ASJ – Estudio Bíblicos ESTUDIO BIBLICO: ‘JESUS TAMBIEN MOSTRO INTERES POR LOS ENFERMOS MENTALES’ INTRODUCCIÓN Según estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud OPS y de la Organización Mundial de la Salud OMS, para el año 2020 la depresión va a ser la segunda causa de discapacidad para las personas en el mundo.
Actualmente el 25% de la población mundial padece de un trastorno depresivo. A pesar de que la pobreza es el principal detonante del creciente numero de enfermedades mentales en el país, el Gobierno no cuenta con una política claramente definida en este campo. Según estudios, el 1% de la población hondureña (60,000) padecen un problema psiquiátrico mayor, llámese psicosis, enajenación o locura.
Se conoce a de más que el 30% de la población en general en algún momento ha sufrido un episodio de depresión, ansiedad o pánico. Estas enfermedades afectan al grueso de la población económicamente activa (25 a 45 años) y tienen como consecuencias inmediatas el incremento de casos de suicidios y de actos de violencia en el país.
- Urge en estos momentos de depresión económica, de inseguridad social y de deterioro de la familia y el medio ambiente, una acción decidida de parte del Gobierno, las iglesias y la sociedad en general para atender el problema de la salud mental de los hondureños y hondureñas.
- Comentarios del grupo I.
- TEXTOS BÍBLICOS Y COMENTARIOS Leer, analizar y comentar los siguientes textos bíblicos Jesús sano enfermos mentales 1.
Mateo 4:32 y 24. ‘Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sano.’ El Evangelio del Reino que Jesucristo predicaba incluía bendiciones para el cuerpo y también para el alma.
En muchos pasajes de los cuatro evangelios cuando se habla del ministerios de Jesucristo, se menciona con claridad que su atención primordial fue para con los pobres y los mas necesitados de la tierra, entre ellos sobresalían los enfermos y de entre estos los mas desahuciados, repudiados y olvidados por la sociedad; los leprosos, los ciegos, los paralíticos, los lunáticos (enfermos mentales) y los endemoniados.
Según el pasaje ¿Qué hacia Jesús por las personas que padecían diferentes tipos de enfermedades y dolencia? Usted y yo podemos llegar a sufrir una enfermedad mental temporal o permanente En la Biblia se mencionan varios pasajes de personajes que sufrieron esta experiencia de llegar a padecer enfermedades mentales, y probablemente nunca se imaginaron que a ellos les iba a pasar algo así.1.
La locura de Nabucodonosor Rey del imperio Babilónico (Daniel capitulo 4).2. La locura de Saúl primer Rey de los judíos (1 Samuel 16:14-23).3. La Depresión del Rey David (Salmos capitulo 51).4. La Depresión del Rey Salomón (Eclesiastés capítulos 1y 2). Ninguna persona esta exenta de padecer algún tipo de enfermedad mental, no importa la clase social, la condición económica, la raza, el sexo ni la edad.
Lo único que hace falta es una crisis y no estar preparado para enfrentarla, y la enfermedad mental se puede dar. Cuando estas crisis suceden es cuando más necesitamos del amor y el apoyo de seres queridos o personas que estén a nuestro lado.
Comentarios del grupo Comentar algunas experiencias conocidas por el grupoPensemos en como ayudar a personas con enfermedades mentales Hagamos una lista de las características generales de las personas que padecen enfermedades mentales, tomando en cuenta también su condición familiar:1._2._3._4._5._ Ahora, hagamos una lista de posibles dificultades que Jesús y los discípulos tuvieron que enfrentar y superar para atender y sanar las personas con enfermedades mentales.1._2._3._4._5._ Finalmente hagamos una lista de algunas de las dificultades que nosotros podríamos enfrentar y superar en la actualidad para poder ayudar a personas con enfermedades mentales.1._2._3._4._5._La Biblia nos enseña que el AMOR y el PERDON en todas las direcciones, de Dios hacia el ser humano, del ser humano hacia Dios y de los seres humanos entre los seres humanos, es una medicina efectiva contra las enfermedades mentales (1 Corintios 13:1-8 y 1 juan 4:18).II. COMPROMISOS DEL GRUPO SOBRE EL TEMA ESTUDIADOCómo cristianos y cristianas ¿Qué acciones podríamos realizar a favor de las personas que sufren enfermedades mentales?>_ >_ >_ INSTRUCCIONES PARA EL FACILITADOREl presente estudio bíblico esta diseñado con el propósito de que una o varias personas en grupo puedan reflexionar durante unos 60 minutos sobre el valor humano que para Dios tienen todas las personas que sufren de algún tipo de enfermedad mental, y como los gobiernos del mundo y los cristianos debemos hacer algo por estas personas.
