo Testamento, y la tercera al Nuevo Testamento.
¿Cómo Está Organizada La Biblia?, Escrito Para el Alma ✍???? – Tele VID
En la primera parte, hablaré de los libros del Pentateuco y a los libros proféticos. En la Segunda Parte trataré de los libros escritos y de los libros deuterocanónicos y finalmente en la tercera parte narraré el Nuevo Testamento.
INTRODUCCIÓN A LA BIBLIA INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO PENTATEUCO GÉNESIS ÉXODO LEVÍTICO NÚMEROS DEUTERONOMIO LIBROS PROFÉTICOS JOSUÉ JUECES LIBROS DE SAMUEL LIBROS DE LOS REYES ISAÍAS JEREMÍAS EZEQUIEL OSEAS JOEL AMÓS ABDÍAS JONÁS MIQUEAS NAHÚM HABACUC SOFONÍAS HAGEO ZACARÍAS MALAQUÍAS
Biblia en griego significa ‘los libros’ y se usa desde hace siglos para designar la colección de escritos que forman el Antiguo y Nuevo Testamento. Es una auténtica biblioteca surgida en el curso de doce siglos como expresión del pueblo de Israel (Antiguo Testamento) y de la Iglesia Cristiana (Nuevo Testamento).
Los cristianos consideran inspirados por Dios los libros que forman la Biblia y la denominan ‘Sagrada Escritura’. Según la Biblia Israel comienza a existir como pueblo cuando es liberado de la esclavitud de los egipcios. Una vez liberados, los israelitas llegan a Canaán. Consideran que Dios ha intervenido en ello y le consideran como único Dios y Señor.
Este reconocimiento es conocido como la alianza. Desde entonces se esfuerzan por vivir la ley que han recibido del Señor por medio de mandamientos, oponiéndose a los dioses falsos y estableciendo la justicia en defensa de los más débiles. Los cristianos afirman que dentro del pueblo de Israel el futuro y la esperanza toman cuerpo en Jesús de Nazaret.
Jesús es el hijo que muestra quien es el padre. Los libros que forman el Antiguo Testamento son leídos de manera diversa y los cristianos encuentran el anuncio profético en la persona de Jesús. Los libros que forman el Nuevo Testamento reflejan la fe de la Iglesia al comienzo del cristianismo. Los escritos que forman la Biblia se gestan de manera muy diferente en el primer milenio antes de Cristo (Antiguo Testamento) y los cien años que siguen a la muerte de Jesús (Nuevo Testamento).
La diversidad de géneros y estilos literarios y las diferencias culturales entre un libro y otro esconden una sola intención: La Biblia quiere explicar con palabras humanas que Dios se comunica con la humanidad y la quiere salvar. El lector de la Biblia se encuentra con textos escritos hace muchos años por autores con una mentalidad muy distinta de la actual, pero encuentra al sentido del universo donde habitamos, a la vida y a la muerte, a la felicidad y a la desgracia, a la esperanza y al dolor.
Pero sobre todo enseñan a hacer el camino. Los libros del Antiguo Testamento se desarrollan en un escenario muy concreto, el creciente fértil, constituido por el curso inferior y medio de los ríos Tigris y Éufrates, las cuencas fluviales del Orontes, Litanio y Jordán y la parte inferior de las tierras regadas por el Nilo.
Se trata de un territorio delimitado por desiertos al Este y al Sur. Israel se constituye como pueblo en el siglo XIII antes de Cristo, cuando huyen de Egipto conducidos por Moisés. Se constituyen diversas tribus que se distribuyen por todo lo que hoy forman Israel, Líbano, Cisjordania, parte de Siria, parte de Jordania.
La monarquía se instaura en el siglo XI antes de Cristo. En el siglo X antes de Cristo escogen rey a David, que es sucedido por Salomón, su hijo. A su muerte el reino queda dividido. El norte escoge a Jeroboan y el sur a Roboam, hijo de Salomón. El norte va cambiando de dinastía Israel cae en mano de los asirios en el 772 antes de Cristo y una parte de la población es deportada.
Los asirios implantan otros pueblos en el territorio e Israel pierde su identidad cultural y religiosa. La formación de los libros del Antiguo Testamento está vinculada a la historia de Israel, con toda seguridad en los tiempos de David y Salomón, ya que hasta entonces la historia del pueblo de Israel se trasmitía de manera oral.
Surgen movimientos proféticos que dan lugar a diversos libros del Antiguo Testamento. También hay textos del exilio del pueblo de Israel a Babilonia. El final de la época persa y el nacimiento de la época helenística da lugar al nacimiento de nuevos libros. El dominio griego no representa ninguna rotura respecto a sus tradiciones.
El Antiguo Testamento se enriquece a lo largo de los siglos con la meditación sobre nuevos acontecimientos históricos. Los cristianos lo interpretan refiriéndose al Mesías y a su venida, y los judíos como la ley que tenían que cumplir todos los adoradores del Dios verdadero.
- Lo componen los cinco primeros libros de la Biblia, que significa obra en cinco volúmenes.
- Los judíos lo denominan Torá, que significa ley.
- Su contenido es rico y complejo.
- Mezcla normas y mandamientos con obras maravillosas que Dios ha llevado a término.
- Los títulos de los libros provienen de la antigua versión griega y resumen en una palabra el contenido: Génesis (los orígenes de la humanidad y del pueblo de Israel), Éxodo (la salida de los israelitas de Egipto), Levítico (el papel de los descendientes de Leví en la regulación del culto), Nombres (los censos del pueblo en el desierto) y Deuteronomio (segunda ley o reformulación de la ley del Sinaí).
Cada libro contiene material diferente y características propias. Los autores contemplan la historia y el mundo con los ojos de la fe, descubrir la presencia salvadora de Dios en los acontecimientos de la vida del pueblo. Muestran la respuesta de Israel al Dios que les ha salvado.
