Que Dice La Biblia De Los Gobernantes?
Felipe Aguirre
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10 Versículos de la Biblia para Orar por los Gobernantes ¡Y su Buena Gestión! La oración divina no excluye a los gobernantes y a las naciones del mundo de la palabra de Dios. Por ello, se incluye en la iglesia y en los templos la lectura de los versículos de la biblia para orar por los gobernantes,
Tito 3:1: Los creyentes, a través de sus acciones, deben practicar la obediencia y la sumisión. Los gobernantes están obligados a cumplir sus promesas. Romanos 13:1: Las sociedades deben respetar y asumir sus deberes y derechos con respeto. Y, por parte de las autoridades, debe haber la disposición de preservar el orden y la justicia en los países. Timoteo 2:1-2: La unión de los pueblos hace la fuerza para lograr la lealtad de los gobernantes. La paz y el sosiego requieren de plegarias, de letanías, de amor a Dios para lograr una vida digna. Alabado sea el Señor. Mateo 12:25: En contraste con la política, la iglesia se opone a la división de los pueblos, esto causa aislamiento. El Señor fue predicador de la unión y pidió a los reyes solidaridad con sus congéneres. La oración une al mundo, los líderes también. Jobe 12:23: Sin duda, hay que tener claro que muchos gobernantes engrandecen sus naciones, pero otros la destruyen. Los líderes deben estar comprometidos con la prosperidad, no con el atraso. Génesis 12:2: Existen gobernantes muy alineados con sus congéneres y con la escritura sagrada. Honran a la iglesia y al santísimo, no son mesías, son líderes que tratan de ser profetas en su tierra. Muchos lo logran, otros no. Daniel 2:21: Dios es omnipotente, vigila sobre todo a los poderosos, él pone y dispone. No permite el abuso ni la discriminación, el ama a su prójimo. Salmos 22:28: El reino de los cielos aclama al Señor por su sabiduría, por eso se dice, que él gobierna el poder a través de sus líderes. Los apóstoles ayudan en su encomienda. Pedro 2:7: Los creyentes son la piedra angular de la oración. Con ellos llegamos a la gloria, mientras los gobernantes se mantengan en sintonía con la pureza y la verdad gozará del reino de Dios. Así lo establece la sagrada Biblia. Proverbios 11:14: De cualquier manera, es importante resaltar que sin liderazgo racional y organizado, las naciones tienden al fracaso. Los gobernantes con su actuación, sus decisiones y su emprendimiento, pueden lograr el éxito.
La toma del poder es un compromiso muy arriesgado si desconocemos la necesidad del pueblo. La pacificación y el entendimiento ayudarán a los líderes a alcanzar sus objetivos. Pacto divino.
¿Qué dice la Biblia de los gobiernos?
Los gobiernos terrenales y el Reino de Dios Los gobiernos terrenales y el Reino de Dios Capítulo 36 El presidente Brigham Young, colonizador, estadista y primer gobernador de Utah, honró y sirvió a su gobierno. En julio de 1846, cuando los santos se preparaban para su jornada desde Iowa al Valle del Lago Salado, el gobierno de los Estados Unidos les pidió ayuda en la guerra contra México.
Aunque el gobierno nunca había apoyado a los santos durante las dificultades que sufrieron en Misuri e Illinois, el presidente Young ordenó el reclutamiento del Batallón Mormón para ayudarle en esa guerra y prometió a sus integrantes que, si se comportaban correctamente, no habrían de participar en la lucha.
Esta promesa se cumplió. Asimismo, el enlistamiento del Batallón Mormón otorgó algún dinero para ayudar a los santos en su éxodo hacia el Oeste norteamericano. Quinientos hombres salieron de los Campos de Israel en su afanosa marcha de más de 3.000 kilómetros hacia California y el Océano Pacífico.
- Refiriéndose a aquellos voluntarios, el presidente Young dijo: ‘Nunca recuerdo a esa pequeña compañía de hombres sin pensar, ‘Dios los bendiga siempre y para siempre’.
- Todo eso lo hicimos para demostrarle a nuestro gobierno que éramos leales’ ( DBY, 476).
- El presidente Young alentó siempre a los santos a ser leales a su gobierno, a obedecer sus leyes y a elegir a personas virtuosas y de integridad para los cargos públicos.