1. El facilitador o líder del grupo debe haber leído y desarrollado el estudio bíblico con anticipación. & 2. Iniciar y concluir el estudio bíblico con momentos de oración. > 3. Procurar motivar la mayor participación del grupo, que todos y todas puedan participar leyendo y opinando. E 4. Al final del estudio, orientar como se puede llevar a cabo una de las acciones propuestas por el grupo y estar pendiente de que esta se realice. C Este material fue elaborado por: A.S.J. Asociación para una Sociedad más Justa. : ASJ – Estudio Bíblicos
¿Cómo orar por una persona con problemas mentales?
Ceremonia del Encendido de Las Velas – Encendemos la vela de la Verdad para que Dios nos ayude a erradicar la ignorancia y la desinformación acerca de la depresión mayor, el trastorno bipolar, la esquizofrenia, la ansiedad severa y el trastorno obsesivo compulsivo.
- Oración en silencio) Encendemos la vela de Sanación, para que las mentes y corazones atribulados, las vidas y relaciones dañadas, sean sanadas.
- Oración en silencio).
- Encendemos la vela de Comprensión, para que la oscuridad del estigma, de las etiquetas, la marginación y la exclusión sean desterradas para beneficio de aquellos con enfermedades mentales.
(Oración en silencio). Encendemos la vela de Esperanza, por las personas que viven con enfermedad mental y sus familiares, para que tengan acceso a mejores tratamientos, por su recuperación, y para que tengan mejores oportunidades de trabajo y de servicio.
- Oración en silencio.) Encendemos la vela del Agradecimiento, por los cuidadores y profesionales de la salud que nos brindan su dedicación y su compasión; para que halla nuevos hallazgos en la investigación del cerebro y mejores medicinas (Oración en silencio).
- Encendemos la vela de la Fe, para desterrar la desesperanza y la duda en aquellos que han perdido la esperanza y se sienten desanimados.
(Oración en silencio). Encendemos la vela del Amor Firme y Constante, que nos recuerda la fe y el amor de Dios, y para no olvidar que debemos compartir la luz del amor y del servicio con aquellos que viven con enfermedad mental. (Oración en silencio).
¿Qué dice la Iglesia de los enfermos mentales?
ROMA, 25 Jun. (EUROPA PRESS) – El Papa Francisco ha llamado este viernes a ‘superar plenamente el estigma con el que a menudo se ha marcado a la enfermedad mental’ en un mensaje dirigido a los participantes en la Segunda Conferencia Nacional de Salud Mental, promovida por el Ministerio de Sanidad italiano bajo el tema ‘Por una salud mental comunitaria’.
- Tras saludar cordialmente a todos los participantes, el Santo Padre ha afirmado que este evento le ‘brinda la oportunidad de expresar la estima de la Iglesia’ y la suya propia hacia ‘los médicos y los trabajadores de la salud que se dedican a este delicado campo’.
- Según ha afirmado el Pontífice, ‘su compromiso de responder a las condiciones de quienes padecen trastornos mentales y ofrecerles un tratamiento adecuado es un gran bien para las personas y para la sociedad’.
‘Por lo tanto, es de suma importancia ser cada vez más conscientes de las exigencias profesionales y humanas necesarias para atender a estos hermanos y hermanas nuestros que, con la sensibilidad que acompaña a su fragilidad, han sentido con una gravedad particular los devastadores efectos psicológicos de la pandemia’, ha manifestado.
A su juicio, ‘es deseable que, por un lado, se refuerce el sistema sanitario de atención a las enfermedades mentales, sosteniendo también a quienes se dedican a la investigación científica de esas patologías, y por otro lado, promoviendo las asociaciones y organizaciones de voluntarios que acompañan a los enfermos y a sus familias’.
‘Es muy importante hacer partícipe al contexto vital en el que se encuentra el paciente, para que no le falte el calor y el afecto de una comunidad. El mismo profesionalismo médico se beneficia del cuidado integral de la persona. Cuidar al prójimo, en efecto, no es sólo un trabajo cualificado, sino una misión verdadera y propia que se cumple plenamente cuando el conocimiento científico se encuentra con la plenitud de la humanidad y se traduce en la ternura que sabe acercarse a los demás y preocuparse por ellos’, ha declarado.
Espera, según ha apuntado Francisco, ‘que el Simposio, al que contribuyen destacados expertos, suscite en las instituciones, en los organismos educativos y en los distintos sectores de la sociedad una sensibilidad renovada hacia quienes sufren problemas de salud mental, con el fin de infundir una mayor confianza’ en tantos hermanos y hermanas ‘marcados por la fragilidad’.