- Recuerda al pueblo cual es su fe, fundamentada en la intervención de Dios en la historia a favor de ellos y los mandamientos recibidos de Dios.
- Son dos elementos unidos de manera inseparable.
- El pueblo mantiene la conciencia de que había estado sometido a la esclavitud en Egipto y que Dios les había liberado y recuerda la alianza divina a la montaña de Dios.
El comportamiento que debe de tener el pueblo expresado en las leyes, se entiende como respuesta a la actuación de Dios. La lectura de los libros hace descubrir algunos fenómenos característicos como repeticiones, duplicados, cambios de vocabulario y de estilo.
Un buen número de estudiosos ha propuesto ver el Pentateuco como el resultado final de cuatro corrientes o tradiciones. Pero parece difícil saber hasta que punto estas tradiciones han existido como documentos independientes. El Pentateuco mezcla tradiciones particulares y familiares. Su redacción definitiva se debió de realizar en la época posterior al exilio en Babilonia cuando el pueblo de Israel comienza una nueva etapa, con la reconstrucción de Jerusalén y del templo.
Habla de los orígenes, explica la prehistoria de la humanidad y el nacimiento del pueblo de Israel. Avanza por sucesivas etapas hasta que Jacob entre con sus hijos en Egipto, donde sus descendientes se transforman en un pueblo numeroso. De un lado el protagonista es la humanidad entera protagonizada por Adán y sus descendientes y de otro Abraham y su descendencia.
En la primera parte prevalecen relatos mitológicos y el hilo conductor se observa fácilmente: Dios crea un mundo bueno y ordenado. Con las narraciones patriarcales se intensifica la proximidad entre Dios y el hombre. Prevalecen las tradiciones de carácter familiar. Se distinguen tres bloques: De Abraham e Isaac, de Isaac y Jacob y de José y sus hermanos.
Liga las diversas etapas que fundamentan la identidad del pueblo de Israel y las presenta como un acontecimiento que tendrá validez para todas las generaciones. Cuando narra la experiencia que han vivido los hebreos es un continuo de grandes ciclos. En primer lugar se describe la opresión que sufren los israelitas por parte de Egipto produciéndose la revelación de Dios llamando a Moisés para que haga de Israel un pueblo libre consagrado al Señor.
Una vez que Israel sale de Egipto comienza la marcha por el desierto hacia la montaña del Sinaí, donde se produce la alianza, explicando como Moisés sube a la montaña donde el Señor le propone una alianza con los israelitas, proponiéndole los diez mandamientos. La última parte está dedicada al tabernáculo lugar de la presencia de Dios en medio del pueblo.
El Señor ordena a Moisés que consagre el santuario y los sacerdotes. La emigración de Jacob y sus descendientes hacia Egipto es difícil de situar históricamente. Puede que corresponda al tiempo de la XIX dinastía. Los faraones de esta época son Seti I (1304-1290 A.C), Ramsés II (1290-1224 A.C) y Merneptá (1224-1204 A.C).
- La huida de Egipto hace que los israelitas pasen de ser unos clanes o tribus a un pueblo unido.
- El pueblo de Dios encuentra en esta experiencia su identidad.
- El Éxodo es también un libro de leyes.
- Son la expresión de la relación de los hombres entre ellos y Dios.
- Manifiestan la identidad de Dios y de su pueblo.
Expresan la solicitud del pueblo por su Dios y del Señor por su pueblo. Recoge una serie de leyes referentes al culto que interesan tanto a los sacerdotes como al pueblo por tomar parte en los ritos y en las fiestas. Muchas descripciones son dictadas con pureza espiritual.
Se reparte claramente en dos partes y un apéndice. La primera parte se agrupa alrededor de los sacrificios, la investidura de los sacerdotes y la pureza e impureza ritual. La segunda parte se conoce como código de santidad cuyo centro es la exhortación. Se agrupa en torno a tres temas: prohibición de comer sangre de animales inmolados o muertos, prohibición de relaciones sexuales ilegitimas y los diez mandamientos.
La tercera parte trata de prescripciones relativas al mantenimiento constante de la luz del candelabro y de la ofrenda semanal de los panes. El apéndice indica brevemente como se tienen que cumplir ciertos votos. El texto repercute directamente en el tipo de vida cultural del pueblo en el desierto y cuando se instala en Canaán.
Se sigue en este libro una buena parte de la historia cultural de Israel. Muestra como Israel ha querido expresar su fe en el culto. Es una obra muy compleja, ya que contiene partes narrativas y legislativas aunque no es difícil de seguir. Agrupa las etapas que llevan al pueblo desde Sinaí a las puertas de la tierra prometida.
La primera etapa presenta un orden alrededor del tabernáculo y en la segunda pasa cuarenta años en el desierto hasta que llega al este del Jordán. En los primeros capítulos el pueblo aparece organizado alrededor del tabernáculo desde donde el Señor los santifica.
Las tribus se distribuyen de tres en tres en los cuatro puntos cardinales. Llena este largo periodo con una serie de prescripciones y continúa con el acercamiento del pueblo a la tierra prometida. La última etapa trata de la llegada de Israel a la tierra prometida, donde Moisés traspasa a Josué la guía del pueblo de Israel.
Continúa con un censo de los israelitas cuando están a punto de entrar en la tierra prometida y una extensa sección sobre el ritual que se tiene que observar en los días festivos. El libro recapitula la marcha por el desierto recogiendo una lista de las etapas recorridas desde la salida de Egipto hasta llegar a Jericó donde Moisés anuncia la entrada a la tierra prometida y describe las fronteras.
