Para ellas, el Espíritu Santo puede producir un sutil sentimiento de gratitud, paz, reverencia o amor (véase Gálatas 5:22–23). En las Escrituras también se describe al Espíritu Santo como un ‘ardor’ en el pecho (véase Doctrina y Convenios 9:8–9).
¿Qué pasa cuando se recibe el Espíritu Santo?
Pasajes adicionales de las Escrituras –
1 Corintios 3:16–17 ; D. y C.130:22–23 (el Espíritu Santo mora con los fieles). Hechos 19:1–7 (el don del Espíritu Santo se otorgó en la antigüedad). Moroni 8:25–26 (cómo recibir al Espíritu Santo). Moroni 10:5 (el Espíritu Santo es un testigo de la verdad). Mosíah 5:2 (el Espíritu Santo cambia el corazón de la gente). Alma 5:54 (el Espíritu Santo santifica).
¿Quién recibe el Espíritu Santo?
El don del Espíritu Santo – En diciembre de 1839, mientras estaban en la ciudad de Washington, D.C. para solicitar indemnización por los daños causados a los santos de Misuri, José Smith y Elias Higbee escribieron lo siguiente a Hyrum Smith: ‘En nuestra entrevista con el Presidente, nos preguntó en qué se diferenciaba nuestra religión de las otras religiones en esos días.
El hermano José dijo que diferíamos en la forma de bautizar y en el don del Espíritu Santo por la imposición de manos. Consideramos que todos los demás aspectos están comprendidos en el don del Espíritu Santo’ ( Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, pág.102). El Espíritu Santo es el tercer miembro de la Trinidad; Él es un personaje de espíritu y da testimonio de toda verdad.
En las Escrituras se hace referencia al Espíritu Santo como el Consolador (véase Juan 14:16–27 ; Moroni 8:26 ), un Maestro (véase Juan 14:26 ; D. y C.50:14 ), y un revelador (véase 2 Nefi 32:5 ). Las revelaciones del Padre y del Hijo se transmiten mediante el Espíritu Santo; Él es el mensajero del Padre y del Hijo y testifica de Ellos.
- El Espíritu Santo se manifiesta a los hombres y las mujeres de la tierra como el poder así como el don del Espíritu Santo.
- El poder puede llegar a una persona antes del bautismo; es el poder convincente de que Jesucristo es nuestro Salvador y Redentor.
- Mediante el poder del Espíritu Santo, los investigadores sinceros pueden obtener una convicción de la veracidad del evangelio del Salvador, del Libro de Mormón, de la realidad de la Restauración y del llamamiento profético de José Smith.
El don del Espíritu Santo se confiere únicamente tras el debido y autorizado bautismo y por la imposición de manos de parte de aquellos que poseen el Sacerdocio de Melquisedec. El Señor declaró: ‘sí, arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros para la remisión de sus pecados; sí, bautizaos en el agua, y entonces vendrá el bautismo de fuego y del Espíritu Santo ‘Y por la imposición de manos confirmaréis en mi iglesia a quienes tengan fe, y yo les conferiré el don del Espíritu Santo’ ( D.
y C.33:11, 15 ). El apóstol Pablo aclaró esta práctica a los efesios cuando preguntó: ‘¿Habéis recibido el Espíritu Santo después que creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. ‘Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Y ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
‘Y dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en el que había de venir después de él, a saber, en Jesús el Cristo. ‘Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. ‘Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo’ ( Hechos 19:2–6 ).
- El bautismo por inmersión es ‘la ordenanza preliminar del Evangelio a la que debe seguir el bautismo del Espíritu a fin de que sea completa’ (Bible Dictionary, ‘Baptism’).
- El profeta José Smith explicó que el ‘bautismo es una ordenanza santa preparatoria para recibir el Espíritu Santo; es el conducto y la llave por medio de los cuales se puede administrar el Espíritu Santo.
El don del Espíritu Santo por la imposición de manos no se puede recibir por medio de ningún otro principio que no sea el principio de la rectitud’ ( Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: José Smith, pág.101). La ordenanza de confirmar a un miembro nuevo de la Iglesia y de conferir el don del Espíritu Santo es tanto sencilla como profunda.
- Los dignos poseedores del Sacerdocio de Melquisedec colocan las manos sobre la cabeza de la persona y se dirigen a ella por su nombre.
- Después, por la autoridad del santo sacerdocio y en el nombre del Salvador, se confirma a la persona miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y se pronuncia esta importante frase: ‘Recibe el Espíritu Santo’.
Es posible que la sencillez de esta ordenanza nos haga pasar por alto su importancia. Estas cuatro palabras —’Recibe el Espíritu Santo’— no son una declaración pasiva; más bien, constituyen un mandato del sacerdocio, una amonestación autorizada para actuar y no para que simplemente se actúe sobre nosotros (véase 2 Nefi 2:26 ).
