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Que Dice La Biblia Del Divorcio Por Maltrato?

Que Dice La Biblia Del Divorcio Por Maltrato
La Biblia sobre el divorcio en caso de maltrato e infidelidad nos dice que es permitido bajo la voluntad de Dios. Dios no permite el divorcio bajo su voluntad cuando se da producto de los deseos egoístas y carnales de una persona, en tal caso el divorcio se puede dar por la vía legal pero no con la aprobación divina.

¿Qué dijo Cristo sobre el divorcio?

¿Prohibió Jesús el divorcio? Muchos se preguntan por qué Jesús adoptó una posición rígida con respecto al matrimonio y no comprendió que a veces las relaciones fracasan. Pablo y los evangelistas tradujeron su mensaje a un contexto cultural diferente. ¿Qué puede hacer la Iglesia hoy? Un día se le acercaron a Jesús los fariseos y le preguntaron en qué casos podía el hombre divorciarse de su mujer.

Jesús les respondió que nunca, porque el hombre no puede separar lo que Dios ha unido. Los discípulos reaccionaron molestos, y replicaron que si ésa era la situación del casado respecto de su mujer, mejor era no casarse. Pero Jesús añadió que, aunque ellos no lo entendieran, ésa era una exigencia fundamental para entrar en el Reino de Dios (Mt 19,1-12).

Después de dos mil años, esta frase de Jesús sigue siendo la base en la que se asienta la doctrina matrimonial de muchas Iglesias cristianas, que prohíben a sus miembros divorciarse y volverse a casar bajo pena de negarles la comunión. Pero ¿por qué Jesús asumió una postura tan rígida frente al matrimonio? ¿Acaso el maestro bueno y comprensivo no se dio cuenta de que a veces las relaciones de las parejas fracasan, y que muchos tienen necesidad de rehacer sus vidas y volver a amar? ¿O es éste el único tropiezo del que un cristiano no puede levantarse y recomenzar? Para descifrar el enigma, debemos examinar cómo se practicaba el divorcio en los tiempos de Jesús.

Cuidado con el mal carácter Según la Biblia todo judío, si quería, podía divorciarse de su mujer. Era un derecho otorgado por Moisés mediante una ley que decía: ‘Si un hombre se casa con una mujer, y después descubre en ella algo que no le agrada, le escribirá un acta de divorcio, se la entregará y la despedirá de su casa’ (Dt 24,1).

La norma era clara. Bastaba que el hombre redactara un escrito y se lo diera a su mujer. Lo que no estaba claro era qué motivo autorizaba al hombre a divorciarse. Porque la ley decía que tenía que haber ‘algo’ que no le agradara. Pero ¿qué era ese algo? Como Moisés no lo había aclarado, los judíos posteriores durante siglos trataron de entender a qué se refería.

Lamentablemente no se pusieron de acuerdo, y se formaron dos escuelas. La más flexible, del rabino Hillel, lo interpretaba en sentido amplio: ese ‘algo’ podía ser cualquier cosa: que la mujer quemara la comida, no se atara el cabello, gritara en la casa o tuviera mal carácter; incluso en el siglo II el rabino Aquiba decía que si el hombre encontraba otra mujer más linda, ya había ‘algo’ que le desagradaba en la suya y podía divorciarse.

La segunda escuela, del rabino Shammai, era más estricta: sostenía que un hombre sólo podía divorciarse por una causa gravísima: el adulterio de su mujer. Ningún otro motivo lo autorizaba. En tiempos de Jesús el tema no estaba resuelto, de modo que unos seguían las directivas de Hillel y otros las de Shammai.

Ésta es la razón por la que los fariseos interrogaron a Jesús sobre el tema del divorcio. Querían saber a cuál de las dos escuelas se adhería. Pero Jesús los sorprendió con su respuesta: a ninguna. Para él, el hombre no puede divorciarse jamás bajo ninguna causa, sea leve o grave. No apto para enamorados Lo primero que debemos preguntarnos es si las palabras de Jesús constituían una verdadera ley, es decir, una norma obligatoria para todos los hombres, o era sólo una invitación, una sugerencia ideal para quienes pudieran y quisieran cumplirla.

Algunos biblistas, impresionados por la dureza de estas palabras, creen que se trataba sólo de un consejo, no de un precepto obligatorio que todos debían observar. Pero el Nuevo Testamento da a entender otra cosa, ya que san Pablo, cuando habla de la prohibición del divorcio, dice claramente que es una ‘orden del Señor’ (1 Cor 7,10).