Añade unas prescripciones sobre la boda de los herederos. Por su contenido y su esquema cronológico es la continuación del libro de los Nombres, pero por su vocabulario, su estilo y su teología es una introducción de los libros que le siguen: Josué, Jueces, los dos de Samuel y los dos de los Reyes, o lo que es lo mismo, la historia de Israel desde la entrada a la tierra prometida hasta el final de la monarquía.
Se presenta como un conjunto de alocuciones a Moisés, algunas de estilo más narrativo y otras de estilo más exhortativo. La parte central del libro contiene un conjunto de leyes y costumbres que el pueblo tiene que poner en práctica en el país que está a punto de entrar.
- Sigue una lista de bendiciones y maldiciones que tendrá el pueblo de cumplir estas leyes o no.
- El origen de este libro hay que buscarlo en los levitas que habían huido de los santuarios del Norte y se habían refugiado en Judá.
- Los levitas habrían redactado un programa para luchar contra las contaminaciones paganas y la relajación religiosa y social.
El libro se caracteriza por su forma exhortativa. Los textos alternan disposiciones legales con la enseñanza, acompañamiento de exhortaciones y toques de atención. Esta enseñanza se dirige a todo Israel a veces en singular y a veces en plural. Cuando el texto habla en singular, no se dirige al israelita individual, sino al pueblo entero interpelado como interlocutor del Señor.
- Parece ser que esto es el origen de algunas celebraciones litúrgicas.
- El libro se fundamenta en la idea de la alianza que podemos resumir así: el Señor es el Dios de Israel e Israel es el pueblo del Señor.
- El Deuteronomio ocupa un lugar importante en la escritura.
- Los redactores de la historia Deuteronomista intercalan reflexiones y exhortaciones como una clave de la historia.
Es uno de los libros más citados en el Nuevo Testamento. Son el conjunto de textos que van de Josué a Malaquías. Se distinguen dos grupos bien definidos: los profetas anteriores (de Josué al libro de los Reyes) y profetas posteriores (de Isaías a Malaquías).
Los primeros explican una parte de la historia del pueblo de Israel. Abarcan desde la llegada a Canaán hasta la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor. Se terminaron de componer alrededor de los años 587-538 antes de Cristo. Con los profetas posteriores, el profetismo se presenta como fundamental para su religión, su organización política y su estructura social.
Al principio se trasmite oralmente pero se acaba escribiendo todas las profecías. Los profetas luchan a favor de una religión auténtica, denunciando las influencias de los cultos extranjeros que apartan al pueblo de la fidelidad al único Dios. El libro se divide en un prólogo, dos partes principales y un epílogo.
Describe los acontecimientos ocurridos hacia finales del siglo XIII Antes de Cristo. Muestra la realización de las promesas que Dios había hecho a los patriarcas sobre la futura posesión de la tierra prometida. Narra la continuación de los hechos explicados por Josué. Recoge diversos episodios de la vida de las tribus durante los períodos más oscuros de la historia de Israel.
Muestra que la ocupación de Canaán es lenta y difícil. Se divide en tres partes: un prólogo que hace de introducción histórica, una segunda parte que es el cuerpo de la obra que hacen referencia a una cadena de episodios relacionados con los doce jueces y finalmente dos apéndices, donde narra los orígenes del santuario tribal y la conducta infame de los benjaministas.
Los dos libros al principio eran uno solo, que por razones prácticas fueron repartidos en dos rollos o volúmenes. Narran antiguas tradiciones heterogéneas que abarcan el período 1070-970 Antes de Cristo, periodo en el cual las doce tribus constituyen una monarquía unitaria y hereditaria. Recogen materiales diversos sobre los inicios de la monarquía en Israel y el autor considera que todos estos materiales son preciosos y que constituyen una narración excepcional.
La intención religiosa se hace patente en el discurso que pronuncian los personajes. Dedica una atención especial al rey David. Es visto como modelo ideal de rey. También eran originalmente uno solo que fue dividido porque por su extensión resultaba más manejable.
Las partes de los libros son: Final de la historia de la sucesión al trono de David, Reinado de Salomón, Historia de los dos reinos y época final del reino de Judea. Constituyen una obra compleja elaborada a partir de materiales diversos. La fecha de los diversos reinados se puede seguir sin dificultad.
La redacción final de los libros tuvo lugar en el siglo VI Antes de Cristo. Se trata de una obra de gran riqueza y complejidad. El nombre de Isaías significa ‘el Señor salva’ y es un buen reflejo de los contenidos del libro. La vida de Isaías se desarrolla en Judea.
- La primera parte del libro corresponde al tiempo de vida de Isaías situada en una época de fuerte tensión internacional.
- Es el firme defensor de la fidelidad a Dios.
- Presenta la amenaza Asiria como la intervención del propio Dios.
- La segunda parte del libro tiene como fondo el momento en que Babilonia reemplaza a Asiria como potencia de Oriente Próximo, cuando Nabucodonosor conquista Israel y deporta a la población.
La tercera parte del libro hace referencia a la época en la cual se retorna del exilio, comenzando una época miserable y difícil donde se tiene que reconstruir el templo y la ciudad de Jerusalén. Comienza a ejercer la profecía hacia el 627 Antes de Cristo.
- Los datos sobre sus primeros años de actividad son muy escasos.
- Hay más información sobre las etapas posteriores a su vida.
- Menciona los acontecimientos que vive directamente.
- La primera parte está formada por los oráculos contra Judea y la segunda parte está formada por parte de sus fechas biográficas.
Su vocación profética le provocó incomprensiones y persecuciones. Tenemos pocos datos sobre su vida. Era un hombre dotado para la música y el canto. Su actividad profética tuvo lugar en Babilonia. La estructura del libro es: vocación del profeta, juicio de Dios sobre su pueblo, juicio de Dios sobre las naciones, restauración de Israel, batalla decisiva del pueblo de Dios.
- Contiene materiales pertenecientes al profeta.