- El Espíritu Santo no entra en vigor en nuestra vida simplemente porque se colocan las manos sobre nuestra cabeza y se pronuncian esas cuatro palabras importantes.
- Al recibir esta ordenanza, cada uno de nosotros acepta una sagrada y constante responsabilidad de desear, procurar, trabajar y vivir de tal manera que de verdad ‘recib el Espíritu Santo’ y los dones espirituales que conlleva.’Porque, ¿en qué se beneficia el hombre a quien se le confiere un don, si no lo recibe? He aquí, ni se regocija con lo que le es dado, ni se regocija en aquel que le dio la dádiva’ ( D.
y C.88:33 ). ¿Qué debemos hacer a fin de que esta amonestación autorizada de procurar la compañía del tercer miembro de la Trinidad se convierta en una constante realidad? Permítanme sugerir que necesitamos (1) desear sinceramente recibir el Espíritu Santo; (2) invitar debidamente al Espíritu Santo a nuestra vida; y (3) obedecer fielmente los mandamientos de Dios.
¿Cómo saber si tengo el don de intercesión?
¿CUÁLES SON LAS EVIDENCIAS QUE MUESTRAN QUE UN CREYENTE TIENE EL DON O EL MINISTERIO DE INTERCESIÓN? OPERA FUERTEMENTE EN EL DON DE DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS. OBTIENE RESPUESTAS A sus ORACIONES MUY A MENUDO, MÁS QUE CUALQUIER OTRO CREYENTE.
¿Cuál es tu don?
¿SABES CUÁL ES TU DON? Todas las personas nacemos con unas capacidades, talentos, cualidades que nos hacen únicos e irrepetibles. Tal vez las hayamos puesto en práctica y seamos conscientes de cuáles son, o por el contrario tal vez no hemos reparado en ellas o no hemos tenido la oportunidad de desarrollarlas.
El caso es que todos tenemos un don Un don es aquello que nos ha sido regalado, no lo hemos elegido. Nuestro don está para ofrecerlo al mundo, para desarrollarlo, para crecer poniéndolo en práctica. Cuando conoces tu don y lo pones en práctica, das lo mejor de ti mismo y te sientes libre, feliz. Es tu aportación especial al mundo.
Sin embargo puedes no haberlo descubierto aún. Puede que aún te sientas un poco perdido y que no sepas bien quién eres o te de miedo mostrar tu parte más auténtica a los demás.
- Para descubrir nuestro don, necesitamos aceptarnos con nuestras debilidades y fortalezas.
- ¿Qué te ha parecido el corto de El origen de los guardianes ?
- El guardián explica al niño con las matrioskas capa a capa primero cómo es él: su apariencia ante los demás, sus fortalezas, sus debilidades y al final llega a la capa más profunda y auténtica, a su don.
¿Cómo eres tú? ¿Cuáles son las primeras capas de tu matrioska? ¿Cuáles son tus debilidades y cuáles tus fortalezas? Si puedes responder a las preguntas anteriores, entonces te puedes preguntar ahora ¿Quién soy?, ¿Cuál es mi centro? Lo más seguro es que no sepas qué contestar, tenemos toda la vida para encontrar la respuesta pero debemos buscarla si realmente queremos dar lo mejor de nosotros mismos.
¿Qué situaciones te provocan pasión?
- Te sientes feliz haciendo
- ¿Cuándo se te pasa el tiempo volando?
- ¿Qué cosas te entusiasman hasta el punto de querer aprender más y mejorar en ellas?
- ¿En qué situaciones te sientes más libre, y eres más tú mismo?
- Escribe 5 cosas que se te den bien hacer, o escribe en qué dicen tus compañeros o tus padres que eres bueno. ¿A qué personas admiras y respetas por lo buenas que son en lo que hacen?
- En esas situaciones en las que eres más tú mismo, aportas algo especial por ser tú, ¿qué dicen los demás que aportas?
- Si todo fuera posible, ahora estarías ¿Por qué estarías ahí?, ¿Qué harías?, ¿Para quién lo harías?, ¿Serías feliz?
- ¿Cuál es el lema de tu vida? Algo que te caracterice
Tal vez hayas empezado a vislumbrar tu don, o al menos a pensar en que lo llevas dentro y puedes encontrarlo. No importa en qué parte del camino te encuentres, lo importante es que continúes caminando sin dejar de buscar. Poco a poco siguiendo las leves pistas que irás descubriendo. : ¿SABES CUÁL ES TU DON?
¿Qué tengo que hacer para hablar en lenguas?