  • ¿Por qué Jesús se puso tan firme? Es que en aquel tiempo, el matrimonio se celebraba a edad temprana: 13 años para las niñas y 17 para los varones.
  • Los rabinos enseñaban: ‘Dios maldice al hombre que a los 20 años aún no ha formado una familia’.
  • Esto hacía que las parejas no se casaran por amor, sino que sus padres arreglaran el matrimonio (Ex 22,15-16).

Así, en la Biblia vemos cómo Abraham manda a su mayordomo a buscar esposa para Isaac (Gn 24,1-53), Agar elige la mujer para Ismael (Gn 21,21), Judá decide con quién se casará su hijo Er (Gn 38,6), el militar Caleb dispone quién será el marido de Aksá (Jos 15,16), y el rey Saúl hace lo mismo con Merab (1 Sm 18,17).

  1. El casamiento en Israel, pues, no era una alianza de amor sino un acuerdo social: el hombre necesitaba tener hijos y la mujer necesitaba quien la mantuviera.
  2. Se trataba de un convenio con beneficios para ambas partes.
  3. Eso no significa que necesariamente no hubiera amor en las parejas; con el tiempo muchas llegaban a amarse.

El fastidio de Dios No era un arreglo social ecuánime porque la mujer se hallaba en inferioridad de condiciones respecto del varón. Ella era considerada una ‘pertenencia’, una ‘propiedad’ de su marido, al mismo nivel que su buey o su asno (Ex 20,17; Dt 5,21), y éste gozaba de diferentes derechos.

  1. Así, el marido podía acostarse con otra mujer y no cometía adulterio (Ex 21,10); pero si la mujer lo hacía, incurría en un grave delito; el marido podía divorciarse si quería, pero la mujer no tenía derecho a hacerlo (Dt 24,1).
  2. Él podía mandarla, dominarla y decidir por ella.
  3. En ese contexto jurídico y social, era evidente que si un hombre se divorciaba de su mujer y la despedía del hogar, la dejaba totalmente desprotegida.

Difícilmente otro hombre querría desposar a una repudiada. Ella debía regresar a la casa de sus padres, los cuales muchas veces eran ancianos (si no habían muerto) y ya no podían mantenerla. Quedaba así forzada a vivir de la caridad pública, en una situación de total precariedad, indefensión económica y desamparo social.

  • En algunos casos, la única salida era la prostitución.
  • Resultaba tan degradante que el profeta Isaías menciona a la mujer repudiada como ejemplo del sufrimiento más grande en Israel (Is 54,6).
  • Y el profeta Malaquías, para mitigarlo, llega a decir que Dios ‘odia al que se divorcia de su mujer’ (Mal 2,16).

Aún así, si un hombre ya no deseaba vivir con su esposa y quería divorciarse, podía hacerlo sin demasiadas contemplaciones. Por eso Jesús, al prohibir el divorcio, lo que hizo fue ponerse de parte del más débil, del más expuesto y amenazado socialmente: la mujer.

En casa hay que vivir en paz Sin embargo, vemos con sorpresa cómo esta ‘orden terminante’ de Jesús fue más tarde suavizada por los autores bíblicos y adaptada a las diversas circunstancias que les tocaron vivir, de manera que en el Nuevo Testamento la encontramos en cuatro versiones diferentes. El texto más antiguo está en la 1º Carta a los Corintios, de san Pablo, y dice: ‘A los casados, no les ordeno yo sino el Señor: que la esposa no se separe de su marido.

Si se separa, que no vuelva a casarse, o que se reconcilie con su esposo. Y que tampoco el marido despida a su mujer’ (1 Cor 7,10-11). Hasta aquí, Pablo repite lo que dijo Jesús. Pero a continuación agrega: ‘Si el cónyuge es no creyente y quiere separarse, entonces que se separe; en ese caso el cónyuge creyente no está ligado; porque el Señor los llamó para vivir en paz’ (1 Cor 7,15).

Vemos que aquí Pablo permite una excepción. Porque él constataba que en sus comunidades, cuando un pagano se convertía al cristianismo, no siempre era acompañado por su cónyuge, lo cual generaba tensiones y roces. Al ver esto, permitió la separación en sus comunidades alegando una razón importante: que pudieran ‘vivir en paz’.

O sea que Pablo, apenas veinte años después de la muerte de Jesús, ya adaptó la enseñanza original a la situación misional que le tocaba vivir. Por un desorden sexual Décadas más tarde, san Mateo presenta una segunda versión de la norma. Según él, Jesús habría dicho a los fariseos: ‘Moisés les permitió divorciarse de sus mujeres; pero yo les digo que el que se divorcia de su mujer, excepto en caso de inmoralidad sexual, y se casa con otra, comete adulterio’ (Mt 19,8-9).

