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El Nuevo Testamento Es Lo Mismo Que La Biblia?

El Nuevo Testamento Es Lo Mismo Que La Biblia
Nuevo Testamento es el nombre que recibe la segunda parte de la Biblia cristiana, en la cual se condensa la vida y mensaje de Jesucristo, los relatos de las primeras comunidades de cristianos, las cartas pastorales de los apóstoles que forjaron las líneas orientadoras y, por último, las visiones.

La palabra ‘testamento’ en la lengua hebrea ( berith ) tiene el sentido de ‘alianza’, por lo tanto, nuevo testamento significa ‘nueva alianza’, frente al Antiguo Testamento, que significa la ‘antigua alianza’. Para el cristianismo, el Antiguo Testamento se interpreta como la ‘historia de la creación’, ya que este recoge los relatos de la creación del mundo, la historia de los patriarcas y los reyes y la evolución de la ley judía hasta antes del nacimiento de Jesús.

En cambio, el Nuevo Testamento es considerado como ‘historia de la salvación’ o ‘nueva alianza’. Esto se debe a que, desde el punto de vista cristiano, Jesús es la encarnación del Dios vivo que ha venido a salvar al ser humano del pecado y de la muerte eterna.

¿Qué diferencia hay entre la Biblia y el Nuevo Testamento?

Diferencias entre el antiguo y nuevo testamento

Pastor Mauricio Sánchez Scott, Presidente de la Academia Nacional de la Música y Artes Cristianas.TW: @mauriciosscott • El Antiguo Testamento (AT) y el Nuevo Testamento (NT) son dos partes de la Biblia. • Aunque el Antiguo Testamento se llama ‘viejo’, eso no significa que sea obsoleto o irrelevante.• Simplemente significa que el Antiguo Testamento registra las promesas y la relación de Dios con su pueblo antes de Cristo. • El Nuevo Testamento, o NT, registra la vida de Cristo y las cosas que vinieron después de Cristo.

• La Biblia es fundamento de fe para las religiones judía y cristiana. Ambas religiones comparten el Antiguo Testamento, si bien el Nuevo es específico de la cristiandad, porque los judíos no aceptan que Jesús sea el Mesías, el Hijo de Dios hecho hombre.

El Antiguo Testamento es el que establece la historia del pueblo judío, sus tradiciones y creencias, antes de la llegada de Cristo. Es la tradición en la que Jesús se educó y en la que Él estaba muy versado; de ahí su importancia, tanto para los hebreos como para los cristianos. ANTIGUO TESTAMENTO • El Antiguo Testamento tiene su origen en los cinco libros del Pentateuco, que fueron redactados por Moisés y es la historia, las creencias y las tradiciones judías ANTES de la llegada de Jesucristo.Los cinco libros que forman el Pentateuco (al que los judíos llaman Torá) son: • El Génesis es el más importante y el más famoso, porque habla de los orígenes y de la creación del hombre y la tierra.

Se cuentan historias muy famosas como la del diluvio universal, la de Caín y Abel, la del arca de Noé o la de la torre de Babel. o Según el Génesis, Dios creó el mundo, el Sol y la Luna, las plantas y los animales. o El sexto día creó al hombre, Adán, y de una costilla de este, a la mujer, Eva, que vivían felices en el Paraíso o Edén.

O La serpiente -el diablo- les hizo cometer un pecado y fueron expulsados del Paraíso. o Lejos, tuvieron que trabajar. o Su hijo mayor, Caín, fue el primer homicida, pues mató a su hermano, Abel. o Sus descendientes no dejaron de cometer maldades y Dios decidió castigarlos con el diluvio universal, que duró cuarenta días y cuarenta noches.

o Todos murieron, menos Noé y su familia, que se salvó construyendo una gran arca donde embarcaron con una pareja de animales de cada especie. Así se repobló la Tierra. o Un día, los hombres quisieron llegar hasta el cielo y construir una torre muy alta, la torre de Babel.

Pero Dios castigó sus pretensiones y los castigó haciendo que cada uno hablara una lengua diferente. o Uno de los grandes patriarcas judíos fue Abraham, que vivía con su mujer y sus sirvientes y rebaños en Ur, en Caldea. o Dios le ordenó que abandonara sus tierras y riquezas y que fuera al país de Canaán.

Su mujer, Sara, no podía tener hijos; pero Abraham tuvo un hijo con su sirvienta Agar, llamado Ismael, del que descienden los ismaelitas. o Finalmente, como Dios le había prometido, pudo tener un hijo de Sara, a los cien años de edad: Isaac. Pero luego Dios le pidió que sacrificara a Isaac y, cuando él lo iba a hacer, mandó un ángel para que lo detuviera.

Luego Isaac se casó con Rebeca y tuvo varios hijos, entre ellos Jacob, quien tuvo doce hijos, de los que descienden las doce tribus de Israel. • El Éxodo es el libro en el que se habla de la vida de Moisés, Éxodo significa ‘partida’ o ‘marcha’ de un pueblo de un lugar a otro, que es lo que tuvo que hacer el pueblo judío, capitaneado por su patriarca Moisés.

• El Levítico es el código elaborado por Moisés para su pueblo, • Los Nombres. En él se cuentan los cuarenta años en el desierto del pueblo judío antes de llegar a la Tierra Prometida. • El Deuteronomio (‘Segunda Ley’) contiene precisiones sobre los enunciados que había dictado Moisés sobre la ley de Dios.El Antiguo Testamento tiene cuarenta y cinco libros, escritos en hebreo.

APARTE de los cinco libros del Pentateuco, que ya dijimos, se compone de cuatro tipos de libros diferentes: históricos, poéticos, proféticos y sapienciales. • Libros históricos: los más importantes son los del Pentateuco, que ya explicamos; aparte de esos, también hay unos que cuentan historias particulares como los libros de: Judit, Ruth, Ester, Tobías.

• Libros Poéticos: entre estos, destacan El libro de Job, los Salmos (150 himnos de arrepentimiento o alabanza que se destinan al culto) y El cantar de los cantares (que se atribuye a Salomón y es el máximo exponente de la poesía bíblica; en él se muestra un diálogo amoroso entre dos enamorados).

  • Libros proféticos: recopilación de las enseñanzas que los profetas predicaban oralmente.
  • El libro profético más relevante desde el punto de vista literario es el de Isaías, porque tiene un tono solemne e imágenes muy audaces.
  • Libros sapienciales o de sabiduría: son un conjunto de enseñanzas morales en forma de máximas.

