En la Biblia la muerte es equivalente a lejanía y ausencia de Dios.
¿Qué dijo Jesús de la muerte?
La muerte (a veces referida por los eufemismos deceso, defunción, expiración, fallecimiento u óbito, entre otros) es un efecto terminal e irreversible que resulta de la extinción del proceso homeostático en un ser vivo y por ende el fin de la vida. ¿Qué dijo Jesús de la muerte? 25 Jesús le dijo: «Yo soy la Resurrección y la Vida.
¿Qué dice la Biblia sobre la muerte del creyente?
Según la Biblia, la muerte no es el final de la vida sino la separación del alma del cuerpo. La Escritura habla claramente de la vida eterna con Dios en el cielo y de la separación eterna de Dios en el infierno. La muerte es el resultado del pecado. Romanos 6:23 dice directamente: ‘Porque la paga del pecado es muerte’.
Toda persona muere físicamente, porque todos han pecado (Romanos 5:12). Después de la muerte es un tiempo de juicio: ‘está establecido que el hombre muera una sola vez, y después de eso viene el juicio’ (Hebreos 9:27). Por lo tanto, no hay reencarnación como se enseña en las religiones orientales. La muerte entró al mundo con el pecado de Adán (Romanos 5:12), como se muestra en el hecho de que Adán murió (Génesis 5:5).
Incluso Jesús soportó la muerte física (Mateo 27:50), haciéndolo como todos los demás humanos. La diferencia era que Jesús no tenía pecado y, por lo tanto, no merecía la muerte. Jesús derrotó a la muerte mediante su resurrección al tercer día, demostrando ser el Salvador (1 Corintios 15:3-11).
Debido a la obra de Cristo, la muerte ha sido derrotada, y el cristiano puede preguntar: ‘¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? (1 Corintios 15:55). La Biblia también habla de la muerte espiritual, el estado de estar separado de Dios. La gente puede estar viva físicamente pero muerta espiritualmente.
La solución a la muerte espiritual es nacer de nuevo. Jesús habló de la necesidad del nuevo nacimiento en Juan 3 y ofreció vida eterna a los que creen: ‘Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.’ (Juan 3:16).
Aquellos que confían en Cristo para la salvación han sido liberados ‘de la ley del pecado y la muerte’ (Romanos 8:2). La muerte ha sido derrotada en la vida del creyente. El cristiano vive en anticipación confiada de la vida eterna: ‘Sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida’ (1 Juan 3:14). Entonces, nuestro Dios misericordioso ha cambiado nuestra muerte espiritual por la vida eterna.
Romanos 6:13 dice: ‘ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.’ El Nuevo Testamento a menudo se refiere a la muerte del creyente como ‘sueño’.
- Por esta razón, los primeros cristianos llamaron a sus lugares de entierro ‘cementerios’ (en griego koimeteria) que literalmente significaba ‘dormitorios’ o ‘lugares para dormir’.
- Primera de Tesalonicenses 5:9-10 enseña: ‘Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.’ (Véase también 1 Corintios 15:51).
Cristo ha vencido a la muerte, y así los cristianos ‘duermen’ al final de esta vida. Ellos realmente ‘descansan en paz’. Mientras que el cuerpo de un creyente está en la tumba, esperando la resurrección, su espíritu está en la presencia del Señor (2 Corintios 5:8).
Un incrédulo, por otro lado, muere dos veces: en la muerte física, su cuerpo es enterrado, y lo que sigue es una separación eterna de Dios, llamada ‘la segunda muerte’ en Apocalipsis 21:8. ¡Cuán diferente del destino eterno de aquellos en Cristo! Filipenses 3:20-21 dice: ‘nuestra ciudadanía está en el cielo, y de ella esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo, que transformará nuestro humilde cuerpo para que sea como su cuerpo glorioso’.
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¿Qué dice la Biblia sobre la muerte de Lázaro?
La Biblia habla de la muerte como un sueño, se refiere a resurrecciones, el alma y el espíritu en la muerte, y la inmortalidad. UN SUEÑO: En Juan 11:11-14 Jesús compara la muerte con un sueño. ‘Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle.
Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto.’ La Biblia compara la muerte con un sueño más de 50 veces. Se nos dice en 1º Tesalonicenses 4:15-16 que aquellos que duermen en Jesús resucitarán en su Segunda Venida.
‘Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.’ RESURRECCIONES: Hay dos resurrecciones, una para vida y otra para condenación (muerte) eterna.
Juan 5:28-29 dice, ‘No os maravilléis de esto; porque vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.’ Génesis 2:7 registra la creación del hombre en el principio.
‘Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.’ Dios no puso un alma dentro de un hombre. Es como una ecuación: Polvo + Aliento de vida = Ser Viviente. Si tu estuvieras por hacer una caja de madera podrías decir: tablas + clavos = caja de madera.
- Tomas un par de tablas de madera y clavos, los ensamblas y obtienes la caja.
- Si tomas los elementos por separado, quitando los clavos de las tablas, y colocas los clavos en un montón y las tablas en una pila, ¿qué sucede con la caja? Simplemente deja de ser una caja hasta que la vuelvas a armar y clavar.
Así es como funciona la muerte. Quitas el aliento, esa chispa de vida que proviene de Dios y el cuerpo vuelve al polvo (o a veces a las cenizas, en caso de cremación). ¿Qué sucede con el alma? Simplemente deja de ser hasta que Dios venga en la resurrección y coloque los elementos todos juntos nuevamente.
- En ese momento el polvo y el aliento de vida son reunidos y entonces tienes una vida, una persona viviente o un alma viviente nuevamente.
- El intervalo entre la muerte y la resurrección está descrito en la Biblia como un ‘sueño.’ No hay conciencia de lo que está pasando, o del tiempo que pasa, etc.
- Morir es como ir a dormir y tu próximo pensamiento consciente – que parecerá como el próximo momento – es cuando Dios te resucita y te da tu vida de vuelta.
ALMA Y ESPÍRITU EN LA MUERTE: Eclesiastés 12:7 dice que el cuerpo vuelve al polvo y el espíritu (o aliento de vida) vuelve a Dios. Job 27:3 nos dice que el espíritu es lo mismo que el hálito de vida de Dios o su poder. Salmos 146:4 dice, ‘Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos.’ Los muertos no alaban a Dios, Salmos 115:17.
- Los muertos nada saben, Eclesiastés 9:5, ‘Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tiene más paga; porque su memoria es puesta en olvido.’ INMORTALIDAD: Los seres humanos no tienen inmortalidad, sólo Dios (ver 1º Timoteo 6:16).
- Recibiremos inmortalidad cuando Jesús vuelva (ver 1º Corintios 15:51-54).
Cuando Jesús vuelva su recompensa de vida eterna vendrá con él (ver Apocalipsis 22:12). La Biblia dice que el cielo es un lugar real en Juan 14:1-3, ‘No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.’ Dios nos dará gloriosos cuerpos inmortales. Lee Filipenses 3:21 y 1º Corintios 15:51-54. Todas las deformidades físicas serán curadas (los ojos de los ciegos serán abiertos, los oídos de los sordos serán abiertos y el lisiado, sanado).
Lee también Isaías 35:3-6. Construirán casas y habitarán en ellas. Plantarán viñas y comerán de su fruto (Isaías 65:21-23). El lobo y el cordero morarán juntos. El Nuevo Reino de Dios será de tranquila paz (Isaías 65:25). Compartiremos con Abraham, Isaac, Jacob (Mateo 8:11).