Para Mateo, Jesús permite una segunda excepción: en caso de ‘inmoralidad sexual’. Cuando esto ocurre, el hombre puede divorciarse y volver a casarse. En realidad, no fue Jesús quien introdujo esa excepción sino el mismo Mateo. ¿Por qué? Porque la inmoralidad sexual, en la comunidad donde él vivía, era un tema muy grave y urticante que generaba serias dificultades en la convivencia matrimonial.

Por lo tanto, para evitar males mayores y salvaguardar la paz de las conciencias, Mateo autorizó, en esas circunstancias, la disolución del vínculo. ¿A qué ‘inmoralidad sexual’ se refería? Es difícil saberlo. La palabra griega que emplea ( pornéia ) es un término genérico que puede designar distintos desórdenes: adulterio, incesto, prostitución, vida disipada, flirteo con otro hombre.

  • Por eso las Biblias no se ponen de acuerdo y ofrecen distintas traducciones.
  • Pero sea cual fuere su significado, lo interesante es que Mateo permitió una excepción a la indisolubilidad matrimonial señalada por Jesús.
  • Lo imposible no se prohíbe En el Evangelio de Marcos descubrimos una tercera enseñanza diferente sobre el divorcio.
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Según éste, en su discusión con los fariseos Jesús dijo que el hombre no debe divorciarse de su mujer (Mc 10,9); y cuando sus discípulos le pidieron una explicación, les aclaró: ‘Quien se divorcia de su mujer y se casa con otra comete adulterio contra aquella; y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio’ (Mc 10,11-12).

Tenemos aquí una nueva sorpresa. Según Marcos, lo que ahora Jesús prohíbe no es el divorcio, sino volver a casarse. Mientras Mateo decía que Jesús condenaba la separación en sí, debido a la desprotección en la que quedaba la mujer, Marcos no prohíbe que el hombre se separe. Puede separarse. Lo que no puede hacer es casarse otra vez.

Esto se debe a que Marcos escribe para los cristianos de Roma; y allí la mujer gozaba de una autonomía social superior y podía contar con medios propios de supervivencia, de manera que la simple separación de su marido no la afectaba en su dignidad. Por eso un cristiano de su comunidad, si andaba mal con su mujer, podía divorciarse y seguir considerándose cristiano.

  1. Pero no podía tomar una segunda mujer.
  2. Esta no fue la única adaptación que hizo Marcos.
  3. También dice que Jesús prohibió que ‘la mujer se divorciara de su marido’.
  4. Eso jamás podía haberlo dicho Jesús.
  5. Él enseñó en Palestina, y ante un auditorio judío.
  6. Y según la ley judía, la mujer no podía divorciarse.
  7. ¿Qué sentido tiene prohibir algo que no se puede hacer? Pero como Marcos escribió en Roma, donde la ley sí otorgaba a la mujer el derecho al divorcio, extendió la prohibición de Jesús también a ella, para que quedara en claro que, aunque la ley civil lo autorizaba, Jesús no lo consentía.

Que se note su grandeza Finalmente, en el Evangelio de Lucas hallamos la última versión sobre el divorcio (que también aparece en un segundo texto de Mateo: 5,32). Para Lucas, Jesús enseñó: ‘Todo el que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con una divorciada por su marido, comete adulterio’ (Lc 16,18).

  • Según este dicho, Jesús no sólo prohibió a un divorciado volver a casarse, sino también a un soltero casarse con una divorciada.
  • ¿Por qué Lucas asumió esta postura? Porque en el Antiguo Testamento los sacerdotes, debido a que eran hombres especialmente consagrados a Dios, no podían casarse con una divorciada, cosa que sí podían hacer los demás judíos (Lv 21,7).

Al parecer, Lucas quiso extender este particular estilo de vida a todos los cristianos de su comunidad, para decir que también ellos eran consagrados a Dios, y por lo tanto sus vidas debían ser especiales y preservadas de cuanto pudiera deshonrarlas.

Vemos pues que, si bien Jesús prohibió el divorcio, su norma fue más tarde adaptada por los autores bíblicos según las necesidades de cada comunidad, de manera que hoy tenemos diferentes versiones de ella: a) según Pablo, Jesús permitió el divorcio si un cónyuge se convertía al cristianismo y el otro no; b) según Mateo, Jesús permitió el divorcio en caso de inmoralidad; c) según Marcos, lo que prohibió fue que un divorciado se volviera a casar; d) y según Lucas, prohibió incluso que un soltero se casara con una divorciada.