‘Se trata también de ayudar a superar plenamente el estigma con el que a menudo se ha marcado a la enfermedad mental y, en general, de hacer prevalecer la cultura de la comunidad sobre la mentalidad del descarte, según la cual se presta mayor atención y cuidado a quienes aportan ventajas productivas a la sociedad, olvidando que los que sufren hacen resplandecer en sus vidas heridas la belleza irreprimible de la dignidad humana’, ha indicado.
- El Papa ha afirmado que ‘la pandemia ha enfrentado al personal sanitario a enormes retos, mostrando a todos la necesidad de contar con fórmulas adecuadas de asistencia sanitaria para no dejar a nadie atrás y atender a todos de forma inclusiva y participativa’.
- Vuestra Conferencia Nacional va en esta dirección y, al daros las gracias a vosotros y a todos los que, a distintos niveles, se comprometen a aliviar el dolor de los que sufren, quiero expresaros mi caluroso apoyo para continuar en el camino fecundo de la atención solidaria.
Al formular mis mejores deseos para las jornadas de estudio e intercambio que os esperan, os aseguro mi recuerdo en la oración por los pacientes, sus familias, los voluntarios y todo el personal sanitario, al tiempo que invoco de corazón sobre cada uno la bendición de Dios’, ha concluido.
¿Que leer en la Biblia en caso de enfermedad?
Proverbios 17:22. Si alguno está enfermo, que llame a los ancianos de la iglesia, para que oren por él y en el nombre del Señor lo unjan con aceite. Y cuando oren con fe, el enfermo sanará, y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados.
¿Qué dijo Jesús sobre la enfermedad?
Esta enfermedad no es para la muerte En aquel tiempo, las hermanas de Lázaro le mandaron recado a Jesús diciendo: «Señor, el que tú amas está enfermo». Jesús, al oírlo, dijo: «Esta enfermedad no es para la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella».
Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo se quedó todavía dos días donde estaba. Solo entonces dijo a sus discípulos: «Vamos otra vez a Judea». Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa.
Y dijo Marta a Jesús:
- «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano.
- Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».
- Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará».
- Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección en el último día».
Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?». Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».
Jesús se conmovió en su espíritu, se estremeció y preguntó: «¿Dónde lo habéis enterrado?». Le contestaron: «Señor, ven a verlo». Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: «¡Cómo lo quería!». Pero algunos dijeron: «Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que este muriera?».
Jesús, conmovido de nuevo en su interior, llegó a la tumba. Era una cavidad cubierta con una losa. Dijo Jesús: «Quitad la losa».
- Marta, la hermana del muerto, le dijo: «Señor, ya huele mal porque lleva cuatro días».
- Jesús le replicó: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?»
- Entonces quitaron la losa.
- Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado».
- Y dicho esto, gritó con voz potente: «Lázaro, sal afuera».
El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: «Desatadlo y dejadlo andar». Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. La Iglesia nos propone en el quinto y último domingo cuaresmal la resurrección como tema central de las lecturas.
En el Evangelio, la de Lázaro, el amigo de Betania al que Jesús saca de la sepultura anticipando lo que Dios hará con Él mismo tras sufrir muerte de cruz. Pero la actualidad de los acontecimientos que vivimos nos hace enfocar el pasaje del Evnagelio con nuevos ojos, con otra mirada en la que percibimos la realidad a nuestro alrededor.
Hay mucho donde detenerse en este Evangelio profundo y emocionante en el que, por ejemplo, aparece la más genuina confesión de fe en Cristo el Mesías salida de los labios de Marta. Sin embargo, vamos a detenernos al comienzo, justo cuando las hermanas de Lázaro le mandan recado y Jesús pronuncia una palabra enigmática, misteriosa, que seguro que ninguno de los que la escuchó supo interpretar correctamente: «Esta enfermedad no es para la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella».
También hoy vemos una enfermedad dolorosísima que está arrancando de nuestro lado a millares de compatriotas y hermanos de todas partes del mundo. También hoy percibimos el sinsentido del dolor y el sufrimiento, pero también hoy, por boca del Papa Francisco, viene Dios en nuestra ayuda: ‘Porque esta es la fuerza de Dios: convertir en algo bueno todo lo que nos sucede, incluso lo malo.