Descargar el PDF Descargar el PDF Algunas personas creen que hablar en lenguas es una manera poderosa de orar y permitirle a Dios fluir a través del espíritu del creyente. Sin embargo, si eres como la mayoría de la gente, probablemente no sepas del todo cómo hacer para poner en práctica este método de oración en particular.
- 1 Establece como prioridad tu fe en el plan de salvación de Dios. Enfócate en Dios y el Espíritu Santo con el que Dios te ha llenado. Hablar en lenguas se considera un acto de gran fe, por eso, concentrarte en esta manera te facilitará lograr tu objetivo con éxito.
- Puede serte útil repetir un mantra como ‘Jesucristo es el camino, la verdad y la vida’ para que concentrarte te resulte más fácil. Escoge tu verso bíblico favorito y repítelo mentalmente una y otra vez.
- 2 Estudia la Biblia para aprender lo que dice sobre las lenguas. Lee y medita pasajes bíblicos que traten el tema de las lenguas, tales como 1 Corintios 14:18. Recuerda que, según algunos, hablar en lenguas es una capacidad que Dios otorga a las personas para que puedan orar y sentirse más cerca del Espíritu Santo.
- Algunos otros pasajes que puedes leer son Hechos 10:46a, Hechos 2:4a y 1 Corintios 14:4.
- Si otros miembros de tu iglesia hablan en lenguas, te recomendamos hablar sobre este método de oración con ellos para aprender más al respecto.
Advertencia : hablar en lenguas es una práctica bastante polémica hoy en día, así que ten cuidado con quién hablas sobre el tema. Algunas personas quizá no acepten esta práctica.
- 3 Aumenta tu autoconfianza para hablar en lenguas. Hablar en lenguas puede ser difícil al principio, por eso aumentar tu autoconfianza y deseo de hacerlo te ayudará a mantenerte motivado a largo plazo. Repítete que tendrás la capacidad de hablar en lenguas y permítete sentir la confianza de que lo lograrás.
- Para lograrlo, puedes repetirte un mantra positivo, como ‘Soy un hijo de Dios; Dios quiere que ore y esté gozoso, así que hablaré en lenguas para hacerlo’.
- Concéntrate en todos los motivos por los que quieres hablar en lenguas y deja que ese deseo crezca en tu corazón. Esto te mantendrá motivado y quizá también te facilite el proceso de hablar en lenguas al primer intento.
- 4 Crea un ambiente sin distracciones para obtener resultados óptimos. Busca un lugar silencioso donde puedas sentarte y estar solo por hasta 1 hora o el tiempo que tengas planeado orar hablando en lenguas. Procura evitar ruidos de cosas que puedan distraerte de Dios, tales como de niños bulliciosos, la televisión encendida o el ruido de la calle.
- También tienes que evitar estar rodeado de otras personas, en el caso de que esto te pueda avergonzar.
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- 1 Empieza haciendo sonidos monosilábicos simples. Vocaliza el primer sonido que se te ocurra y no tengas temor de farfullar un poco. Procura hacerlo lo más ‘involuntariamente’ posible. En otras palabras, no trates de expresar palaras o frases específicas, salvo que se te ocurran en ese momento.
- Esto podría resultar un poco incómodo al principio y podrías parecer un bebé balbuceando, ¡pero este es el punto! Tienes que empezar a vocalizar sonidos al azar antes de que Dios te ayude a hablar en lenguas.
- Estos sonidos quizá sean disparejos y repetitivos al principio. No te preocupes, porque es perfectamente normal, así que no te desanimes.
- 2 Observa si hay repeticiones o pistas en los sonidos que haces. Presta atención a los sonidos que tiendes a vocalizar naturalmente con mayor frecuencia y enfócate en ellos al farfullar. Estos pueden ser parte de tu ‘idioma de oración’ natural: las palabras y sonidos que fluyen de tu espíritu de la manera más fácil.
- Observa cualquier sonido que parezca tomarte por sorpresa, como una sílaba o un par de letras que normalmente no pronuncias. Estos sonidos pueden reflejar la comunicación de Dios contigo, así que repítelos para agregarlos a tu idioma de oración.
- 3 Trata de poner en oración esas palabras o sonidos que parecen surgir en tu mente. Este es un tipo de descubrimiento interno que te permite expandir el vocabulario de tu idioma de oración y tu capacidad de hablar en lenguas. Estas podrían ser las palabras que Dios envía a tu espíritu y que hacen que hables en lenguas.
- Dios no hará que tus labios se muevan, por eso farfullar es tan importante. Sin embargo, Dios puede hacer que ciertas palabras o sonidos aparezcan en la mente. Repetir estos sonidos es la base para hablar en lenguas.