- Su mensaje es una respuesta a la crisis que pasaba la comunidad judía deportada a Babilonia.
- La infidelidad al Señor es presentada como un adulterio.
- Describe un nuevo templo y un nuevo país.
- Abarca el período de 787 a 747 Antes de Cristo.
- Es una época de prosperidad y de seguridad.
No ha sido escrito de manera precisa. Tiene un carácter personal remarcable en lengua y estilo. Su mensaje es: ‘Dios estima a los hombres con un amor que no se puede contradecir, con una fidelidad que supera todas las infidelidades, con un apasionamiento que solo se explica con una infinita gratuidad.
Es difícil situarle en una época concreta. Se presenta como un profeta original que no parece haber recibido una vocación particular ni un mensaje claro y concreto de parte de Dios. El libro esta clasificado de profecía literaria. El núcleo teológico se resume en la amplia idea de bendición. Es el primer profeta que en su libro recoge una predicción.
Comienza después de un breve diálogo con unos oráculos contra los pueblos vecinos de Israel, evocando a un Dios que pide cuentas a todas las naciones. Los cuatro capítulos siguientes son un mosaico de oráculos proféticos mezclándose denuncias contra la injusticia social, acusaciones contra un culto vacío y formal, recuerdo de castigos pasados, recuerdo de la llegada del Señor.
- El libro acaba con un oráculo sobre quien se salvará.
- Con un lenguaje sobrio, duro y provocador, habla de un Dios que no es indiferente a la historia de los hombres que se interesa por ellos, y de una fe y una expresión que nada más tiene sentido si va acompañada de la justicia y la solidaridad.
- Es una invitación personal a no dejar pasar por alto una injusticia.
Es un grito esperanzado hacia Dios, el único que puede salvar. Es uno de los libros más breves. Trata dos temas: el pecado y el castigo de Edon y la futura restauración de Israel. Se desarrolla en el siglo V Antes de Cristo. Se trata de una narración llena de ironía que refiere el episodio de la vida de un profeta desobediente, Jonás, que el Señor fuerza a predicar contra Nínive.
- Muchos piensan que no es una narración de carácter histórico.
- Es una narración didáctica que el autor llena de elementos maravillosos y de imágenes.
- Por el lenguaje, por el estilo y por el universalismo que domina toda la obra hay que situar su narración posiblemente en el siglo V Antes de Cristo.
- El libro representa el Israel cerrado sobre sí mismo.
Contiene diversas secciones que alteran denuncias y amenaza con promesas de restauración. Puede ser obra de un compilador que haya reestructurado el material y haya añadido los oráculos que prometen la salvación. Miqueas habla en nombre propio y en nombre del Señor y se enfrenta con sus enemigos que forman el grupo de las clases dirigentes opresoras y que tienen a su servicio a los falsos profetas.
- En el libro se distinguen tres bloques: 1) Juicio de condena de los dos reinos, 2) Anuncios de un tiempo de paz y de bienestar y 3) Cuando Dios se dirige directamente al pueblo de Israel.
- Comienza informando sobre el nombre y la procedencia de su autor.
- Puede que sea un libreto para celebrar en Jerusalén una liturgia de acción de gracias después de la caída de Nínive en el 612 Antes de Cristo.
El libro afirma que el pueblo santo será liberado gracias a la confianza absoluta en el Señor, que guía la historia. Es difícil señalar la época de composición del libro. Cabe situar la obra poco antes de la caída de Nínive (612 Antes de Cristo) o bien entre el 605 y el 597 Antes de Cristo.
Hace referencia a la relación entre Dios y su pueblo. El profeta no entiende la manera de actuar de Dios pero lejos de caer en la lamentación, el desengaño y la desesperación, interroga al mismo Señor. La respuesta que deja entrever se centra en la fidelidad. En los períodos difíciles esta obra ha servido para reencontrar una visión creyente de la historia.
El libro comienza con un oráculo sobre la destrucción absoluta que Dios prepara de las idolatrías de toda la tierra. Siguen unos oráculos de juicios y amenazas contra los pueblos enemigos de Judea y finalmente ve la promesa de renovación para todos los pueblos.
- Presenta a Dios como Señor absoluto del pueblo y amo de la historia.
- El pueblo de Israel se ha alejado de él y se le acerca el momento del castigo.
- Pero el Señor no ignora la presencia de un resto fiel, humilde y sencillo.
- La obra se estructura a base de oráculos breves acompañados de anotaciones cronológicas abundantes.
Ha hecho pensar que no se trata de un libro profético en el sentido clásico, sino de una historia apologética sobre la reconstrucción del templo. El profeta anima al pueblo y a sus dirigentes en la tarea de rehacerlo y consolidarlo. También es necesario nombrar otras temáticas como una presencia de Dios renovada como consecuencia del templo reconstruido, un nuevo pueblo, una nueva época e incluso un nuevo sucesor davídico.
- El libro está formado por dos partes claramente diferenciadas en cuanto al estilo y contenido.
- La primera parte ofrece una datación muy clara, del 520 al 518 Antes de Cristo.
- La segunda parte no tiene referencia de fechas y las referencias históricas son ambiguas.
- La primera parte se estructura en torno de ocho visiones que evocan la futura restauración y la nueva comunidad.
La segunda parte tiene como tema central la realeza universal del Señor, Dios de Israel. Desde el punto de vista teológico tiene una salida hacia el universalismo. Ejerce una gran influencia en el Nuevo Testamento. Se compone hacia la mitad del siglo V Antes de Cristo. | | |
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: Historia – LOS LIBROS DE LA BIBLIA.1ª PARTE, por Miguel Ángel Fernández (175)
¿Cómo se organizan los libros?
¿Cómo están ordenados los libros en la Biblioteca? Los libros en acceso directo están agrupados por materias. Están ordenados por signatura topográfica, dispuestos de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo en cada estantería. En las estanterías y en cada balda se indica la materia que hay en ellas y se corresponde con todo o parte de la notación topográfica del tejuelo del libro.