Él trae serenidad en nuestras tormentas, porque con Dios la vida nunca muere’. Sus contemporáneos lo supieron cuando vieron cómo se levantaba de la tumba Lázaro. Nosotros lo sabemos porque lo confesamos como la principal verdad revelada, tal como Pedro -el primer Papa de la Iglesia- se lo hace saber a los israelitas en el discurso de conversión en Jerusalén que se relata en Hechos 2, 22: ‘Israelitas, escuchad estas palabras: a Jesús el Nazareno, varón acreditado por Dios ante vosotros con los milagros, prodigios y signos que Dios realizó por medio de él, como vosotros mismos sabéis, a este, entregado conforme al plan que Dios tenía establecido y previsto, lo matasteis, clavándolo a una cruz por manos de hombres inicuos.
¿Qué es la enfermedad para Dios?
Algunos creyentes en Cristo creen que la búsqueda de ayuda médica refleja una falta de fe en Dios. Existen quienes creen, erróneamente, que deben desechar sus medicinas y dedicarse a orar por sanidad. Cuando meditamos en la forma en la que nos comportamos en otras áreas de nuestra vida, nos damos cuenta de la falta de lógica de este punto de vista.
Si su bicicleta se descompone, ¿la lleva al mecánico o espera a que Dios haga un milagro y la arregle? Si se abre una gotera en el techo de su casa, ¿espera a que Dios repare el techo o lo repara usted? Dios puede reparar una bicicleta o arreglar el techo de una casa; asimismo Él puede sanar nuestro cuerpo.
El hecho de que Dios pueda hacer milagros de sanidad no significa que debamos siempre esperar milagros. Debemos buscar la ayuda de los que tienen el conocimiento y las habilidades para ayudarnos. ¿Qué dice la Biblia con relación a los médicos? Muchos versículos en la Biblia hablan del uso de los tratamientos médicos que eran comunes en aquellos días.
- Entre estos, está el uso de: vendajes (Isaías 1:6) aceite (Santiago 5:14) aceite y vino (Lucas 10:34) hojas (Ezequiel 47:12) bálsamo (Jeremías 8:22).
- Sabemos que Lucas, el autor del libro de los Hechos y del Evangelio que lleva su nombre, fue médico (Colosenses 4:14).
- En cierta ocasión, Pablo le dio un consejo a Timoteo, relacionado con un tratamiento médico (1 Timoteo 5:23).
En la Biblia se menciona a médicos unas doce veces. El único versículo que puede ser usado erróneamente para enseñar que no debemos recurrir a los médicos es 2 Crónicas 16:12, que dice: «En el año treinta y nueve de su reinado, Asá se enfermó de los pies; y aunque su enfermedad era grave, no buscó al Señor, sino que recurrió a los médicos».’ El problema aquí no fue que Asá recurrió a los médicos, sino que él «no buscó al Señor».
- Siempre debemos acudir a la ayuda de Dios «además de» y no «en lugar de» recurrir al tratamiento médico adecuado.
- En Mateo 9, los fariseos le preguntaron a Jesús por qué pasaba tiempo con los pecadores.
- Jesús les contestó: «No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos» (Mateo 9:12).
- Jesús reconoció que los enfermos necesitan a los médicos.
Él no condenó el acto de acudir a los médicos ni a los tratamientos «del mundo». Sí, Jesús hizo muchos milagros de sanidad mientras estaba en este mundo, pero estos fueron en parte para demostrar a los pueblos que Él era el Mesías prometido (Lucas 4:18).
¿De qué manera debemos responder? ¿Deben entonces los cristianos acudir al médico?¡Claro que sí! Dios nos creó como seres inteligentes. Él nos dio la habilidad para crear la medicina y aprender cómo sanar nuestro cuerpo. Los médicos son una de las maneras por medio de las cuales Dios nos proporciona sanidad y recuperación.
No obstante, lo que vemos es que en este mundo caído no todas las personas son sanadas; y no entendemos por qué. Sabemos que Pablo luchó con un problema al que llamó «una espina en el cuerpo» (2 Corintios 12:7). Cualquiera que haya sido su problema, Dios no lo sanó, sino que le dio la fuerza para soportarlo.
Comente sobre un momento en el que usted estuvo enfermo. ¿Recibió ayuda médica? ¿Le ayudaron en la iglesia? ¿Recibió fortaleza de parte de Dios? ¿De qué manera podemos alentar a las personas para que busquen ayuda médica cuando la necesitan, además de orar por sanidad?
El presente estudio bíblico es una adaptación de un artículo publicado en el sitio Got questions ( www.gotquestions.org ). Nótese que las opiniones vertidas en otros artículos de este sitio no necesariamente reflejan las opiniones de Tearfund.
¿Cómo pedir a Dios por sanidad?