Entre Papas y Concilios También la tradición de la Iglesia se mantuvo indecisa en cuanto al modo de aplicar ese mandato de Jesús. Mientras en los siglos III al VI algunos Santos Padres orientales rechazaron absolutamente el divorcio, otros lo aceptaron en caso de adulterio; por ejemplo Orígenes († 255), Basilio Magno († 379), Gregorio Nacianceno († 390), Epifanio († 403), Juan Crisóstomo († 404), Cirilo de Alejandría († 444), Teodoreto de Ciro († 466) y Víctor de Antioquía (s.V).

  1. También muchos escritores eclesiásticos latinos de los siglos III al VIII aceptaron el divorcio en casos extremos, como Tertuliano († 220), Lactancio († 325), Hilario de Poitiers († 367), el Ambrosiaster (s.IV), Cromacio († 407), Avito († 530) y Beda el Venerable († 735).
  2. Además, varios Concilios aceptaron y regularon el divorcio, como el de Arlés (año 314), el de Agde (año 506), el de Verberie (año 752) y el de Compiègne (año 757).

El de Verberie establecía: ‘Si una mujer intenta dar muerte a su marido, y éste lo puede probar, puede divorciarse de ella y tomar otra’. Y el de Compiègne decía: ‘Si un enfermo de lepra lo permite, su mujer puede casarse con otro’. Hasta hubo Papas que autorizaron el divorcio y nuevo casamiento, como Inocencio I (siglo V), quien lo permitía ante el adulterio de la mujer; y san Gregorio II (siglo VIII), que lo consentía si la esposa estaba enferma.

Sólo a fines del siglo XII, con el papa Alejandro III, se estableció de manera definitiva la postura actual de la Iglesia católica, que prohíbe absolutamente el divorcio y nuevo casamiento. Es decir que ni la Biblia, ni la tradición, ni los primeros mil años de historia cristiana respaldan la doctrina de que el matrimonio debe ser ‘hasta que la muerte los separe’.

Acompañar otra vez al débil Jesús prohibió el divorcio. Y tenía una buena razón. En su tiempo el matrimonio era un acuerdo social, establecido por los padres, cuyo móvil era la conveniencia mutua y no el amor; y en caso de romperse el pacto, la mujer quedaba socialmente indefensa y expuesta a una vida inhumana.

  1. Por eso asumió la defensa del más débil y condenó la separación.
  2. Hoy la Iglesia debe preguntarse: ¿aquella prohibición sigue teniendo vigencia? ¿Es aplicable al matrimonio moderno? Ciertamente no.
  3. Primero, porque en la sociedad actual la mujer puede ganarse la vida sola, sin necesidad del varón.
  4. Segundo, porque el ‘móvil’ que hoy lleva a dos personas a casarse es el amor; y si éste fracasa, no se les puede prohibir volver a buscarlo.

En tiempos de Jesús no podía decirse que el amor se acababa, porque no había sido el móvil del matrimonio; por eso no era motivo para el divorcio. Es decir que hoy, habiendo desaparecido las dos razones por las que Jesús prohibió el divorcio, aquella orden ya no tiene vigencia.

  • ¿Qué debería hacer la Iglesia? Lo mismo que hizo Jesús: ponerse de parte del más débil.
  • Y el más débil es el que se separa.
  • Cuando un hombre se divorcia suele quedar lastimado, inseguro, con problemas económicos, añorando a sus hijos, con los que no volverá a tener una relación natural.
  • Por su parte, la mujer muchas veces se siente abandonada, triste, sola y con dificultades para volver a creer en el amor.

¿Qué tiene de bueno el divorcio? Nada. Todo divorcio es una masacre emocional, el fin de una ilusión, la brutal ruptura de un proyecto que se creía para siempre. Por eso sólo la persona que llega a una situación insostenible lo concreta. Y por eso la Iglesia, en vez de castigarla, debería cuidarla más que a los felizmente casados, abrirles las puertas de la comprensión, de los sacramentos, y la incorporación a sus instituciones.

Uno de los encuentros más grandiosos de la vida de Jesús fue con una mujer cinco veces divorciada, que además vivía en concubinato: la samaritana (Jn 4). ¿Hoy Jesús le negaría un encuentro de comunión a un divorciado vuelto a casar? Si Pablo, Marcos, Mateo y Lucas supieron traducir su mensaje sobre el divorcio a un contexto cultural diferente, sería bueno que la Iglesia hoy también lo hiciera.

Que vuelva al Evangelio y no separe lo que Dios ha unido: el hombre con Jesús. El autor es doctor en Teología bíblica. : ¿Prohibió Jesús el divorcio?