¿Qué es la Biblia Catolica y en cuántas partes se divide?
La Biblia La Biblia, su división, sus libros, lenguas Para conocer las Sagradas Escrituras Por: Antonio Gracia | Fuente: Catholic.net ¿Todo lo escrito acerca de Dios, ha sido escrito por Dios? Existen miles de libros que los hombres han escrito acerca de Dios a lo largo de la historia. De éstos, algunos son famosos como el Popol-Vuh de los mayas o el Ramayana y el Mahabaratha de los brahamanes.
- Cuando murió Jesucristo, sus seguidores escribieron cientos de libros acerca de su vida.
- Algunos eran fidedignos y otros inventaban cosas sólo para ganar adeptos.
- Estos últimos le atribuían a Jesús niño actos extraordinarios como dar vida a sus juguetes de madera, hablar con los animales y otro hechos similares.
Estos libros los conocemos como los evangelios apócrifos. La Iglesia, con el poder que ha recibido por la Tradición apostólica, recopiló todos estos libros, los analizó y, con la luz del Espíritu Santo, seleccionó y aprobó solamente 73 de ellos como la misma Palabra de Dios.
- Estos 73 libros se reunieron posteriormente en uno solo, llamado Biblia o Canon de las Escrituras.
- La Biblia es la Palabra de Dios, escrita por el mismo Dios a través de la pluma de los hagiógrafos.
- Por ser el Espíritu Santo el que iluminó a la Iglesia al hacer la selección, podemos estar seguros de que en este conjunto de libros está escrita la Verdad de manera fiel y sin error.1.
Hay muchas Biblias distintas. ¿Cuál es la buena? Encontramos en las librerías decenas de títulos distintos: La Biblia de los mormones, La Biblia del pueblo, La Biblia de los gedeones, La Biblia latinoamericana, La Biblia de los Testigos de Jehová, La Biblia de Jerusalén y muchas más.
Personas de buena voluntad, que acordes con lo dictado por la Iglesia, han hecho traducciones y adaptaciones a los diferentes lenguajes, para hacer más accesible la Palabra de Dios a todos los hombres. Sectas y religiones que han suprimido o retocado lo que no les gustaba, o que han adulterado el mensaje de Dios, al modificar las palabras originalmente escritas por los hagiógrafos. Para sabe si una Biblia es la original Por todo lo anterior, al comprar una Biblia, es importante revisar que sea la original. ¿Cómo? 1. Verificando quen incluya los 73 libros que aparecen en la siguiente tabla: 46 del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo Testamento.2. Verificando en la contraportada que la Biblia esté aprobada por alguna autoridad de la Iglesia Católica. Esta aprobación aparece con las palabras en latín ‘imprimatur’ y ‘nihil obstat’, que significan: ‘se puede imprimir’ y ‘nada obstaculiza su impresión’.3. Asesorándote con algún sacerdote de confianza.2. División general La Biblia se divide, ante todo, en dos grandes partes: Antiguo Testamento Nuevo Testamento, ambos relacionados entre sí. La palabra latina testamentum -de donde viene la palabra española testamento- fue empleada al principio de la era cristiana, para traducir la voz griega: diatheké, que literalmente significaba disposición, contrato. A su vez, los traductores griegos, llamados los Setenta, la usaron para traducir la expresión hebrea berit = pacto de soberanía, por medio de la cual designaban los hebreos la Alianza del Sinaí. Lo importante es que el término Testamento ha quedado para designar, hasta nuestros días, la división de las Escrituras.3. División numérica de la Biblia Dos grandes religiones se rigen por las enseñanzas de la Biblia: la judía y la cristiana, la cual está integrada por católicos, ortodoxos y diferentes denominaciones. Los judíos sólo aceptan, como es claro, lo que nosotros llamamos Antiguo Testamento y lo dividen en tres grandes partes: ‘La Ley, los Profetas y otros escritos sagrados’. Está compuesta por 39 libros. Para los católicos, la Biblia –Antiguo y Nuevo Testamento– está formada por 73 libros: 46 del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo Testamento. Los protestantes de las principales denominaciones, sólo aceptan una lista bíblica de 66 libros: 39 del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo. Como se ve, la diferencia entre católicos y protestantes se encuentra, no en el canon o lista de los libros del Nuevo Testamento, sino del Antiguo. Antes se manejaba la hipótesis de que en el judaísmo había dos cánones, el largo (o alejandrino) y el corto (o palestinense). De acuerdo a esto, la Iglesia había seguido el canon largo o alejandrino, mientras que los judíos a partir del siglo I ó II después de Cristo, se habrían quedado con el canon corto o palestinense. Hoy en día esta hipótesis es rechazada por las siguientes razones: a) Por un lado, la traducción de la Biblia hebrea al griego no fue una obra unitaria en su finalidad o proyecto, ni fue traducida simultáneamente. b) Por otro lado, conocemos la mayor parte de la Biblia de los Setenta a través de códices cristianos del siglo IV y V después de Cristo. Por lo tanto, ellos reflejarían, en todo caso, el uso cristiano de este tiempo. Y aún allí mismo, podemos comprobar la variabilidad que existía en algunos puntos. c) Además, entre los judíos de Palestina no había una uniformidad en lo que respecta al canon; por esto, tampoco podremos hablar de un canon palestinense. Por todos estos motivos, no podemos conocer las fronteras exactas de los libros reconocidos por los judíos de Alejandría. Seguramente, además de los libros que habían surgido en Palestina, tenían libros propios compuestos en Alejandría, en lengua griega, como por ejemplo el de la Sabiduría. La Iglesia católica, lo mismo que