Los Proverbios y el Eclesiastés, los más famosos, se atribuyen a Salomón. Los Proverbios son fáciles de interpretar y aprender de memoria, porque están escritos en versos breves y muy directos referidos a Dios y al culto o a cuestiones morales. El Eclesiastés da una visión pesimista de la existencia; se piensa que fue compuesto por Salomón al final de su vida.

  1. NUEVO TESTAMENTO • El Nuevo Testamento está formado por veintisiete libros escritos en griego.• Cuenta un hecho fundamental para la historia de la humanidad, que es el nacimiento de Cristo.
  2. En el Nuevo Testamento quien domina el mundo es Roma, porque con la invasión romana el mundo civilizado empieza a hablar latín mientras que en Belén nació Jesús, hijo de José y María.La vida de Jesús se ve reflejada en este libro y se narra en los cuatro Evangelios canónicos aceptados por la Iglesia • Evangelio según San Mateo.

(Mateo aparece representado en las iglesias como un hombre alado). Era uno de los apóstoles. Su Evangelio se dirige sobre todo a los judíos. • Evangelio según San Marcos (Marcos es representado como un León alado). Su Evangelio es el más literario de los cuatro.

• Evangelio según San Lucas (Lucas es representado en las imágenes como un toro alado). Escribía para los griegos. No conoció a Jesús; por tanto, no fue un apóstol, sino que actúa como un ‘periodista’ o ‘historiador’ que investigó la vida del Maestro. Su Evangelio está dedicado a un tal Teófilo. • Evangelio según San Juan (Juan es representado como un águila).

Él era uno de los apóstoles y el preferido de Jesús, pues además eran primos. Era el más joven. Fue un gran testigo de la vida de Jesús e incluso quien lo bautizó en las aguas de río Jordán. • Aparte de los Evangelios, el Nuevo Testamento también contiene epístolas, que son un cuerpo fundamental de la doctrina cristiana.

  • Son cartas de los apóstoles a las diferentes comunidades e iglesias primitivas.
  • En ellas se repasan las nociones básicas del Cristianismo.
  • El último libro del Nuevo Testamento es el Apocalipsis de San Juan, donde se habla del regreso definitivo de Jesús y de la derrota final del Anticristo tras la lucha de las fuerzas del bien y el mal.

: Diferencias entre el antiguo y nuevo testamento

¿Qué es el Nuevo Testamento de la Biblia?

EL NUEVO TESTAMENTO – El Nuevo Testamento está formado por 27 libros, escritos después de nacer Jesús. El Nuevo Testamento comienza con los cuatro Evangelios, que narran los hechos más importantes de la vida de Jesús y sus enseñanzas. Cada evangelio recibe el nombre de su autor: Mateo.

  • Marcos, Lucas y Juan.
  • El quinto libro se llama Hechos de los Apóstoles.
  • Contiene una breve historia de las primeras comunidades cristianas y del nacimiento de la Iglesia.
  • A continuación aparecen 21 Cartas escritas por algunos discípulos a las primeras comunidades cristianas,
  • El último libro del Nuevo Testamento es el Apoclipsis, que enseña verdades sobre Dios y sobre el futuro del mundo.

El Nuevo Testamento contiene la Palabra de Dios y ha sido inspirado por Él. Los textos del Nuevo Testamento se leen y se explican en las celebraciones cristianas, especialmente en la Eucaristia.

¿Por qué se le dice Nuevo Testamento?

El contexto histórico del Nuevo Testamento El contexto histórico del Nuevo Testamento El entender los orígenes de este notable libro de Escrituras puede inspirar nuestro estudio. Cada tomo de las Sagradas Escrituras tiene su propia y singular historia y da testimonio del Evangelio de salvación en su propia e inconfundible manera.

El Nuevo Testamento tiene la distinción de ser el volumen de Escrituras que preserva las palabras de las personas que conocieron personalmente a Jesús o que lo siguieron poco después de Su resurrección, convirtiendo el Nuevo Testamento en un valioso recurso que nos ayudará a acercarnos al Salvador y obtener una breve visión de Su ministerio mortal.

Un entendimiento de la historia del Nuevo Testamento, cómo ha llegado hasta nosotros y quiénes lo escribieron, puede aumentar nuestro aprecio por este notable libro de Escrituras y, a su vez, darnos una gran fortaleza espiritual al enfrentar, como los primeros seguidores de Jesucristo, nuestras propias pruebas.

En los años poco después de la muerte de Jesús, el término ‘Nuevo Testamento’ no se habría referido a una colección de libros acerca de la vida y la muerte del Señor, sino más concretamente a algo que Él dijo a Sus discípulos la noche de la Última Cena: ‘porque esto es mi sangre del nuevo convenio, que por muchos es derramada para remisión de los pecados (; cursiva agregada).

Las palabras griegas traducidas como ‘nuevo testamento’ en realidad se refieren a un convenio, el ‘nuevo convenio’ que el Salvador nos extiende por medio de la Expiación. Los escritros registrados en la Biblia y conocidos como el Nuevo Testamento describen, documentan y enseñan acerca del nuevo convenio entre el Señor y Su pueblo.

Los escritos preservados en el Nuevo Testamento se centran en diferentes aspectos del ministerio del Salvador. El Nuevo Testamento comienza con los Evangelios, término que significa ‘buenas nuevas’, refiriéndose a la vida, al ministerio y al divino papel de Jesucristo. El Nuevo Testamento también contiene una historia de los primeros esfuerzos misionales de la Iglesia (el libro de Hechos); cartas de los primeros líderes, como Pedro y Pablo, que amonestan a los primeros cristianos (a quienes también se les llamaba Santos) a que permanecieran fieles a la fe; un testimonio (Hebreos); y un final (Apocalipsis) que promete el regreso del Señor en los últimos días.

Cada uno de los escritores tiene una perspectiva diferente que ofrecer, y cada uno escribió con una audiencia específica en mente, en lugar de intentar rellenar brechas percibidas en el registro histórico. En la mitad del siglo IV d.C., los 27 libros que registran el nuevo convenio del Señor fueron agrupados y ordenados tal como aparecen en la actualidad.