Si una nación infringe leyes saludables y oprime a cualquiera de sus ciudadanos o a otro país hasta rebosar la copa de su iniquidad mediante acciones que estén perfectamente bajo su control, Dios arrancará del poder a sus autoridades, y éstas pasarán al olvido; y Él tomará a otro pueblo, aun a los pobres y despreciados, a los que sean un escarnio y un oprobio entre las naciones populares, y les conferirá poder y sabiduría; y progresarán y prosperarán hasta llegar a ser un gran país en la tierra ( DBY, 357).
Dios hace que los imperios fuertes y potentes alcancen la cima de la grandeza humana para llevar a cabo sus inescrutables propósitos y, cuando así lo desea, los derrumba y arroja en el olvido de la antigüedad. Todos estos cambios extraordinarios están señalando y preparando el camino para inaugurar Su Reino en tiempos venideros, el cual permanecerá para siempre y progresará en grandeza y poder hasta el día en que una sagrada y perdurable paz religiosa y política causará que el corazón de los pobres de la humanidad se regocijen en el Santo de Israel, al reconocer que Su Reino existe triunfal en todo lugar ( DBY, 357).
Un gobierno teocrático aquel en el que todas las leyes se promulgan y administran en justicia y cuyos oficiales poseen esa potestad que procede del Todopoderoso ( DBY, 354). Si el Reino de Dios o un gobierno teocrático se estableciera en la tierra, mucho de lo que hoy se practica sería abolido ( DBY, 354).
- No se permitiría que una comunidad se dispusiera en oposición a otra para obligarla a obedecer sus normas; una religión no podría perseguir a otra porque no esté de acuerdo con sus propias creencias y su modo de adoración.
- Cada uno sería protegido en el disfrute de sus derechos religiosos y sociales y no habría nación, gobierno, comunidad ni persona que poseyese el privilegio de infringir los derechos de otros; ninguna comunidad cristiana se levantaría para perseguir a otra ( DBY, 354).
Quienquiera que viva hasta el día en que el Reino de Dios se encuentre establecido en la tierra en su totalidad podrá ver a un gobierno que protegerá los derechos de toda persona. Si ese gobierno estuviese reinando actualmente veríamos a los católicos romanos, a los católicos griegos, a los episcopales, a los presbiterianos, a los metodistas, a los cuáqueros, a los tembladores, a los hindúes, a los musulmanes y a toda clase de gente devota estrictamente protegida en sus derechos civiles y en su privilegio de adorar a quien, lo que y cuando le plazca sin que interfiera en los derechos de otros.
- ¿Podría cualquier persona honrada en su sano juicio desear una libertad mayor? ( DBY, 355).
- ¿Cómo puede perdurar un gobierno libremente elegido? Hay una sola manera de lograrlo.
- Puede, sí, perdurar, pero ¿cómo? Puede perdurar como perdura el gobierno de los cielos, basándose en la roca eterna de la verdad y la virtud; y tal es el único fundamento sobre el cual cualquier gobierno puede perdurar ( DBY, 355).
Me agradan los buenos gobiernos y que entonces se administren sabia y justamente. El gobierno de los cielos, si fuese administrado con perversidad, llegaría a ser uno de los peores gobiernos sobre la faz de la tierra. No importa cuán bueno sea un gobierno, a menos que hombres sabios lo administren, se convertirá en un gobierno maligno ( DNW, 3 de junio, 1863, 2.) Ningún ser estará en condiciones de reinar, gobernar o mandar hasta no haberse sujetado a la obediencia de la ley y demostrar que, al magnificar la ley que lo rige, es digno de ser el amo de esa ley ( DBY, 357).
- Capaz de comunicar al nivel del entendimiento de la gente, de acuerdo con su capacidad, toda información pertinente a la correcta administración gubernamental.
- Dicha persona deberá entender cuáles son las normas administrativas que habrán de beneficiar más a la nación.
- Deberá asimismo poseer el conocimiento y la disposición para ejercer sabiamente el poder para designar, hasta donde constitucionalmente le corresponda, y escoger sólo a hombres buenos y capaces como funcionarios.
Deberá no sólo cumplir con los deseos legítimos y justos de sus electores, sino también ser capaz de ayudarles a entender y perfeccionar sus opiniones. Y todo buen funcionario en una administración propiamente elegida deberá trabajar en forma permanente para asegurar los derechos de todos, no importa cuál fuese su secta o su partido ( DBY, 363).