la ortodoxa, a partir del Concilio de Hipona en el año 383 después de Cristo, admitió como inspirados no sólo los protocanónicos (o aceptados primero, por eso se llaman de la primera ley) sino los deuterocanónicos (o de la segunda ley), lista que fue confirmada solemnemente por el Concilio de Trento, en 1546. Hemos de mencionar, como argumento irrefutable para afirmar que la Biblia consta de 73 libros y no de 66, lo siguiente: La primera comunidad cristiana (Comunidad de los Apóstoles y discípulos del Señor) usó esta traducción de la Biblia griega de los Setenta, es decir el Antiguo Testamento con 46 libros. Jesucristo, al señalarle a san Pedro: ‘Te daré las llaves del Reino de Dios; así, lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo’ (Mt 16, 19), nos obliga a hacer y a aceptar lo que los primeros cristianos creían, hacían o usaban (sea de palabra o de viva voz). Los argumentos que los judíos usaron para no aceptar los libros deuterocanónicos como parte del canon del Antiguo Testamento aceptado por ellos, no gozan de la autoridad divina, en virtud, de que en ese momento (año 100 después de Cristo), la Comunidad cristiana ya existía y gozaba de plena autoridad en la materia. Como vemos, la Iglesia tiene la razón al afirmar que la Biblia consta de 73 libros y no de 66 como dicen las sectas. No hay que olvidar que la Biblia es la Palabra de Dios puesta por escrito en un momento privilegiado de la Tradición, por lo tanto nada puede añadirse, ni nada puede quitarse ‘La economía cristiana, por ser la alianza nueva y definitiva, nunca pasará; ni hay que esperar otra revelación pública antes de la gloriosa manifestación de Jesucristo nuestro Señor’ (La Divina Revelación, # 4). Por otro lado, siendo sinceros y honestos descubriremos que: la única institución, la única Iglesia que transmitió por más de 1500 años la Palabra de Dios al mundo entero, es la Iglesia Católica: en sus monasterios, los monjes copiaban fielmente a mano el texto sagrado, la Iglesia en su Liturgia, en sus celebraciones la veneraba de manera especialísima, la vida de la Iglesia gira en torno a Cristo y éste contenido en la Biblia. ¿Cómo aceptar la Biblia y no aceptar a la Iglesia que ha sido fiel custodio y madre para que nada de lo que hay en ella se pierda? ¿Con qué autoridad puede alguien quitar o añadir algo a la Palabra de Dios, si la Iglesia Católica fundada por Jesucristo, haciendo uso de su autoridad divina ha declarado que nada puede añadirse ni nada puede quitarse: ‘Ante todo, tened presente que ninguna predicción de la Escritura está a merced de interpretaciones personales; Porque ninguna predicción antigua aconteció por designio humano; hombres como eran, hablaron de parte de Dios movidos por el Espíritu Santo’ (2 P 1, 20-21)?. Los libros que no aceptan las sectas y los Nuevos Movimientos pseudo-religiosos son los siguientes: Tobías, Judit, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc y 1 – 2 de Macabeos. Usando una fórmula fácil de aprender, podemos citar estos libros de la siguiente manera: ‘ToJuSaEBa Mabis’.4. División temática Teniendo en cuenta los distintos temas que nos ofrece la Biblia, podemos dividirlos en varios grupos: Antiguo Testamento En tiempo de Cristo –y aún ahora-, los judíos clasificaban las Escrituras en tres partes: la Ley, los Profetas otros Escritos. La Ley y los Profetas eran los más importantes. El mismo Cristo los cita, por ejemplo, en Mt 7, 12. Los escritos se empleaban en las asambleas. El Eclesiástico los cita en el prefacio de su libro. Hoy dividimos las Escrituras, así: Los libros que componen la Biblia Antiguo Testamento El Antiguo Testamento comienza con un conjunto de cinco libros, a los cuales los traductores griegos dieron el nombre de Pentateuco (penta = cinco; teuco = instrumentos, de donde provino luego la expresión ‘estuches’ para los rollos de papiro y finalmente ‘libros’). Los judíos llaman a estos cinco libros la Torah o la Ley y los cinco libros eran cada uno un ‘quinto’ de la Ley. Estos cinco libros son : Pentateuco Éxodo Génesis Levítico Números Deuteronomio Libros sapienciales Salmos Job Proverbios Eclesiastés Cantar de los Cantares Sabiduría Sirácide (Eclesiástico) Libros históricos Josué Rut I Samuel II Samuel I Reyes II Reyes I Crónicas II Crónicas Esdras Nehemías Tobías Judit Ester Jueces I Macabeos II Macabeos Los judíos llaman ‘profetas anteriores’ a Josué, Jueces, Samuel y Reyes ya que en ellos se encuentra la historia de los grandes profetas: Elías, Eliseo y aún Samuel. A los que nosotros llamamos profetas, los judíos los llaman profetas posteriores. Digamos también que para la Biblia griega, los libros de Samuel y Reyes formaban una sola unidad y los llamaban libros de los Reyes. Del mismo modo, los libros I y II de Crónicas, formaban uno solo con Esdras y Nehemías, por considerarse como obra del mismo autor. La Biblia griega y la Vulgata de san Jerónimo llaman a Crónicas con el nombre de Paralipómenos. Libros proféticos Isaías Jeremías* Lamentaciones Baruc Ezequiel Daniel Oseas Joel Amós Abdías Jonás Miqueas Nahum Habacuc Sofonías Ageo Sofonías Zacarías Malaquías En algunas ediciones de la Biblia, los libros de Jeremías y Lamentaciones vienen unidos como un solo libro. Nuevo Testamento Evangelios Mateo Marcos Lucas Juan Hechos de los apóstoles Pertenecen a este grupo 21 Epístolas o Cartas: Cartas del Nuevo Testamento Romanos I Corintios II Corintios Gálatas Efesios Filipenses Colosenses I Tesalonicenses II Tesalonicenses I Timoteo II Timoteo Tito Filemón Hebreos Cartas Católicas Santiago I Pedro II Pedro I