Del grupo mayor de discípulos, Jesús llamó a doce hombres como Apóstoles. Aquellos hombres Lo siguieron a lo largo de Su ministerio, sufrieron con Él y también disfrutaron triunfos y experiencias llenas del Espíritu. Después de que Jesús murió, los Apóstoles, junto con otros fieles seguidores, empezaron a registrar sus experiencias.

Hubo dos eventos que pudieron haber provocado su deseo de preservar sus registros acerca de la vida de Jesús: primero, Jerusalén y el templo cayeron bajo el dominio del ejército romano en el año 70 d.C. En segundo lugar, las fuerzas de la apostasía estaban ya en marcha (véase ).

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Por tanto, muchos de los escritos del Nuevo Testamento se registraron para ayudar a los fieles a ver su camino en medio de la calamidad y la controversia de sus días. Contemplando sus experiencias en retrospectiva, podemos aprender cómo se enfrentaron a tiempos turbulentos y cómo las buenas nuevas del Evangelio llegaron a ser un poder estabilizador en la lucha contra las fuerzas de la apostasía.

Hacia finales del primer siglo, todos los escritos preservados actualmente en el Nuevo Testamento fueron completados y circulaban ampliamente entre las ramas de la Iglesia. Los escribas hicieron copias de los textos en papiros y más tarde en pergaminos, pero había relativamente pocas copias disponibles.

Los miembros de la Iglesia reunieron los libros que estaban a su disposición, y leyeron y estudiaron las palabras del Señor y de los Apóstoles. Un notable impedimento para la distribución de las Escrituras fue la persecución de los cristianos por parte del emperador romano Diocleciano en el año 303 d.C.

Él ordenó que se quemaran las Escrituras cristianas y obligó a los cristianos a ofrecer sacrificios a los dioses paganos. Muchas personas fieles escondieron los sagrados textos durante aquellos años de persecución. Posteriormente, cuando el primer emperador cristiano, Constantino, ordenó que se hicieran nuevas copias de las Escrituras, sus eruditos lograron recuperar libros que se habían utilizado en las ramas antes del edicto de Diocleciano.

Nuestras ediciones modernas del Nuevo Testamento trazan sus orígenes a las copias de la Biblia que se hicieron en los días de Constantino y, por tanto, a esas personas que sacrificaron su seguridad para preservar el nuevo convenio del Señor. No mucho después de que Constantino hubo mandado que se volviera a copiar y circular el Nuevo Testamento, se llegaron a organizar en su presente orden los libros que componen nuestra Biblia actual.

Este orden sigue el modelo establecido por el Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento contiene la Ley (Los Evangelios), la historia del Cristianismo (Hechos) y los profetas (de Romanos a Apocalipsis). Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento terminan con la promesa del regreso del Señor (Malaquías y Apocalipsis).

  • La colocación de estas palabras proféticas también hace hincapié en una esperanza de salvación y de futura revelación.
  • Cada autor del Nuevo Testamento escribió con una clara perspectiva sobre la misión salvadora de Jesucristo.
  • Dos de los Evangelios fueron escritos por apóstoles: Mateo y Juan.
  • Esos testigos apostólicos proporcionan un testimonio presencial de la vida de Jesús.

Dos seguidores posteriores del Señor escribieron también Evangelios: Marcos y Lucas, quienes testificaron sobre lo que habían sentido y oído. Estos dos hombres fueron en un tiempo compañeros de Pablo (véase ; ) y reflejan en parte los intereses del creciente número de Santos que vivían fuera de Judea y quienes nunca habían conocido al Señor en Su vida; en cambio, sus relatos brindan un vívido testimonio de Aquél en quien creían.

Las cartas de Pablo son probablemente los primeros escritos en el Nuevo Testamento, aunque no todos fueron escritos al mismo tiempo. Su testimonio nació de las experiencias como misionero, de varias poderosas visiones (véase ; ) y mediante el contacto personal con Pedro y otras personas (véase ). Él escribió, en gran parte, para solventar las disputas dentro de las ramas, pero en otros ocasiones escribió a sus amigos personales (Timoteo y Tito).

En una carta Pablo pide que un dueño de esclavos acepte de vuelta a un esclavo que se escapó, al que Pablo conoció mientras ellos estaban en prisión (Filemón). Tradicionalmente, el libro de Hebreos se atribuye a Pablo, aunque no esté presente la introducción normal donde se identifica a sí mismo como el autor.

No obstante, el libro testifica de cómo podemos venir valientemente al Señor por medio de la fe. Incluido en el Nuevo Testamento después de las cartas de Pablo, Hebreos es un tratado de cómo tener fe ante la adversidad. La corta Epístola de Santiago también se escribió a muy temprana edad y contiene referencias a las enseñanzas de Jesús en el Sermón del Monte, que fueron transmitidas oral y separadamente del Evangelio escrito por Mateo (véase ; ; ).

Santiago, el hermano menor del Señor, es el probable autor de esta epístola. Él tuvo el privilegio de conocer y ver al Salvador resucitado (véase ) y desempeñó un importante papel en muchos eventos de la historia de la Iglesia (véase ). El Nuevo Testamento también contiene dos epístolas del apóstol Pedro y tres del apóstol Juan.

Ambos exhortaron a los cristianos a ser fieles; Pedro en particular mostró preocupación por la fidelidad durante tiempos de pruebas. Judas es uno de los últimos libros escritos en el Nuevo testamento. Al igual que Santiago, este libro fue también escrito probablemente por uno de los hermanos del Señor (‘Judas’ en ).

Judas escribió a fin de tratar de sofocar la creciente apostasía en las ramas. Finalmente, el Nuevo Testamento termina con la revelación al apóstol Juan, quien registró una visión del regreso del Señor en gloria para dar inicio a Su reinado milenario.

Esa visión describe con vívido detalle la lucha entre el bien y el mal. La mayoría de los capítulos tienen que ver con acontecimientos que para Juan estaban en el futuro, incluyendo eventos en los últimos días, nuestros días. Debido a que el Nuevo Testamento es propiamente un nuevo convenio entre el Señor y aquellos que tienen fe en Él, los libros están dirigidos a todos los que procuran conocerlo a Él, ya sea en esta dispensación o en dispensaciones anteriores.

Originalmente, los autores del Nuevo Testamento escribieron textos para que se usaran inmediatamente en las ramas de la Iglesia en sus días, con el entendimiento de que ellos estaban registrando los acontecimientos más importantes en la historia de la humanidad.