Un pueblo debe dedicar sus sentimientos, su inspiración y su fe para escoger a la mejor persona como Presidente, aunque sólo tenga patatas y sal para alimentarse, una persona que no aspire a ser más importante que la gente que lo elija, sino que se contente con vivir como la gente vive, vestirse como la gente se viste y en todo buen sentido ser parte de ella ( DBY, 363).
Queremos que para gobernar la nación haya hombres que aprecien más y se interesen más en el bienestar del pueblo en vez del oro y la plata, la fama o la popularidad ( DBY, 364). El dominio de sí mismo es la base de todo gobierno verdadero y eficaz, ya sea en los cielos o en la tierra Un gobierno en manos de gente inicua terminará en la miseria, pero en manos de los justos es imperecedero en tanto que su poder se extienda a los cielos ( DBY, 355).
Si vivimos nuestra religión, honramos a nuestro Dios y Su sacerdocio, honraremos también a todo gobierno y ley saludables que exista en la tierra En las diversas naciones, reinos y gobiernos del mundo pueden encontrarse leyes, ordenanzas y estatutos tan buenos como puedan crearse para los mortales ( DBY, 358).
¿Somos un pueblo político? Sí, en verdad muy político. Pero, ¿a qué partido pertenecen o por cuál votarán? Les diré por quiénes votaremos: votaremos por el hombre que haya de proteger los principios de la libertad civil y religiosa, el hombre de mayor conocimiento y que posee el mejor corazón y el mejor cerebro como estadista; y no nos importa en lo más mínimo que sea liberal, demócrata o republicano o cualquier otra cosa.
- Tal es nuestra política ( DBY, 358).
- Nosotros, como todo otro buen ciudadano, debemos procurar que se elija a hombres que sientan la obligación y responsabilidades a las que un pueblo poderoso les somete, que sientan y reconozcan la importante tarea que se les ha encomendado por medio de la voz del pueblo al llamárseles a administrar la ley ( DBY, 362).
¿A quiénes deseamos como funcionarios públicos? Como gobernantes, presidentes y estadistas, así como para cada cargo de confianza y responsabilidad, queremos a los mejores que podamos encontrar; y cuando los hayamos conseguido, oraremos por ellos y depositaremos en ellos nuestra confianza y nuestra influencia para que cumplan con la voluntad de Dios y se conserven a sí mismos y conserven al pueblo en la verdad y en la justicia ( DBY, 358).
¿Por qué deben los gobiernos basarse en las leyes de Dios para tener éxito? ¿Qué le acontecerá a cualquier gobierno que no se base en principios de justicia? (Como ejemplos de estos resultados, consideren el establecimiento y la caída de los reinos de los nefitas y de los lamanitas en diversas épocas del Libro de Mormón.) De acuerdo con el presidente Young, ¿cuál es el propósito de los gobiernos terrenales? (Véase también D. y C.134:1.) ¿Cuán diferente sería la sociedad si se estableciera en la tierra un gobierno teocrático (dirigido por Dios)? ¿Cuál es, al parecer del presidente Young, la mayor libertad que un gobierno teocrático proveería? (Véase también D. y C.134:4, 7, 9.)
¿Qué cualidades debe poseer un líder de gobierno? Si los líderes gubernamentales son inteligentes, bien informados e industriosos, ¿por qué es importante que también posean cualidades tales como la honradez y la virtud? ¿Por qué un candidato a gobernante debe tener experiencia en ser gobernado antes de estar capacitado para gobernar? ¿Por qué es importante que los líderes demuestren haber sido obedientes a la ley?
¿Por qué ‘el dominio de sí mismo’ es tan importante para tener éxito como gobierno terrenal? ¿De qué modo puede la rectitud de un pueblo al ser gobernado influir en el éxito de su gobierno? ¿Por qué es importante que votemos cuando se nos da el privilegio de hacerlo? ¿Cómo deberían ustedes decidir por quiénes habrán de votar? ¿Cómo podrían cumplir con su deber de ser ciudadanos responsables? (Véase también D. y C.134:5–6.)
: Los gobiernos terrenales y el Reino de Dios
¿Qué dice la Biblia acerca de los malos gobernantes?