Juan II Juan III Juan Judas Apocalipsis 5. Unidad de ambos Testamentos El Antiguo y Nuevo Testamento se complementan mutuamente. Su interrelación es tan completa, que el primero explica el segundo y viceversa. Sólo a la luz del Antiguo Testamento se alcanza a comprender el primero; y sólo a la luz del Nuevo Testamento, nos damos cuenta de lo que el Antiguo quiso decir. Con razón, Cristo les decía a sus oyentes: ‘Investigad las Escrituras y así comprobarán que Moisés habla de mí’ (Jn 5, 39-45). Y san Lucas, relatando el encuentro de Jesús con los discípulos de Emaús, dice que Jesús ’empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó todo lo que había sobre Él en las Escrituras’ (Lc 24, 25-27). De igual manera, san Mateo en sus tres primeros capítulos. El Antiguo Testamento ¿pasado de moda? No necesariamente lo viejo se convierte en inservible. Hay cosas como las monedas, los muebles finos o los sellos de correo, que aumentan de valor conforme pasa el tiempo. El Antiguo Testamento tuvo como fin preparar la venida de Cristo, pero no pasó de moda con su llegada. Jesús no vino a abolir lo que estaba escrito, sino a perfeccionarlo. Por tanto, no podemos prescindir de los libros del Antiguo Testamento. Todos son libros revelados por Dios y en ellos, aunque contienen elementos imperfectos y pasajeros, encontramos el testimonio de la pedagogía divina, enseñanzas maravillosas acerca de Dios, sabiduría acerca del hombre, tesoros de oración. En ellos está escondido el misterio de nuestra salvación. En el Nuevo Testamento está plasmada la verdad definitiva de la Revelación divina. Su objeto central es Jesucristo, sus obras, sus enseñanzas, su pasión y su resurrección. También nos narra los comienzos de la Iglesia bajo la acción del Espíritu Santo. Para entender plenamente el mensaje que Dios nos da en el Nuevo Testamento, es indispensable leerlo en relación con el Antiguo. Toda la Sagrada Escritura es una sola Revelación, un solo mensaje divino que Dios quiere comunicar al hombre, y no la podremos entender si la escuchamos en forma fragmentada. Podríamos comparar la Biblia con una cinta magnetofónica grabada en estéreo: Para escucharla, usaremos un aparato con dos bocinas: una es el Antiguo Testamento y la otra es el Nuevo Testamento. Puedes escuchar la cinta con una sola bocina, pero no oirás la música completa, sino sólo los sonidos graves o sólo los agudos; sólo los instrumentos o sólo las voces. Para escuchar la música tal como la compuso el autor, deberás conectar las dos bocinas y entonces disfrutarás del sonido integral de la composición. Para entender en toda su integridad el mensaje de Dios en las Sagradas Escrituras, es necesario leer el Antiguo Testamento a la luz del Nuevo y leer el Nuevo Testamento a la luz del Antiguo. La Iglesia ha descubierto una tipología que reconoce en las obras de Dios en la Antigua Alianza, prefiguraciones de lo que haría Cristo en la Nueva. En el Antiguo Testamento está escondido el Nuevo Testamento y el Antiguo Testamento se hace manifiesto en el Nuevo. Ambos se esclarecen mutuamente y, por tanto, son inseparables.6. Textos originales y copias No existen los textos bíblicos autógrafos, escritos por la propia mano del autor del libro de los Jueces, o de la Sabiduría, o de Marcos, o de Filemón, etc. Esto no debe asustarnos, ya que tampoco se conservan los originales de las grandes obras literarias y filosóficas de la antigüedad (éstas últimas obras tienen pocos testimonios textuales, y a veces con diferencias de unos diez siglos o más entre el original y las primeras copias). Cuando en ocasiones se habla de ‘originales’, se refiere a las lenguas en que originalmente fueron escritos. Por ejemplo, se dice: la traducción de esta Biblia se hizo de los originales, es decir, de las lenguas originales, hebreo, arameo y griego, según el caso.7. Copias manuscritas Material En la antigüedad, para escribir algunas cosas se usaban las tablillas de arcilla, las ostraka o pedazos de cerámica rota, las piedras, los cilindros y las estelas. Para copiar un libro de la Biblia o toda ella, este material no se utilizaba, pues sólo podía aprovecharse para textos breves. El material empleado para la copia de la Biblia fue de dos tipos: el papiro y el pergamino. El papiro (usado en Egipto desde el año 3,000 antes de Cristo). Es una planta acuática –caña o junco- que se da sobre todo en el Delta del Nilo. Se abría primero el tallo de la planta y luego se prensaba; las láminas así obtenidas se entrecruzaban, se aplastaban y se secaban. Era el material más común, pero a la vez el más frágil. Por lo regular se escribía sólo por la parte interior. Se han conservado muchos papiros de Egipto gracias a su clima seco. Constituyen el testimonio más antiguo en el ámbito de manuscritos bíblicos. El pergamino se forma con la piel de ciertos animales (ovejas, corderos), preparada con una técnica especial perfeccionada en Pérgamo, al norte de Éfeso, hacia el año 100 después de Cristo. Parece que fue muy difundido por los persas. En el Nuevo Testamento tenemos un testimonio de su uso en 2 Tim 4, 13: ‘Cuando vengas, tráeme el abrigo que dejé en Tróada, en casa de Carpo, y los libros, en especial, los pergaminos’. Del siglo IV después de Cristo en adelante fue muy común. Es un material mucho más resistente, pero, a la vez, más caro. Por eso, algunos manuscritos en pergamino fueron raspados por completo para que pudieran ser utilizados de nuevo. Formato El rollo es una larga tira de papiro o piel, reforzada en las extremidades con dos varas que servían para enrollarla (Cfr. Lc 4, 16-20; Jr 36). Aún en nuestros tiempos, los judíos utilizan los rollos. El códice o libro ordinario (más común en pergaminos) fue empleado por los cristianos desde el siglo II; pero por los judíos, más tarde, parece que a partir del siglo VII. Los códices griegos se distinguen en unciales o mayúsculos y minúsculos. Los primeros son de letras mayúsculas continuas, más difíciles de leer por no haber separación entre las palabras; estuvieron en boga hasta el siglo X u XI; hay un poco más de 250 de ellos. Los segundos son de letras minúsculas, más fáciles de leer porque se da la separación entre las palabras. Empiezan a utilizarse a partir del siglo IX después de Cristo y se multiplican desde el siglo XI; son alrededor de 2 mil 600.8. Lenguas en que se escribió la Biblia Para la composición de la Biblia se emplearon tres lenguas: la hebrea, la aramea y la griega. En hebreo se escribió casi todo el Antiguo Testamento. Era la lengua propia del Pueblo de Israel. Su origen es bastante oscuro. Parece que comenzaron a hablarla los cananeos y después la adoptaron los israelitas a partir de su estancia en Canaán. En Arameo, lengua más antigua que el hebreo, se escribieron pocas cosas. Se pueden citar algunos capítulos de Esdras, Jeremías, Daniel y Mateo. El arameo comenzó a introducirse en Israel hacia los siglos IV y III antes de Cristo y tomó tanto fuerza, que llegó a suplantar a la lengua hebrea. Incluso Jesús hablaba con el pueblo en uno de los dialectos arameos. En griego fueron escritos algunos libros del Antiguo Testamento, como el de la Sabiduría, 2 Macabeos y todos los del Nuevo Testamento menos el Evangelio de san Mateo. Este griego no era un griego clásico, como era por ejemplo el de Demóstenes, sino un griego popular, vulgar y corriente, llamado Koiné = común, que usaba el hombre de la calle. Se generalizó después de la conquista en Grecia por Alejandro Magno. Antiguo Testamento Daniel: hebreo, con fragmentos arameos y griegos Esdras: hebreo, con inserción de algunos documentos en arameo Ester: hebreo, con fragmentos griegos 1 Macabeos: hebreo.2 Macabeos: griego Tobías y Judit: hebreo o arameo Sabiduría: griego Todos los demás libros: hebreo Nuevo Testamento San Mateo: arameo Todos los demás libros: griego 9.Versiones de la Biblia Hay que decir que, con el correr de los tiempos, se han hecho innumerables versiones de la Biblia. Entre las más antiguas –que son las que interesan más- hay dos muy importantes: la de los ‘Setenta’ y la Vulgata. La versión de los Setenta. Según una tradición, fue realizada por 70 sabios de Israel. Su elaboración, entre los siglos III y I antes de nuestra era, estuvo destinada a los judíos de la Diáspora o de la dispersión, es decir, para el culto de las comunidades judías que vivían en el mundo grecorromano, especialmente de Alejandría y que ya habían olvidado la lengua hebrea, o quizá mejor, con el fin de que pudieran propagarla en la griega. En cualquier caso, esta traducción fue importante para los judíos que hablaban el griego y que más tarde se extendió por los países mediterráneos, preparando así el ambiente para el Evangelio. La versión de la Vulgata. Esta versión fue hecha en latín por san Jerónimo en el siglo IV en Belén. Partió de una necesidad, como la de los Setenta. Durante los dos primeros siglos se utilizaba en la Iglesia el griego popular, que era el que se hablaba en el imperio romano. Pero en el siglo III, se fue imponiendo el latín en Occidente. Por esa razón la tradujo san Jerónimo al latín. De ella se han sacado muchas ediciones hasta nuestros días, desde que el Concilio de Trento la reconoció solemnemente como la versión oficial latina sin negar por eso, el valor de otras versiones. La Sagrada Escritura es muy valiosa para la vida de la Iglesia Como la Sagrada Escritura es la Palabra de Dios viva, sabemos que su poder y su fuerza para los cristianos es enorme. La Sagrada Escritura, junto con la Eucaristía, es la que da sustento y vigor a la vida de la Iglesia, asegura la firmeza de la fe, es alimento del alma y fuente de vida espiritual La Sagrada Escritura debe ser el alma de la teología, de la predicación pastoral, de la catequesis, de la instrucción cristiana. Sólo así aseguraremos en estas actividades, la presencia de Jesucristo, la Palabra, y por tanto, los frutos de santidad de las mismas. Invitando a Cristo a que nos acompañe en estas acciones, no nos quedaremos en lo humano. Él mismo se encargará de santificar cada palabra que digamos para darse a conocer a todos los hombres. La Iglesia recomienda la lectura frecuente de la Sagrada Escritura, ya que desconocerla es desconocer a Cristo.
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¿Cómo está conformado el Antiguo Testamento?
Estructura del Antiguo Testamento – El Antiguo Testamento consta de la siguiente estructura:
Pentateuco: narra la creación del mundo y el origen de la fe. Sus libros, los primeros 5 de la Biblia, son el Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Libros históricos: relatan la historia del pueblo judío desde la muerte de Moisés hasta la rebelión de los Macabeos contra los helenos. Son 16 libros, del 6 al 21. Libros de sabiduría o sapienciales: libros poéticos y de sabiduría que narran temas de educación en la fe y las relaciones con Dios. Son 7 libros, del 22 al 28. Libros proféticos: libros en los que se profetiza la llegada del Mesías. Los libros de los profetas están divididos, de acuerdo con la extensión de los textos, en:
Profetas mayores, 6 libros, del 29 al 34. Profetas menores, 12 libros, del 35 al 46.