Oración – Padre nuestro que está en los cielos, Vengo delante de ti reconociendo que solo tú eres Dios. Reconozco que eres Dios de amor, de compasión y de misericordia. Por eso hoy te pido que te acuerdes de (amigo/a), Que está enfermo/a de _. Te pido, Jehová, que extiendas tu mano sanadora hacia (amigo/a).
Te pido, Jehová, que quites el dolor de su cuerpo. Te pido, Jehová, que confortes su alma durante estos momentos difíciles. Te pido, Jehová, que (amigo/a) sepa que tu estas a su lado siempre. La Biblia dice que tú le has dado autoridad a tu hijo Jesús sobre todas las cosas. Así que yo declaro que en el nombre de Jesús, la enfermedad se va de (amigo/a) Tengo fe que tú, Jehová, tienes el poder para sanar.
Confío que la obra de sanidad está hecha en (amigo/a). Gracias Jehová por escuchar mi petición. Gracias por tu amor y por tu misericordia. Gracias por tus grandes obras. Gracias por la salud de (amigo/a). Que tu voluntad sea hecha, en el nombre de Jesús, amen.
¿Cómo se tiene que orar?
¿Cómo debemos orar? – No importa dónde estemos, ya sea que estemos de pie o arrodillados; ya sea que oremos verbalmente o en silencio, en forma individual o a favor de un grupo, debemos siempre hacerlo con fe, ‘con un corazón sincero, con verdadera intención’ ( Moroni 10:4 ).
Al orar a nuestro Padre Celestial, debemos decirle lo que realmente sentimos en el corazón, confiar en Él, pedirle perdón, suplicarle, agradecerle y expresarle nuestro amor. No debemos repetir palabras ni frases sin sentido (véase Mateo 6:7–8 ). Siempre debemos pedir que se haga Su voluntad, recordando que a veces lo que deseamos no es lo mejor para nosotros (véase 3 Nefi 18:20 ).
Al terminar la oración, debemos hacerlo en el nombre de Jesucristo (véase 3 Nefi 18:19 ).
¿Cuál es el salmo de la salud?
Medita en estos versículos cuando te preocupas por la enfermedad de alguien. Imagen provista por Unsplash Por Jennica Stevens La enfermedad puede ser una experiencia extremadamente estresante y aterradora. A menudo es aún peor cuando no eres la persona enferma. Mientras esperas que los médicos realicen las pruebas o te sientas al lado de la cama de tu ser querido, manteniendo una vigilia constante, a menudo te sientes impotente.
Es poco lo que puedes hacer para cambiar la situación o para aliviar el dolor de la persona enferma. Ya sea que la enfermedad sea corta o se prolongue durante años, la experiencia es agotadora. Los salmos ofrecen consuelo en medio de tiempos difíciles como estos, porque son las oraciones de personas en peligro.
Los escritores conocen la angustia y el sufrimiento, y también conocen al Dios que escucha sus oraciones. Los salmos son sus sinceros clamores a Dios por ayuda, consuelo, tranquilidad. Ruego que al leer y meditar en estos salmos hoy, recuerdes la esperanza y la paz que Dios provee.
Salmos 23.1-3 «El Señor es mi pastor; nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre.» Salmos 6.2-3 «Señor, ten compasión de mí, pues me siento sin fuerzas. Señor, devuélveme la salud, pues todo el cuerpo me tiembla.
¡Estoy temblando de miedo! Y tú, Señor, ¿cuándo vendrás?» Salmos 91.1-4 «El que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y Todopoderoso, dice al Señor: «Tú eres mi refugio, mi castillo, ¡mi Dios, en quien confío!» Solo él puede librarte de trampas ocultas y plagas mortales, pues te cubrirá con sus alas, y bajo ellas estarás seguro.
- ¡Su fidelidad te protegerá como un escudo!» Salmos 28.7-9 «El Señor es mi poderoso protector; en él confié plenamente, y él me ayudó.
- Mi corazón está alegre; cantaré y daré gracias al Señor.
- El Señor es la fuerza de su pueblo; es ayuda y refugio de su rey escogido.
- Salva a tu pueblo, Señor; bendice a los tuyos.
Cuídalos como un pastor; ¡llévalos en tus brazos para siempre!» Versículos tomados de la versión Dios habla hoy, tercera edición, 1994.
¿Cómo pedirle a Dios por la salud?
¡ Dios todopoderoso!, Señor de la humanidad: quita las dificultades, y de sus males libra a los enfermos. Alivia sus sufrimientos y sánalos, pues tú eres el Sanador. No hay cura, sino a través de ti. Ayúdanos a permanecer firmes y haz que nuestra fe se establezca bien.