¿Qué dice la Biblia sobre el maltrato?

Reseña – El abuso es el maltrato o la negligencia hacia otras personas (tales como un hijo o un cónyuge, los ancianos o los discapacitados) de una manera que cause daño físico, emocional o sexual. La postura de la Iglesia es que el abuso no se puede tolerar en ninguna de sus formas y quienes ejercen abuso serán responsables ante Dios (véanse Mateo 18:6 ; Marcos 9:42 ; Lucas 17:2 ).

El Señor espera que hagamos todo lo posible para prevenir el abuso y proteger y ayudar a las víctimas. No se espera que nadie padezca un comportamiento abusivo. Los informes de abuso no deben desestimarse nunca. Todos deben tratar con compasión y sensibilidad a las víctimas y sus familias. Las personas afectadas por el abuso necesitan ser oídas y recibir apoyo.

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Cuando los obispos y presidentes de estaca tengan conocimiento de un abuso o sospechen que se ha producido uno, deben llamar de inmediato a la línea telefónica de ayuda contra el maltrato que la Iglesia haya establecido en su país o a la oficina del Área, donde recibirán información específica sobre cómo ayudar a las víctimas, cómo protegerlas de futuros abusos y cómo cumplir con cualquier obligación que tengan de comunicar el abuso.

El abuso también podría violar las leyes de la sociedad. La Iglesia alienta que se comuniquen los casos de abuso a las autoridades civiles, y tanto los líderes de la Iglesia como sus miembros deben cumplir con todas las obligaciones legales de denunciarlos. En algunos lugares, los líderes y maestros que prestan servicio con niños tienen la obligación legal de denunciar el abuso o maltrato infantil a las autoridades civiles.

En otras partes, cualquier persona que tenga conocimiento de situaciones de abuso infantil o hacia personas ancianas o discapacitadas tiene la obligación legal de informar dichos abusos a las autoridades civiles. Los líderes, los familiares y los amigos deben hacer todo esfuerzo posible por detener el abuso, brindar protección a la víctima y ayudarle a procurar sanación.

Algunas víctimas tal vez necesiten ayuda para denunciar el abuso a las fuerzas de seguridad o a los servicios de protección. También es posible que, durante el proceso de sanación, las víctimas necesiten ayuda de profesionales como médicos y terapeutas. La mayoría de las víctimas son abusadas por conocidos, que pueden ser sus cónyuges, familiares, personas con las que salen, amigos u otras personas que conocen.

Las víctimas deben tener la certeza de que, sin importar quién abuse de ellas, no son culpables de la conducta dañina de esa persona. La víctima no es culpable. Si bien algunos tipos de abuso o maltrato causan daño físico, todas las formas de abuso afectan la mente y el espíritu.

  1. Las víctimas de abuso suelen batallar con sentimientos de confusión, duda, culpa, vergüenza, recelo y temor.
  2. Puede que se sientan desamparadas, indefensas, solitarias y aisladas.
  3. Tal vez incluso cuestionen el amor del Padre Celestial y su propio valor divino.
  4. Sin embargo, tanto las víctimas como quienes les dan apoyo pueden tener la certeza de que, mediante Su expiación infinita, el Salvador les brinda socorro, sanación y poder (véanse Alma 7:11–12 ; 34:10 ).

Las víctimas de abuso o maltrato pueden hallar consuelo al procurar guía espiritual y apoyo de los líderes de la Iglesia durante su sanación. La principal responsabilidad de los líderes de la Iglesia es ayudar a quienes hayan sido víctimas de abuso y proteger a aquellos que puedan ser vulnerables a padecerlo en el futuro.

Los líderes pueden consultar counselingresources.ChurchofJesusChrist.org para obtener más información. Los principios de ‘ La Familia: Una Proclamación para el Mundo ‘ establecen la norma en cuanto a cómo debemos tratarnos. Seguir esos principios nos permite desarrollar relaciones fuertes y sanas. Los padres, cónyuges y familiares pueden valerse de esos principios para evaluar cómo se comunican y tratan entre sí.

Véase abuse.ChurchofJesusChrist.org para obtener más información. Anote sus impresiones

¿Donde dice en la Biblia que Dios odia el divorcio?