‘Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, ‘tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos y fueron ministros de la palabra,’me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde el principio, escribírtelas en orden’ ().

Los primeros cristianos eran diversos, proviniendo unos de familias judías, otros habían sido criados en hogares gentiles, mientras que otros probablemente tenían muy poca religión formal en sus vidas antes de ser bautizados. Ellos fueron, en efecto, un espejo de la diversidad del grupo de santos de hoy.

Por tanto, sus luchas pueden revelarnos lecciones poderosas de cómo vencer la debilidad y permanecer fieles a pesar de las pruebas y las tentaciones. También nos muestran cómo luchaban las ramas cuando eran muy pequeñas y cómo había seguridad en las palabras de los apóstoles y profetas. El Nuevo Testamento revela que durante tiempos inciertos, cuando algunos no querían escuchar el llamado del Evangelio, había seguridad para aquellos que ‘perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la hermandad, y en el partimiento del pan y en las oraciones’ ().

Otros ejemplos nos enseñan cómo son probados incluso los justos (véase ) y cómo el corazón del mensaje del Evangelio es tan simple hoy como lo fue hace dos mil años: ‘La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo’ ().

  1. Al igual que Doctrina y Convenios, donde el profeta José Smith dio el testimonio de ‘¡Que vive!’ (), el Nuevo Testamento da un testimonio similar de que la tumba estaba vacía la mañana de Pascua: ‘No está aquí, porque ha resucitado’ ().
  2. Relatos presenciales ‘Me encantan en el Nuevo Testamento los trayectos y los milagros apostólicos, así como las epístolas de Pablo, pero sobre todo, me encantan los relatos de los testigos oculares en cuanto a las palabras, el ejemplo y la expiación de nuestro Salvador Jesucristo.

Amo la perspectiva y la paz que me infunde la lectura de la Biblia’. Muchos de los escritos del Nuevo Testamento se registraron para ayudar a los fieles a ver su camino a través de las calamidades de sus días. Jesucristo y Sus apóstoles en la Última Cena. : El contexto histórico del Nuevo Testamento

¿Qué otro nombre se le da al Nuevo Testamento?

Evangelios: La palabra evangelio significa ‘buena nueva’.

¿Quién hizo el Nuevo Testamento de la Biblia?

Nuevo Testamento
Biblia alfonsina, primera traducción de la Biblia
Género Libro sagrado
Idioma Griego koiné
Título original Καινή Διαθήκη

¿Cuándo se hizo el Nuevo Testamento?

El manuscrito más antiguo y completo del Nuevo Testamento es el Codex Sinaiticus, conservado en la Biblioteca Británica de Londres. Está escrito en griego uncial (un tipo de letra mayúscula), y data del 330-350 después de Cristo.

¿Qué paso entre el Antiguo y Nuevo Testamento?

Intertestamento o período intertestamentario es, para el cristianismo, el tiempo que medió entre el Antiguo y el Nuevo Testamento y por extensión, los escritos y los movimientos religiosos que sirvieron de puente entre ambos Testamentos.

¿Cuánto tiempo hay entre el Antiguo y Nuevo Testamento?

Los 500 años perdidos: Desde Malaquías hasta Juan el Bautista Los 500 años perdidos: Desde Malaquías hasta Juan el Bautista Los 500 años que transcurrieron entre el Antiguo y el Nuevo Testamento nos enseñan sobre las condiciones que existían en la antigua Palestina antes de la venida de Jesucristo y nos motivan a renovar nuestro compromiso de seguir al Salvador.

Cuando el profeta Malaquías dio fin a sus escritos aproximadamente en el año 450 a. de C., no se volvió a oír una auténtica voz profética durante 500 años. A ese periodo se lo conoce como el periodo intertestamentario: el lapso de tiempo que transcurre entre las dispensaciones del Antiguo y del Nuevo Testamento.

Sin tener un profeta, la gente empezó a dividirse en partidos y grupos, cada uno de ellos adjudicándose el derecho de interpretar las Escrituras y dirigir al pueblo. Entre esos grupos, disminuyó el verdadero entendimiento de Jehová, lo que dio paso a un largo periodo de confusión que terminó cuando Dios envió a un nuevo profeta, Juan el Bautista, a dar comienzo a una nueva dispensación.

Sin embargo, a pesar de que Juan el Bautista y el Salvador enseñaban a la gente, a muchos no les fue posible dejar de lado las tradiciones y creencias que habían adquirido y que se habían intensificado durante el periodo intertestamentario. Al llegar a comprender ese periodo de 500 años y la confusión que existió durante ellos, podemos entender mejor el ministerio del Salvador y renovar nuestro compromiso de seguirlo a Él.

Los profetas como Isaías y Jeremías advirtieron a los ciudadanos de Jerusalén que si seguían quebrantando los convenios que habían hecho con el Señor, la ciudad y el templo serían destruidos. Esa profecía se cumplió cuando Babilonia inicialmente invadió Judá, aproximadamente 600 a.

de C., y destruyó sus aldeas, pueblos, ciudades y vida religiosa. Finalmente, en el año 587 a. de C., Jerusalén cayó, y a los judíos exiliados se los obligó a dejar su tierra destruida (véase ). Algunas personas se quedaron en Jerusalén y sus alrededores —entre ellos los samaritanos que, con el tiempo, se casaron con gente que no era israelita (véase ).

Posteriormente, los exiliados empezaron a regresar a Palestina y a reconstruir sus casas y su vida religiosa (véase ). El templo de Jerusalén, que finalmente se reconstruyó en el año 515 a. de C., volvió a convertirse en el centro de adoración de los judíos.

Debido a que los judíos rechazaron el ofrecimiento que les hicieron los samaritanos de ayudarlos a reconstruir el templo, a finales del siglo IV, éstos construyeron otro templo en el monte Gerizim, a aproximadamente 64 km al norte de Jerusalén. Por consiguiente, la adoración de Jehová y la creencia en Él se fragmentó entre el nuevo templo en el monte Gerizim y el templo de Jerusalén, ya que ambos afirmaban tener la autoridad del sacerdocio (véase ).

Sin embargo, ese resurgimiento no duró mucho tiempo. Después de Malaquías, tal como el profeta Amós lo había profetizado, el Señor envió ‘hambre a la tierra, no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová’ (). Este cambio fundamental trajo grandes consecuencias cuando la gente trató de entender y vivir la ley sin contar con las enseñanzas y las interpretaciones acreditadas de un profeta.