Proverbios 28:2-26 Cuando el país anda mal, los gobernantes aumentan, pero el buen dirigente sabe mantener el orden. El malvado que oprime a los pobres es como fuerte lluvia que destruye las cosechas. Los que se apart | Biblia Dios Habla Hoy (DHH94PC) | Descargue La Biblia App ahora Cuando el país anda mal, los gobernantes aumentan, pero el buen dirigente sabe mantener el orden.
El malvado que oprime a los pobres es como fuerte lluvia que destruye las cosechas. Los que se apartan de la ley alaban al malvado; los que la cumplen están en contra de él. Los malvados no entienden nada de la justicia, pero los que recurren al Señor lo entienden todo. Más vale ser pobre y honrado que rico y malintencionado.
El que cumple la ley de Dios es un hijo inteligente, pero el que anda con glotones es la vergüenza de su padre. El que amontona riquezas cobrando intereses, las amontona para el que se compadece de los pobres. Si alguno no quiere atender la ley de Dios, tampoco Dios soportará sus oraciones.
- El que lleva a los buenos por mal camino, caerá en su propia trampa; pero los hombres intachables recibirán lo mejor.
- El rico se cree muy sabio, pero el pobre e inteligente puede ponerlo a prueba.
- Cuando triunfan los justos, se hace gran fiesta; cuando triunfan los malvados, la gente se esconde.
- Al que disimula el pecado, no le irá bien; pero el que lo confiesa y lo deja, será perdonado.
Feliz el hombre que honra siempre al Señor; pero el terco caerá en la desgracia. Igual que un león rugiente o un oso voraz es el malvado que gobierna a un pueblo pobre. El gobernante insensato aumenta la opresión; pero el que no es codicioso tendrá larga vida.
El que ha cometido un asesinato no parará hasta caer en la tumba: ¡que nadie intente detenerlo! El hombre honrado será puesto a salvo, pero el perverso caerá en la desgracia. Al que cultiva su campo, hasta le sobra comida; al que anda con ociosos, lo que le sobra es pobreza. Quien es digno de confianza, será alabado; quien tiene ansias de riquezas, no quedará sin castigo.
No está bien discriminar a nadie; hasta por un pedazo de pan se puede pecar. El ambicioso tiene prisa por ser rico, y no sabe que sobre él vendrá la pobreza. Con el tiempo, más se aprecia al que critica que al que alaba. Amigo de criminales es quien roba a sus padres y alega que no ha pecado.
El que mucho ambiciona, provoca peleas; pero el que confía en el Señor, prospera. Solo un necio confía en sus propias ideas; el que actúa con sabiduría saldrá bien librado. DHH94PC: Biblia Dios Habla Hoy Compartir : Proverbios 28:2-26 Cuando el país anda mal, los gobernantes aumentan, pero el buen dirigente sabe mantener el orden.
El malvado que oprime a los pobres es como fuerte lluvia que destruye las cosechas. Los que se apart | Biblia Dios Habla Hoy (DHH94PC) | Descargue La Biblia App ahora
¿Donde dice en la Biblia orar por nuestros gobernantes?
Orar por los gobernantes NOTA DEL EDITOR: Este artículo se publicó primero en la revista Nuestra Tarea, tirada de noviembre/diciembre 2004. Publicado de nuevo y editado, presenta verdades sobre las responsabilidades del creyente cristiano en las elecciones estatales y nacionales que se acercan.
- BIRMINGHAM, Ala.
- BP)–Dios nos ha bendecido doblemente en que vivimos en un país cuyos gobernantes han favorecido al cristianismo y han permitido la libre propagación del evangelio.
- Y algunos dicen que es nuestra obligación orar para que el próximo presidente y los gobernantes de esta nación sean personas, al igual que David, conforme al corazón de Dios (véase Hechos 18:22).
Pero ¿qué tenemos nosotros que ver con los gobernantes? ¿Acaso no dice la Biblia que nuestra ciudadanía está en los cielos? Sí, es cierto, pero también es verdad que aún nos encontramos en la tierra. Mientras estemos aquí tenemos que vivir en conformidad con las ordenanzas dadas en la Escritura.
- Ahora es el tiempo para que nos reunamos como hermanos en nuestras iglesias.
- Que integremos grupos de oración para pedir específicamente por los nuevos gobernantes que regirán a este país.