Malaquías 2:16 «¡Pues yo odio el divorcio! —dice el SEÑOR, Dios de Israel—. Divorciarte de tu esposa es abrumarla de crueldad —dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales—. Por eso guarda tu corazón; y no le seas inf | Nueva Traducción Viviente (NTV) | Descargue La Biblia App ahora Lea la Biblia, descubra Planes y busque a Dios todos los días. : Malaquías 2:16 «¡Pues yo odio el divorcio! —dice el SEÑOR, Dios de Israel—. Divorciarte de tu esposa es abrumarla de crueldad —dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales—. Por eso guarda tu corazón; y no le seas inf | Nueva Traducción Viviente (NTV) | Descargue La Biblia App ahora

¿Qué dice la Biblia sobre el enojo en el matrimonio?

Ministerio de Matrimonios Tema : Enojo – El enemigo número uno del amor. El siguiente estudio es tomado del libro ‘Amandonos siempre de Gary Smalley’. Tema: El ENOJO. Airaos,pero no pequéis; no se ponga el sol sobre nuestro enojo,ni deis lugar al Diablo ( Efesios 4.26-27).

  • Queremos compartir con ustedes algunos consejos que le ayudaran a Eliminar al enemigo número uno del amor ‘EL ENOJO’ El enojo es una de las causas mas comunes y principales que causan el divorcio y el mayor ladrón del amor a la vida.
  • La Biblia no identifica el enojo como pecado, realmente el pecado es el enojo no resuelto y por lo tanto nos afecta a nosotros mismos,afecta nuestra relación con Dios, con la familia y con los demás,porque del enojo brotan tres emociones distintas : Temor, Frustración y ofensa.

‘Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír,tardo para hablar,tardo para airarse;porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios, (Santiago 1.19-20)

  • El enojo tiene varios efectos en las relaciones y causa distanciamiento con Dios, con los demás y con nosotros mismos porque nos hace sentirnos desdichados.
  • Siete Pasos para libranos del Enojo.
  • Defina la Ofensa.
  • Permitase experimentar el dolor.
  • Trate de comprender a quien lo ofendio.
  • Libere a quien lo ofendio es decir PERDONE aquella persona que lo ofendio.
  • Busque perlas en la ofensa, busque lo bueno y lo que le enseña.
  • Describa sus sentimìentos por escrito.
  • Extiendale la mano a quien lo ofendio, este último es el paso mas dificil esto no ocurre inmediatamente ni de forma natural, requiere de un gran acto de voluntad, de amor y madurez.
  • Inventario del Enojo

Este inventario puede darle una idea respecto a donde está con relación a su enojo a sus antecendentes que pueden producir el enojo. Evalúe cada declaración que sigue en una escala del 0 ( muy bajo) 10 (muy alto) si sus resultados son mas de 200 pudieran necesitar ver un consejero que le ayudaran a revelar y resolver el enojo.

  1. Inventario personal.
  2. -He tenido problemas frecuentes problemas de salud.
  3. -Tiendo a tener dificultadeses permaneciendo cerca de las

personas. Otros incluso han dicho que soy frio.

  • -Constantemente dejo ver los escollos ocultos en los tratos comerciales.
  • -Tengo poco interés en las cuestiones religiosas.
  • -Tengo muchas dudas acerca de la existencia de Dios.
  • -Tiendo ver a las personas religiosas como hiprócritas.
  • -Tiendo a ser condenatorio o demasiado crítico de las personas.
  • -Tengo una ineptitud total para ver mis propios defectos.

-Mi imagen es muy importante para mí. Es de gran importancia cómo me visto y qué manejo.

  1. -Lucho a menudo con el pobre concepto de mí mismo.
  2. -A menudo no me doy cuenta de que mis palabras y mi conducta hieren los sentimeintos de los demás.
  3. -Mis padres se divorciaron antes que yo tuviera 18 años.
  4. -Pienso que uno de mis padres o los dos bebían mucho alchol.
  5. -Mis padres me maltrataron.
  6. -Mis padres parecían demasiados distantes o descuidados conmigo.
  7. -Mis padres perecían enviciados con narcóticos u otras sustancias.
  8. -Sentían que mis padres eran demasiados dominates.
  9. -A menudo lucho con sentimientos de desaliento y depresión.
  10. -Al paracer estoy enojado con varias personas durantes largos períodos.
  11. -Tiendo a ser demasiado dominante con mi cónyuge, con los niños y con los amigos.

-Tengo sentimientos de ansiedad. No puedo señalar exactamente lo que me molesta.