Como resultado de esa apostasía, la gente se dividió en grupos de diversas aspiraciones políticas, religiosas y sociales. También diferían en sus creencias y tradiciones con respecto al Mesías. Los grupos religiosos intentaban vivir la ley de Moisés según la entendían, pero, debido a que cada grupo interpretaba las Escrituras desde puntos de vista tan variados, la sociedad judía se dividió cada vez más.

Como resultado, el verdadero entendimiento de quién sería el Salvador llegó a ser confuso. Una vez que las voces de los profetas cesaron, los sacerdotes y los otros obreros del templo, los levitas, se convirtieron en los oficiales más importantes entre los judíos, reclamando el derecho de interpretar las Escrituras.

  • No obstante, el oficio de sumo sacerdote se volvió corrupto, ya que durante ese tiempo dicho oficio se podía comprar y vender.
  • Muchos judíos pensaban que los sacerdotes y los levitas no cumplían con su responsabilidad de enseñar la ley correctamente (véase ), de manera que surgió un nuevo grupo que procuraba enseñar la ley.
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Conocidos como escribas, vivían siguiendo el modelo de Esdras, que había ayudado a su pueblo a sentir la premura de aprender y obedecer la ley (véanse ; ). Alejandro Magno conquistó la región en el año 332 a. de C. ; al morir, el reino se dividió entre sus generales.

Con el tiempo, Palestina quedó bajo la influencia de los emperadores seléucidas que hablaban griego. En el año 167 a. de C., los gobernantes seléucidas abolieron la fe judía, prohibieron la circuncisión y profanaron el templo al sacrificar cerdos en el altar. Muchos judíos, bajo el mando de una familia conocida como los macabeos o asmoneos, se opusieron.

La insurrección, conocida como la rebelión macabea, finalmente trajo la libertad a los judíos y creó una nación judía por primera vez desde la caída de Jerusalén. Al mismo tiempo, se formó otro grupo religioso conocido como los asideanos o ‘los piadosos’; quienes para mostrar su devoción a Dios intentaban vivir todo aspecto de la ley de Moisés, según la entendían.

Durante el periodo intertestamentario también surgieron otros grupos religiosos, cada uno de los cuales reclamaba tener el derecho exclusivo de interpretar las Escrituras. Los fariseos eran un grupo religioso independiente que surgió poco después de la rebelión macabea y que adquirió gran influencia en la sociedad judía al introducir un enfoque restringido en cuanto a las leyes de alimentación y la pureza de los ritos, aspectos que se centraban primordialmente en sus tradiciones orales y no en las Escrituras.

En sus hogares trataban de comportarse como si viviesen en el templo. Los saduceos, por otra parte, cuyos orígenes siguen siendo desconocidos, rechazaban cualquier propuesta a favor de la tradición oral y se adherían estrictamente a los cinco libros de Moisés, haciendo caso omiso a los escritos de otros profetas.

En su mayor parte, ese grupo lo componía la sociedad acomodada de Jerusalén. Para cuando Jesús nació, los saduceos habían extendido su poder al reafirmar el control del templo de Jerusalén. Cada uno de esos grupos religiosos preservó las tradiciones y las doctrinas que consideraban esenciales para llevar una vida devota.

No obstante, a causa de que carecían de la guía de un profeta verdadero, tenían que valerse de sus propias interpretaciones. Independientemente de sus creencias religiosas, los hombres y las mujeres rectos aún esperaban con anhelo la venida del Mesías durante el periodo intertestamentario.

Los poetas cantaban salmos, y la gente común oraba, hablaba y soñaba con la llegada de un rey davídico cuyo destino era salvar a Su pueblo. Un grupo que esperaba al Mesías eran los esenios, grupo que se formó durante el conflicto macabeo. Los esenios creían que los sacerdotes del templo de Jerusalén eran corruptos y que era necesario que en el templo se llevara a cabo una intensa reforma.

En su opinión, la venida del Mesías estaba cerca; y creían que Él se uniría a ellos a fin de derrocar el yugo opresivo de Roma, cuyos gobernantes habían conquistado Palestina aproximadamente sesenta años antes del nacimiento de Jesús. Al igual que la Reforma que precedió a la Restauración, durante el periodo intertestamentario también ocurrieron acontecimientos que prepararon al mundo para la venida de Jesucristo.

  1. Durante esa época salió a la luz una cantidad extraordinaria de literatura religiosa, entre ella la traducción de la Biblia hebrea al griego y el comienzo de la creación de los rollos del Mar Muerto y los textos apócrifos.
  2. Fue durante ese tiempo que se crearon y refinaron las ideas relacionadas con los ángeles, la resurrección, y los conceptos del cielo y del infierno.

Sin embargo, sin tener un profeta que los guiara, los judíos debatían sobre el significado de las Escrituras y sobre quién sería el Mesías. Aunque la mayoría de la gente esperaba un Mesías davídico (un descendiente del rey David), otros abogaban por un Mesías que fuera hijo de Aarón, un Mesías sacerdotal; e incluso había otros que no esperaban que viniera un Mesías.

Eran tantas las expectativas que habían surgido entre los diferentes grupos durante el periodo intertestamentario, que éstos no supieron reconocer al verdadero Mesías cuando estuvo entre ellos. Ninguno de los grupos —escribas, fariseos, esenios ni saduceos— aceptaron a Juan el Bautista como profeta, ni a Jesús como el Mesías.

Algunos integrantes de esos grupos se convirtieron en los principales adversarios de Juan y de Jesús durante sus ministerios (véase ). Los debates y argumentos que tenían los diferentes grupos acerca del Mesías persistieron. El primer profeta de la nueva dispensación, Juan el Bautista, anunció la venida del verdadero Mesías y aclaró el tipo de salvación que Él proporcionaría.

  • Señalando a Jesucristo, Juan dijo: ‘¡He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!’ ().
  • Muchos judíos aceptaron a Juan mientras preparaba a la gente para la venida de Cristo.
  • Cuando Jesucristo inició Su ministerio, enseñó a la gente ‘como quien tiene autoridad, y no como los escribas’ ().

En muchas ocasiones, debatió con los líderes religiosos para aclarar las doctrinas del matrimonio, de la resurrección, de la Trinidad, y Su función como Salvador. En vista de que muchos de los líderes religiosos lo rechazaron (véase ), Jesús les dijo: ‘Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conocerías’.