- Es necesario que hagamos una lista de las necesidades más urgentes de la nación, y hagamos de ella una prioridad.
La oración no es tan sólo pedir y recibir, sino que también agradecer, adorar y alabar al Señor y Dios. Existen dos partes activas en la oración: Dios y nosotros. La oración es tanto humana como divina. Cada pedido, cada deseo de nuestro corazón y cada necesidad debe empezar con la oración, buscando primero conocer la voluntad de Dios para nuestra vida.
- El Señor Jesucristo, quien ahora mora en cada creyente a través de su Santo Espíritu, intercede en el cielo por nosotros; por lo tanto, podemos acercarnos confiadamente al Padre para presentarle nuestras peticiones (Efesios 3:11–12; Hebreos 4:16).
- SEGUIR ORANDO Dios siempre está en el proceso de contestar las plegarias, pero existe un elemento vital que la mayoría de las personas pasan por alto, y es la constancia en la oración.
Tal vez vemos que no sucede nada, pero la demora entre lo que pedimos y cuándo lo recibimos no significa que Dios no esté contestando nuestras peticiones. La Escritura enseña que oremos ‘sin cesar’ (1 Tesalonicenses 5:17; véanse Lucas 18:1; Efesios 6:18).
- Unámonos como un cuerpo de creyentes en el vínculo de amor de Cristo, con el propósito común de participar seriamente en el destino de nuestra nación y del mundo.
- Intercedamos ante el trono de gracia por los futuros gobernantes.
- PRIMERO LA RELACIÓN Hay varias cosas esenciales para cualquier cristiano que genuinamente desea interceder a favor de otros.
Si queremos convertirnos en intercesores poderosos, debemos aprender a confiar en Dios en cuanto a nuestra relación con El. Abraham es un ejemplo. Cuando Dios le dijo que abandonara su tierra, su familia y la casa de su padre, no vaciló, sino que confió en Dios y le obedeció de inmediato (Génesis 12:1–4; Hebreos 11:8).
En 2 Crónicas 20:7, Isaías 41:8 y Santiago 2:23, se refiere a Abraham como amigo de Dios. Pudo decirse esto del patriarca porque pasaba tiempo con Dios. Una de las verdades fundamentales que necesitamos entender respecto a la oración es que primero debemos tener compañerismo con Dios. No podemos esperar que el Señor responda a nuestras oraciones si no lo conocemos.
Por lo tanto, si nuestra mayor anhelo es conocer a Cristo, nos encontramos en el camino correcto para convertirnos en intercesores. Dios ciertamente no tiene obligación de revelarle su voluntad a nadie; sin embargo, se deleita en hacerlo con los que han fomentado una relación con El (véase Salmo 25:14).
El profeta Jeremías sabía esta verdad. Dios le dijo: ‘Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces’ (Jeremías 33:3). Si deseamos ser intercesores, debemos buscar a Cristo como nuestra prioridad. Daniel, uno de los profetas de Dios, fue también un hombre de oración.
Dice la Biblia que sus oraciones hacían que el propio infierno temblara, enfureciendo al diablo. Esto lo comprobamos en el comienzo de su ministerio, cuando estaba bajo las órdenes de Nabucodonosor y buscó a Dios en oración y El le reveló lo que humanamente parecía imposible.
- Daniel es un ejemplo para nosotros de cuán importante es que oremos durante los tiempos de crisis; y ningún tiempo es más crucial que éste.
- Algo más que tenemos que aprender para fomentar una relación genuina con Dios es conocer su carácter.
- Comprender su carácter es saber que debemos orar por esas cosas que están en conformidad con su voluntad.
En la Biblia, encontramos todo lo que agrada al Señor al igual que las cosas que estamos obligados a hacer como creyentes. Una de ellas es este consejo del apóstol Pablo: ‘Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres’ (1 Timoteo 2:1).
- Hacer rogativas implica orar con un corazón sincero, intercediendo y dando gracias a Dios por todos.
- POR LOS QUE TIENEN AUTORIDAD Pablo urge igualmente a que oremos ‘por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
- Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador’ (1 Timoteo 2:2–3).
Al mencionar a los reyes y a los que están en eminencia, Pablo se refiere a todos los que se encuentran en posiciones de autoridad. Pueden ser los senadores, los diputados, los jueces de las cortes. Pueden ser los alcaldes, los gobernadores o el presidente; en fin, todos aquellos que ejercen algún grado de autoridad.