  • -A veces he considerado el suicidio.
  • -Me ha resultado dificil perdonar a los demás cuando me me hiren o me frustran.
  • -Me resulta dificil confrontrar a los demás cuando me ofenden, y se que no soy muy bueno para liberarme del enojo.
  • -Me hallo demasiado ocupado la mayor parte del tiempo.
  • -Hallo más fácil culpar a los demás que aceptar la culpabilidad de mis errores.
  • -A menudo reaciono exageradamente a lo que otros me dicen o me hacen.
  • -Siento que me motiva con demasiada frecuencia el temor o el fracaso.
  • -A menudo deseo que quienes me han ofendido fueran castigados de algún modo.
  • -Con frecuencia pienso que he sido desfraudado en varios aspectos de la vida.
  • -Me enredo en luchas con los demás que a veces dan por resultado agresión física,como tirarse cosas,abofetearse o golpearse.
  • -En realidad no confío en nadie sino en mi mismo.
  • Resultado total-.

: Ministerio de Matrimonios Tema : Enojo – El enemigo número uno del amor.

¿Cómo orar contra la violencia?

Señor, en tu misericordia, escucha nuestra oración. Por aquellos en posiciones de poder e influencia, concédeles la voluntad y el valor de proteger la vida por encima de la ‘libertad’ de matar. Señor, en tu misericordia, escucha nuestra oración.’

¿Qué causa los malos tratos?

La psicopatología, el alcoholismo y el uso de drogas, la teoría de que la violencia es provocada por la víctima, la clase social, el estrés socioeconómico, la distribución del poder dentro de la sociedad y dentro de la familia, la violencia institucional y política 44, etc, pueden ser algunas respuestas al problema de

¿Qué significa lo que Dios ha unido no lo separa el hombre?

Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre – UC En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino! Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Jesús, gracias por este momento que me regalas para poder estar contigo.

  1. Sólo Tú sabes lo mucho que he tenido que pasar para poder llegar a estar en tu presencia.
  2. Conoces bien todas mis batallas, victorias y derrotas.
  3. Conoces bien todo lo que me pasa, pues jamás te has alejado de mi lado.
  4. Ayúdame a darme cuenta que eres el amigo que nunca me abandona, el Papá más amoroso que me espera y anima siempre.
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Aumenta mi fe en ti, Señor. Ayúdame a saber escuchar tu voz en este momento de oración y jamás permitas que pierda de vista que Tú siempre estás a mi lado. Amén. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Marcos 10, 2-16 En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: «¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su esposa?».

  1. Él les respondió: «¿Qué les prescribió Moisés?».
  2. Ellos contestaron: «Moisés nos permitió el divorcio mediante la entrega de un acta de divorcio a la esposa».
  3. Jesús les dijo: «Moisés les prescribió esto, debido a la dureza del corazón de ustedes.
  4. Pero desde el principio, al crearlos, Dios los hizo hombre y mujer.

Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Por eso, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre». Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre el asunto.

Jesús les dijo: «Si uno se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio». Después de esto la gente le llevó a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos trataron de impedirlo. Al ver aquello, Jesús se disgustó y les dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos.

Les aseguro que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él».

  • Después tomó en brazos a los niños y los bendigo imponiéndoles las manos.
  • Palabra del Señor.
  • Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Hoy, Jesús, me dices que lo que Tú has unido, no lo separe el hombre. Al escuchar tus palabras me viene inmediatamente la realidad del matrimonio, pero creo que hoy me invitas a ampliar mis horizontes, a ver que el matrimonio no es la única cosa que Tú has unido y no quieres que nadie lo separe.

  • Justo después de explicar la grandeza del matrimonio a tus discípulos, te intentaron acercar unos niños, pero los discípulos lo impedían.
  • Te enojaste, ¡y con razón! Tú habías ya unido el Reino de los cielos, tu infinito amor, con aquellos pequeños, y los discípulos intentaban separarlos.
  • ¡Qué gran verdad me revelas en este pequeño gesto! Tú quieres estar conmigo, a mi lado, y no quieres que nada, ni nadie, me separe de Ti.

Jamás me has abandonado y jamás lo harás. Siempre estarás a mi lado, si yo te lo permito. Has querido unir lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Jesús, ayúdame a nunca separarme de tu lado, así como Tú nunca te separas del mío. «La pregunta es sobre el divorcio, sobre el matrimonio: para ellos, el matrimonio parece que fuera ‘se puede o no se puede’; hasta qué punto debo ir adelante, hasta qué punto no.

Jesús va arriba y llega hasta la creación y habla del matrimonio que tal vez es la cosa más hermosa: ‘Desde el inicio de la creación Dios les hizo hombre y mujer; por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos se convertirán en una sola carne. Así ya no son dos, sino una sola carne’.

Es fuerte lo que dice el Señor. Dios les creó desde el inicio así y no dice ‘son solo un espíritu, un solo amor’, no: ‘una carne’, ¡precisamente no se puede dividir eso! Pero, deja el problema de la separación y va a la belleza del matrimonio, a la belleza de la pareja que debe estar unida».