  • Y agregó: ‘Si vuestro padre fuera Dios, ciertamente me amaríais’ ().
  • Ya que esperaban a un Mesías muy diferente a Jesús, lo rechazaron.
  • Afortunadamente, vivimos en una época en la que las verdades del Evangelio están edificadas en el fundamento de las enseñanzas de profetas y apóstoles (véase ).
  • No tenemos que escoger entre las influencias espirituales contradictorias que surgen sin la guía de profetas y apóstoles.

A medida que sigamos a los profetas y apóstoles de nuestros días, llegaremos a entender la verdadera doctrina del Salvador Jesucristo, tal como le fue revelada al profeta José Smith: ‘Porque lo vimos, sí, a la diestra de Dios; y oímos la voz testificar que él es el Unigénito del Padre; ‘que por él, por medio de él y de él los mundos son y fueron creados, y sus habitantes son engendrados hijos e hijas para Dios’ (). : Los 500 años perdidos: Desde Malaquías hasta Juan el Bautista

¿Cuál es el nombre de Dios en el Antiguo Testamento?

(A-2) Jehová, o sea, Jesucristo, es el Dios del Antiguo Testamento – Aunque para muchos parezca una paradoja, el Jehová del Antiguo Testamento no es nada menos que el Hijo de Dios, Jesucristo. El creó el mundo con la autoridad que le dio el Padre y bajo Su guía.

  1. Más adelante Jehová vino a la tierra como el Salvador y el Redentor del mundo.
  2. Esta doctrina es una de las menos comprendidas en la historia de la humanidad, a pesar de que en el Antiguo Testamento y en las otras Escrituras se encuentran muchas referencias que pueden comprobarla.
  3. Antes de ir a las Escrituras, sería buena idea examinar los nombres y títulos que se aplican a Dios el Padre y a su Unigénito.

Por lo general, dos palabras del idioma hebreo se usan para nombrar a Dios en todo el Antiguo Testamento. Estas son Elohím y Jehová, Puesto que el hebreo original escribía palabras sin vocales, los eruditos no se han puesto de acuerdo en cuanto a la pronunciación original del hombre que se escribe YHWH en hebreo.

En las revelaciones modernas, sin embargo, Jesucristo aceptó el título de Jehová (véase D. y C.110:3). Jehová era el nombre o el título que se le daba en la preexistencia al Primogénito de Dios. Ahora se le llama Jesucristo. El significado del nombre Jehová fue explicado por el élder Talmage: ‘Jehová es la forma castellanizada del vocablo hebreo Yahveh o Jahveh, que significa El que Existe por Sí mismo o El Eterno,

El hebreo, Ehyeh, que significa Yo Soy, se relaciona por significado y derivación con el término Yahve o Jehová,’ ( Jesús el Cristo, pág.37.) Para los judíos Jehová era un nombre inefable que no había de ser pronunciado; lo reemplazaron con otro nombre, el cual aunque sagrado no les era prohibido decir, a saber, Adonaí, que significa el Señor,

Jesús el Cristo, pág.38.) La palabra Elohím es la forma plural de la palabra Dios del idioma hebreo, pero a pesar de ello, los eruditos en la materia concuerdan que debe tomarse como un nombre en singular a pesar de que la terminación im indica el plural. El profeta José Smith, sin embargo, explica su punto de vista de la siguiente manera: ‘Si leemos más adelante, hallamos esto: ‘El principal de los Dioses dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen’.

En una ocasión pregunté a un judío erudito: ‘Si el idioma hebreo nos obliga a dar interpretación plural a todas las palabras que terminan en heim, ¿por qué no interpretar el primer Eloheim en plural’? (Nota del traductor: Hay ciertas variaciones en la forma de escribir la palabra Elohím.) Me contestó: ‘Esa es la regla, salvo en contadas excepciones; pero en este caso echaría a perder la Biblia’.

  • Admitió que yo tenía razón.
  • Desde su principio la Biblia muestra que hay una pluralidad de Dioses, y nadie tiene el poder para refutarlo.
  • Es un tema importantísimo que estoy tratando.
  • La palabra Eloheim debería entenderse en la acepción plural: DiosesLos principales de los Dioses nos señalaron un Dios; y cuando uno considera el tema desde ese punto de vista, queda uno libre para percibir toda la belleza, santidad y perfección de los Dioses.’ ( Enseñanzas del Profeta José Smith, 462-463.) El élder James E.

Talmage amplía este concepto con su opinión oficial: ‘El nombre Elohím es un término expresivo de exaltación y poder supremos o absolutos. Elohím, como lo entiende y lo emplea la Iglesia restaurada de Jesucristo, es la combinación de nombre y título que corresponde al Padre Eterno, cuyo Hijo Primogénito en el espíritu es Jehová, el Unigénito en la carne, Jesucristo.’ ( Jesús el Cristo, pág.38-39.) Es importantísimo recordar el lugar que le corresponde a Dios, el Padre: El es el Padre de nuestro espíritu (véase Hebreos 12:9) y es nuestro Dios.

  • El hecho de que existan otros Dioses no le resta importancia.
  • El es el autor del plan de salvación.
  • Es esencial que también recordemos que El administra los asuntos relacionados con esta tierra por medio de su Primogénito, o sea, Jehová del Antiguo Testamento.
  • El delegó a Jesucristo la autoridad que necesitaba para organizar y gobernar la tierra, y, a través de la Expiación, Jesucristo llegó a ser el Padre de los hombres fieles.

El Salvador, por lo tanto, llegó a ser también el mayor defensor del plan de su Padre. Debido a que Jesucristo tiene los mismos propósitos que su Padre, y a que es también un Dios, los profetas del Antiguo Testamento a veces se referían a El con las palabras ‘Jehová Elohím’ y que fueron traducidas al castellano como ‘Jehová Dios’.

  1. Esta frase en hebreo no se usa mucho a partir del capítulo tercero de Génesis; más adelante se encuentra la expresión ‘Adonai Jehová’, que está traducida como ‘Señor Jehová’ (véase Génesis 15:2, 8; Deuteronomio 3:24).
  2. Otro de sus títulos necesita ser explicado.
  3. La palabra Cristo viene del griego christos, que quiere decir ‘el ungido’.

Los griegos usaron la palabra Christos para traducir del hebreo la palabra meshiach, que quiere decir lo mismo. La palabra hebrea ahora se ha castellanizado y se dice mesías, Por lo tanto, Jesucristo quiere decir ‘Jesús, el Mesías’.