- — para poder vivir quieta y reposadamente
- — para que se nos permita vivir en santidad y dignidad
- — porque es bueno y agradable a Dios
- — para que las personas puedan ser salvas (v.4)
- — para que muchos puedan llegar al conocimiento de la verdad (v.4)
De Romanos 13:1–5, vemos que todas las autoridades superiores son impuestas por el propio Dios. La Biblia está colmada con textos que nos instan a que oremos por nuestros gobernantes y por todos los que están en posición de autoridad. Son pocos los cristianos que oran por sus gobernantes.
En cambio, muchos los critican por todos los medios posibles. Como cristianos que amamos a Dios y le servimos a través de la iglesia y las organizaciones misioneras, dispongámonos de todo corazón a integrar células de oración en nuestras iglesias, para así, con la ayuda del Señor, hacer la gran diferencia en la nación.
MOTIVOS DE ORACIÓN ¿Qué cosas específicas debemos pedirle a Dios? Muchos de nuestros representantes y senadores son personas como cualquiera de nosotros y realizan un gran sacrificio para servir a la nación. En ocasiones se sienten cansados y no cuentan con el tiempo suficiente para hacer todo lo que desearían.
- Asimismo, debemos orar por nuestros nuevos líderes gubernamentales, para que Dios les otorgue sabiduría, conocimiento y entendimiento (Santiago 1:5). Otras peticiones serían las siguientes:
- — Que reconozcan su propia insuficiencia y busquen la voluntad de Dios (Proverbios 3:5–8).
- — Que lean la Biblia (Salmo 119:1).
- — Que sean consejeros sabios (Proverbios 24:6).
- — Que sean personas honestas y morales en asuntos financieros (1 Timoteo 6:6–10).
- — Que sean personas de integridad, obedientes, que respeten a sus semejantes (Salmo 25:21).
- — Que Dios los libre del camino del mal y de los hombres malvados (Proverbios 2:12).
- — Que sus corazones y oídos estén atentos al consejo de Dios (Salmo 1:1–2).
- — Que hagan lo que es correcto ante los ojos del Creador (2 Crónicas 20:32).
- — Que nos gobiernen los justos (Proverbios 2:21).
- — Que el presidente y su gabinete pongan en vigor leyes que protejan la familia tradicional, les otorguen facultades a los padres de familia y apoyen las normas bíblicas de justicia y así sean prosperados (2 Crónicas 31:21).
- — Que dispongan su corazón y alma y busquen al Señor (1 Crónicas 22:19a).
- — Que Dios les otorgue un verdadero espíritu de mansedumbre y humildad, cuando tengan que tomar decisiones importantes.
- — Que el presidente esté rodeado de consejeros sabios que tengan comprensión del momento en que estamos viviendo.
- — Que Dios una a la nación y siempre respalde al presidente y a los gobernantes en todas esas decisiones que honren a Dios.
- ¿OPCIÓN O DEBER?
- Tal vez los elegidos no sean ésos con quienes simpatizamos o por quienes votamos; quizá sus acciones no estén en conformidad con nuestros deseos; pero Dios nos dice por medio de su Palabra que oremos, y no hacerlo es ser desobedientes (véase 1 Samuel 12:23).
Crea que Dios puede hacer todas las cosas. Reúnase con otros hermanos como usted y ore por nuestros futuros gobernantes. No hagamos como Elías, quien se refugió en una cueva y dijo: ‘sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida’ (1 Reyes 19:14c).
- No subestime el poder de la oración; para Dios todas las cosas son posibles (Marcos 10:27).
- Nuestras plegarias pueden afectar asuntos de importancia en esta nación y en el mundo.
- No cese de orar.
- El orar por los gobiernos le abre la puerta a una proclamación continua del evangelio y a una expansión en nuestro trabajo misionero.
Orar por los nuevos gobernantes significa que no sólo en este año, sino también en los años venideros, podremos llevar una vida tranquila, en quietud y paz. Dios no sólo responde a las plegarias de hermanos o hermanas ‘importantes,’ sino a las de personas comunes y corrientes como nosotros.
- Tenemos la responsabilidad, la obligación, de intervenir en la vida de otros mediante la oración.