  1. Diálogo con Cristo
  2. Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
  3. Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. El día de hoy, voy a buscar mantenerme unido a Dios rezando alguna jaculatoria a lo largo del día y haré una oración especial por los matrimonios que tienen dificultades.

Despedida Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. ¡Cristo, Rey nuestro! ¡Venga tu Reino! Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia. Ruega por nosotros. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Suscríbete a nuestro boletín de servicios diarios.

Evangelio, Meditación y Santoral en un sólo mensaje. : Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre – UC

¿Quién dio carta de divorcio en la Biblia?

Versos Paralelos La Biblia de las Américas Ellos le dijeron: Entonces, ¿por qué mandó Moisés DARLE CARTA DE DIVORCIO Y REPUDIARLA? Nueva Biblia Latinoamericana Ellos Le dijeron: ‘Entonces, ¿por qué mandó Moisés DARLE CARTA DE DIVORCIO Y REPUDIARLA?’ Reina Valera Gómez Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? Reina Valera 1909 Dícenle: ¿Por qué, pues, Moisés mandó dar carta de divorcio, y repudiarla? Biblia Jubileo 2000 Le dicen: ¿Por qué, pues, Moisés mandó dar carta de divorcio, y repudiarla? Sagradas Escrituras 1569 Le dicen: ¿Por qué, pues, Moisés mandó dar carta de divorcio, y repudiarla? King James Bible They say unto him, Why did Moses then command to give a writing of divorcement, and to put her away? English Revised Version They say unto him, Why then did Moses command to give a bill of divorcement, and to put her away? Tesoro de la Escritura Why.

Mateo 5:31 También se dijo: “CUALQUIERA QUE REPUDIE A SU MUJER, QUE LE DE CARTA DE DIVORCIO. Deuteronomio 24:1-4 Cuando alguno toma una mujer y se casa con ella, si sucede que no le es agradable porque ha encontrado algo reprochable en ella, y le escribe certificado de divorcio, lo pone en su mano y la despide de su casa, Isaías 50:1 Así dice el SEÑOR: ¿Dónde está esa carta de divorcio con la que repudié a vuestra madre? ¿O a cuál de mis acreedores os vendí? He aquí, por vuestras iniquidades fuisteis vendidos, y por vuestras transgresiones fue repudiada vuestra madre.

Jeremías 3:8 Y vio que a causa de todos los adulterios de la infiel Israel, yo la había despedido, dándole carta de divorcio; con todo, su pérfida hermana Judá no tuvo temor, sino que ella también fue y se hizo ramera. Marcos 10:4 Y ellos dijeron: Moisés permitió al hombre escribir CARTA DE DIVORCIO Y REPUDIAR la,

  • And to. Mateo 1:19 Y José su marido, siendo un hombre justo y no queriendo difamarla, quiso abandonarla en secreto.
  • Malaquías 2:16 Porque yo detesto el divorcio-dice el SEÑOR, Dios de Israel- y al que cubre de iniquidad su vestidura-dice el SEÑOR de los ejércitos-.
  • Prestad atención, pues, a vuestro espíritu y no seáis desleales.

Enlaces Mateo 19:7 Interlineal • Mateo 19:7 Plurilingüe • Mateo 19:7 Español • Matthieu 19:7 Francés • Matthaeus 19:7 Alemán • Mateo 19:7 Chino • Matthew 19:7 Inglés • Bible Apps • Bible Hub Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, //www.lockman.org,

Usadas con permiso. Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, //www.lockman.org, Usadas con permiso. Reina Valera Gómez (© 2010) Contexto Enseñanza de Jesús sobre el divorcio 6 Por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe.7 Ellos le dijeron: Entonces, ¿por qué mandó Moisés DARLE CARTA DE DIVORCIO Y REPUDIARLA? 8 El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió divorciaros de vuestras mujeres; pero no ha sido así desde el principio.

Referencia Cruzada Deuteronomio 24:1 Cuando alguno toma una mujer y se casa con ella, si sucede que no le es agradable porque ha encontrado algo reprochable en ella, y le escribe certificado de divorcio, lo pone en su mano y la despide de su casa, Mateo 5:31 También se dijo: “CUALQUIERA QUE REPUDIE A SU MUJER, QUE LE DE CARTA DE DIVORCIO.

¿Cuándo nos podemos divorciar del matrimonio eclesiástico?

Entre los motivos o causas por los cuales un matrimonio canónico puede ser declarado nulo, tenemos: INCAPACIDADES: Carecer de suficiente uso de razón, que hace incapaz para el matrimonio.

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