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¿Cómo se le llama a Jesús en la Biblia?

Actualizado a 07 de abril de 2020 · 16:42 · Lectura: Cuando se estudia el personaje de Jesús de Nazaret desde el punto de vista histórico, se suele usar su nombre propio. Cristo y Jesucristo son términos pertenecientes al ámbito religioso: Christós es un término griego que significa ‘ungido’ y que usaba con frecuencia Pablo de Tarso, una de las figuras más importantes en los inicios del cristianismo y que contribuyó en gran medida a difundir las enseñanzas de Jesús en el Imperio Romano.

  • Pablo de Tarso tenía raíces judías, pero se había formado en la cultura griega y romana: Cilicia, su región natal -en el sureste de la actual Turquía-, había sido fuertemente helenizada como parte del Imperio Seléucida y en el momento de su nacimiento llevaba unos 70 años bajo dominio romano.
  • A menudo se le llama ‘el apóstol de los gentiles’ porque, nacido en el punto de confluencia entre el mundo oriental y el occidental, supo adaptar el mensaje evangelizador para hacerlo llegar a un público de cultura helénica.

Al hablar de Jesús solía referirse a él como Iesoûs Christós, ‘Jesús el ungido’, que se contrajo en el nombre de Jesucristo ; por la gran influencia que tuvieron sus escritos en la formación del cristianismo, este término terminó siendo adoptado en el ámbito religioso para hablar del personaje en su aspecto místico, mientras que el nombre Jesús se usaba para referirse al hombre.

¿Qué pasa entre el Antiguo y Nuevo Testamento?

Los 500 años perdidos: Desde Malaquías hasta Juan el Bautista Los 500 años perdidos: Desde Malaquías hasta Juan el Bautista Los 500 años que transcurrieron entre el Antiguo y el Nuevo Testamento nos enseñan sobre las condiciones que existían en la antigua Palestina antes de la venida de Jesucristo y nos motivan a renovar nuestro compromiso de seguir al Salvador.

Cuando el profeta Malaquías dio fin a sus escritos aproximadamente en el año 450 a. de C., no se volvió a oír una auténtica voz profética durante 500 años. A ese periodo se lo conoce como el periodo intertestamentario: el lapso de tiempo que transcurre entre las dispensaciones del Antiguo y del Nuevo Testamento.

Sin tener un profeta, la gente empezó a dividirse en partidos y grupos, cada uno de ellos adjudicándose el derecho de interpretar las Escrituras y dirigir al pueblo. Entre esos grupos, disminuyó el verdadero entendimiento de Jehová, lo que dio paso a un largo periodo de confusión que terminó cuando Dios envió a un nuevo profeta, Juan el Bautista, a dar comienzo a una nueva dispensación.

Sin embargo, a pesar de que Juan el Bautista y el Salvador enseñaban a la gente, a muchos no les fue posible dejar de lado las tradiciones y creencias que habían adquirido y que se habían intensificado durante el periodo intertestamentario. Al llegar a comprender ese periodo de 500 años y la confusión que existió durante ellos, podemos entender mejor el ministerio del Salvador y renovar nuestro compromiso de seguirlo a Él.

Los profetas como Isaías y Jeremías advirtieron a los ciudadanos de Jerusalén que si seguían quebrantando los convenios que habían hecho con el Señor, la ciudad y el templo serían destruidos. Esa profecía se cumplió cuando Babilonia inicialmente invadió Judá, aproximadamente 600 a.

  1. De C., y destruyó sus aldeas, pueblos, ciudades y vida religiosa.
  2. Finalmente, en el año 587 a. de C.
  3. Jerusalén cayó, y a los judíos exiliados se los obligó a dejar su tierra destruida (véase ).
  4. Algunas personas se quedaron en Jerusalén y sus alrededores —entre ellos los samaritanos que, con el tiempo, se casaron con gente que no era israelita (véase ).

Posteriormente, los exiliados empezaron a regresar a Palestina y a reconstruir sus casas y su vida religiosa (véase ). El templo de Jerusalén, que finalmente se reconstruyó en el año 515 a. de C., volvió a convertirse en el centro de adoración de los judíos.

  1. Debido a que los judíos rechazaron el ofrecimiento que les hicieron los samaritanos de ayudarlos a reconstruir el templo, a finales del siglo IV, éstos construyeron otro templo en el monte Gerizim, a aproximadamente 64 km al norte de Jerusalén.
  2. Por consiguiente, la adoración de Jehová y la creencia en Él se fragmentó entre el nuevo templo en el monte Gerizim y el templo de Jerusalén, ya que ambos afirmaban tener la autoridad del sacerdocio (véase ).

Sin embargo, ese resurgimiento no duró mucho tiempo. Después de Malaquías, tal como el profeta Amós lo había profetizado, el Señor envió ‘hambre a la tierra, no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová’ (). Este cambio fundamental trajo grandes consecuencias cuando la gente trató de entender y vivir la ley sin contar con las enseñanzas y las interpretaciones acreditadas de un profeta.

  • Como resultado de esa apostasía, la gente se dividió en grupos de diversas aspiraciones políticas, religiosas y sociales.
  • También diferían en sus creencias y tradiciones con respecto al Mesías.
  • Los grupos religiosos intentaban vivir la ley de Moisés según la entendían, pero, debido a que cada grupo interpretaba las Escrituras desde puntos de vista tan variados, la sociedad judía se dividió cada vez más.

Como resultado, el verdadero entendimiento de quién sería el Salvador llegó a ser confuso. Una vez que las voces de los profetas cesaron, los sacerdotes y los otros obreros del templo, los levitas, se convirtieron en los oficiales más importantes entre los judíos, reclamando el derecho de interpretar las Escrituras.

No obstante, el oficio de sumo sacerdote se volvió corrupto, ya que durante ese tiempo dicho oficio se podía comprar y vender. Muchos judíos pensaban que los sacerdotes y los levitas no cumplían con su responsabilidad de enseñar la ley correctamente (véase ), de manera que surgió un nuevo grupo que procuraba enseñar la ley.

Conocidos como escribas, vivían siguiendo el modelo de Esdras, que había ayudado a su pueblo a sentir la premura de aprender y obedecer la ley (véanse ; ). Alejandro Magno conquistó la región en el año 332 a. de C. ; al morir, el reino se dividió entre sus generales.