- Dado el momento en que estamos viviendo, es de importancia vital que oremos por quienes gobiernan esta nación.
- Que nos convirtamos en verdaderos intercesores.
- Por lo tanto hagamos un compromiso de corazón y dediquémonos a trabajar fervorosamente en cada una de nuestras iglesias en pro de esta meta.
La plegaria intercesora es nuestro privilegio y responsabilidad. Tengamos seriedad al respecto. El Creador al que amamos y servimos es un Dios de amor. Muchas cosas buenas pueden sucederle a nuestra nación, si nos humillamos y buscamos su rostro, tal como dice su Palabra: ‘si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra’ (2 Crónicas 7:14).
- Los buenos gobernantes y sus buenas acciones son como fortalezas de bondad y prosperidad.
- Gracias, Padre celestial, en este día, por lo que vas a hacer por medio de nuestro gobierno, ya que ellos, como tus representantes aquí en la tierra, alimentarán a los hambrientos, contribuirán a mejorar la salud de los enfermos, impartirán castigo a los inicuos, dictarán leyes y regulaciones que contribuirán a brindarnos una vida mejor, construirán carreteras y redes de comunicación y escuelas para nuestros hijos, lucharán en pro de la libertad y apoyarán la expansión del evangelio. –30–
- Tomado con permiso de Nuestra Tarea (noviembre/diciembre de 2004), revista de misiones y ministerios de WMU.
¿Cuando el pueblo de Dios gobierna?
La Biblia de las Américas (Español) BLA – Proverbios 29:2 Cuando los justos aumentan, el pueblo se alegra; pero cuando el impío gobierna, el pueblo gime.
¿Cuando Dios quiere juzgar a una nacion?
‘Cuando Dios quiere juzgar a una nación, les da gobernantes malvados.’ Romanos 13:1 Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas.
¿Cómo orar por las autoridades terrenales?
Ora que los líderes de tu país sean instrumentos de paz. – Hay una regla social que dice que en la mesa no se habla de política. Otros dicen que la política no se debe tratar en el trabajo ni en la iglesia. Todos tenemos una opinión sobre cómo el gobierno de nuestro país y sus líderes están o no están cumpliendo con sus trabajos.
- Es fácil caer en el juego de las críticas y de las acusaciones.
- Sin embargo, la Biblia nos dice en Romanos 13:1 que Dios apunta a los gobernadores de todas las naciones.
- Ellos están sujetos a la voluntad y el juicio de Dios,
- Los cristianos debemos orar por los líderes y los gobiernos de nuestros países, para que Dios mantenga su mano sobre el pueblo.
Cuando oramos por la paz de nuestro país o de nuestra ciudad, estamos orando por algo que nos afectará directamente. Jeremías 29:7 dice ‘ Procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová, porque en su paz tendréis vosotros paz.’ Así que ora siempre por tu ciudad, tu país, y los lideres que tienen la responsabilidad de gobernar.
Orar por ellos es orar por tu propio bienestar. Puedes usar esta oración para orar por tu país y los lideres. Amado padre, Gracias porque en tu sabiduría has puesto orden en nuestra tierra en forma de las naciones. Gracias, Señor, porque has tenido un propósito conmigo y con mi familia aquí en esta ciudad y en este país, aunque a veces se me olvida que es así.
Dios, en este día te doy gracias por mi país y te pido que tu mano este sobre él. Como pueblo tenemos mucha necesidad. Necesitamos ayuda para los pobres, que nuestras calles estén limpias del crimen y las drogas, que nuestras familias se sientan seguras y que nadie en nuestra comunidad se sienta rechazado.
Usa a los líderes de nuestro país, a nuestro presidente/a, para que sean instrumentos tuyos del bien. No permitas que el orgullo sea un obstáculo para ellos. Que nuestros líderes sean sensibles al pueblo. Llénalos de compasión. Llénalos de sabiduría. El trabajo que tienen no es fácil, pero confiamos que tu será el guía de este país.
Sabemos, Padre, que tú apuntas a los gobernadores. Están bajo tu soberanía. Bendícelos en sus vidas personal y profesional. Úsalos para el bien de nosotros y para la gloria tuya. Algunos de ellos han sido crueles con nosotros, pero a ellos los dejamos en tus manos, sabiendo que eres un Dios justo.