Consejo : también puedes hacer esto con las palabras que llaman tu atención en el día a día. Por ejemplo, si cierta palabra de una valla publicitaria capta tu atención, puedes incorporarla durante tu siguiente sesión de oración.
- 4 Pide una mayor fe para reafirmar tu mentalidad devota. Si sientes que tu fe empieza a menguar durante una sesión de oración en lenguas, repite un mantra positivo como ‘Señor, aumenta mi fe’. Esto te ayudará a mantenerte en la mentalidad correcta para hablar en lenguas y evitar que caigas en el desánimo.
- No tienes necesariamente que hacer este pedido en voz alta. Con simplemente pensar en ello también bastará.
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- 1 Ten presente que Dios no te obliga a hablar en lenguas. Al hablar en lenguas no pierdes control de tu boca ni de los músculos del habla. Más bien, considéralo como la forma en que Dios le dice a tu espíritu las palabras que debes decir.
- Esta idea errónea puede ser una razón por la que algunas personas miran las lenguas con recelo. Es equivocado pensar que la gente que habla en lenguas no está en control de sus propias facultades.
- 2 Procura no pensar demasiado ni sentirte desanimado en cuanto a las lenguas. Hablar en lenguas no es algo que se da fácilmente, en especial en el primer intento, por eso es muy fácil empezar a dudar de uno o de su fe. Si esto te empieza a suceder, pausa tu sesión y vuélvelo a intentar más tarde después de orar un poco (o de descansar).
- Entre sesiones, puede serte de ayuda orar a Dios de una manera más ‘convencional’ y pedirle ayuda y guía para aprender a hablar en lenguas.
- 3 Evita hablar de este método de oración con gente que no lo acepta. Algunas personas tienen opiniones muy negativas de las lenguas. Incluso, algunos piensan que es una forma de adoración a Satanás. Hablar de este método de oración con gente así puede hacerte caer en el desánimo o hasta abandonar las lenguas.
- Esto no quiere decir que debas evitar a las personas que no creen en las lenguas. Simplemente abstente de hablar sobre este método de oración en particular con ellas.
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¿Qué son las lenguas de fuego?
Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo. (Hechos 2:3-4a) Sucedió algo maravilloso cuando los 120 discípulos de Jesús se reunieron en el aposento alto. Primero, hubo un sonido inusual, algo que sonaba como un viento recio, el cual llenó toda la casa (Hechos 2:2). Este maravilloso suceso probablemente debe relacionarse con la profecía de Juan el bautista de que Jesús vendría para bautizar en Espíritu Santo y fuego, (Mateo 3:11) A través de la Biblia, la idea detrás de la imagen del fuego suele ser de purificación, como el refinador usa el fuego para crear oro puro; o el fuego puede quemar lo que es temporal, dejando solo lo que durará.
- Esta es una excelente ilustración para el principio de que el llenamiento del Espíritu Santo no es solo para recibir poder, sino purificación,
- En ciertos lugares del Antiguo Testamento, Dios mostró Su placer con un sacrificio al encender el fuego Él mismo, es decir, al mandar el fuego del cielo para descender y consumir el sacrificio.
La experiencia que tuvieron los discípulos el día de Pentecostés es otro ejemplo de Dios enviando fuego desde el cielo para mostrar Su placer y poder, pero esta vez, descendió sobre sacrificios vivos (Romanos 12:1). El Espíritu Santo se posó sobre cada uno de ellos,
Un comentarista (A.T. Pierson) dijo que había un significado detrás de esa palabra asentándose : que tiene la idea de permanencia en la posición y una condición duradera. Esa idea es importante. Bajo el antiguo pacto, el Espíritu Santo se posó sobre el pueblo de Dios pero más como una nación, es decir, Israel.
Pero bajo el nuevo pacto, el Espíritu Santo se posa sobre el pueblo de Dios como individuos ; las lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos, Este fenómeno extraño nunca había sucedido antes y nunca volvería a ocurrir en las páginas de la Biblia, pero se dio para enfatizar este punto: que el Espíritu de Dios estaba presente con y en y sobre cada individuo,
- Lo más importante de todo: fueron todos llenos del Espíritu Santo,
- El sonido del viento recio y las lenguas repartidas, como de fuego fueron solo un fenómeno temporal inusual, que acompañó al verdadero don, ser lleno del Espíritu Santo,
- Hoy en día, no debemos esperar escuchar el sonido del viento o ver una lengua de fuego cuando el Espíritu Santo se mueve entre el pueblo de Dios.
Pero podemos y debemos esperar ser llenos del Espíritu al recibir con fe y dejar que nos refine y purifique. Haz clic aquí para el comentario de David de Hechos 2