Con el tiempo, Palestina quedó bajo la influencia de los emperadores seléucidas que hablaban griego. En el año 167 a. de C., los gobernantes seléucidas abolieron la fe judía, prohibieron la circuncisión y profanaron el templo al sacrificar cerdos en el altar. Muchos judíos, bajo el mando de una familia conocida como los macabeos o asmoneos, se opusieron.

La insurrección, conocida como la rebelión macabea, finalmente trajo la libertad a los judíos y creó una nación judía por primera vez desde la caída de Jerusalén. Al mismo tiempo, se formó otro grupo religioso conocido como los asideanos o ‘los piadosos’; quienes para mostrar su devoción a Dios intentaban vivir todo aspecto de la ley de Moisés, según la entendían.

Durante el periodo intertestamentario también surgieron otros grupos religiosos, cada uno de los cuales reclamaba tener el derecho exclusivo de interpretar las Escrituras. Los fariseos eran un grupo religioso independiente que surgió poco después de la rebelión macabea y que adquirió gran influencia en la sociedad judía al introducir un enfoque restringido en cuanto a las leyes de alimentación y la pureza de los ritos, aspectos que se centraban primordialmente en sus tradiciones orales y no en las Escrituras.

En sus hogares trataban de comportarse como si viviesen en el templo. Los saduceos, por otra parte, cuyos orígenes siguen siendo desconocidos, rechazaban cualquier propuesta a favor de la tradición oral y se adherían estrictamente a los cinco libros de Moisés, haciendo caso omiso a los escritos de otros profetas.

En su mayor parte, ese grupo lo componía la sociedad acomodada de Jerusalén. Para cuando Jesús nació, los saduceos habían extendido su poder al reafirmar el control del templo de Jerusalén. Cada uno de esos grupos religiosos preservó las tradiciones y las doctrinas que consideraban esenciales para llevar una vida devota.

No obstante, a causa de que carecían de la guía de un profeta verdadero, tenían que valerse de sus propias interpretaciones. Independientemente de sus creencias religiosas, los hombres y las mujeres rectos aún esperaban con anhelo la venida del Mesías durante el periodo intertestamentario.

  1. Los poetas cantaban salmos, y la gente común oraba, hablaba y soñaba con la llegada de un rey davídico cuyo destino era salvar a Su pueblo.
  2. Un grupo que esperaba al Mesías eran los esenios, grupo que se formó durante el conflicto macabeo.
  3. Los esenios creían que los sacerdotes del templo de Jerusalén eran corruptos y que era necesario que en el templo se llevara a cabo una intensa reforma.

En su opinión, la venida del Mesías estaba cerca; y creían que Él se uniría a ellos a fin de derrocar el yugo opresivo de Roma, cuyos gobernantes habían conquistado Palestina aproximadamente sesenta años antes del nacimiento de Jesús. Al igual que la Reforma que precedió a la Restauración, durante el periodo intertestamentario también ocurrieron acontecimientos que prepararon al mundo para la venida de Jesucristo.

  1. Durante esa época salió a la luz una cantidad extraordinaria de literatura religiosa, entre ella la traducción de la Biblia hebrea al griego y el comienzo de la creación de los rollos del Mar Muerto y los textos apócrifos.
  2. Fue durante ese tiempo que se crearon y refinaron las ideas relacionadas con los ángeles, la resurrección, y los conceptos del cielo y del infierno.

Sin embargo, sin tener un profeta que los guiara, los judíos debatían sobre el significado de las Escrituras y sobre quién sería el Mesías. Aunque la mayoría de la gente esperaba un Mesías davídico (un descendiente del rey David), otros abogaban por un Mesías que fuera hijo de Aarón, un Mesías sacerdotal; e incluso había otros que no esperaban que viniera un Mesías.

  1. Eran tantas las expectativas que habían surgido entre los diferentes grupos durante el periodo intertestamentario, que éstos no supieron reconocer al verdadero Mesías cuando estuvo entre ellos.
  2. Ninguno de los grupos —escribas, fariseos, esenios ni saduceos— aceptaron a Juan el Bautista como profeta, ni a Jesús como el Mesías.

Algunos integrantes de esos grupos se convirtieron en los principales adversarios de Juan y de Jesús durante sus ministerios (véase ). Los debates y argumentos que tenían los diferentes grupos acerca del Mesías persistieron. El primer profeta de la nueva dispensación, Juan el Bautista, anunció la venida del verdadero Mesías y aclaró el tipo de salvación que Él proporcionaría.

Señalando a Jesucristo, Juan dijo: ‘¡He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!’ (). Muchos judíos aceptaron a Juan mientras preparaba a la gente para la venida de Cristo. Cuando Jesucristo inició Su ministerio, enseñó a la gente ‘como quien tiene autoridad, y no como los escribas’ ().

En muchas ocasiones, debatió con los líderes religiosos para aclarar las doctrinas del matrimonio, de la resurrección, de la Trinidad, y Su función como Salvador. En vista de que muchos de los líderes religiosos lo rechazaron (véase ), Jesús les dijo: ‘Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conocerías’.

  1. Y agregó: ‘Si vuestro padre fuera Dios, ciertamente me amaríais’ ().
  2. Ya que esperaban a un Mesías muy diferente a Jesús, lo rechazaron.
  3. Afortunadamente, vivimos en una época en la que las verdades del Evangelio están edificadas en el fundamento de las enseñanzas de profetas y apóstoles (véase ).
  4. No tenemos que escoger entre las influencias espirituales contradictorias que surgen sin la guía de profetas y apóstoles.

A medida que sigamos a los profetas y apóstoles de nuestros días, llegaremos a entender la verdadera doctrina del Salvador Jesucristo, tal como le fue revelada al profeta José Smith: ‘Porque lo vimos, sí, a la diestra de Dios; y oímos la voz testificar que él es el Unigénito del Padre; ‘que por él, por medio de él y de él los mundos son y fueron creados, y sus habitantes son engendrados hijos e hijas para Dios’ (). : Los 500 años perdidos: Desde Malaquías hasta Juan el Bautista

¿Donde dice en la Biblia que la Biblia es la palabra de Dios?

Mt 25, 31-46, significa: Evangelio de Mateo, capítulo 25, del versículo 31 al 46. ‘Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, para rebatir, para corregir, para guiar en el bien’.

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