Espíritu Santo

Conociendo al Espíritu Santo

Que Es La Oración Según La Biblia?

Que Es La Oración Según La Biblia
¿Qué es la oración? – Jesús enseñó: ‘Por tanto, siempre debéis orar al Padre en mi nombre'( 3 Nefi 18:19 ). La oración es una de las mayores bendiciones que tenemos mientras estamos sobre la tierra; por medio de ella podemos comunicarnos con nuestro Padre Celestial y buscar Su guía diariamente.

¿Qué es la oración en la Biblia?

¿Qué es la Oración? La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes’ (San Juan Damasceno, Catecismo 2559).| Dios nos invita a entrar en una relación con Él que es a la vez personal y se vive en comunidad. Él nos habla a través de su hijo, Jesucristo, la Palabra-hecha-carne.

¿Qué dijo Jesús acerca de la oración?

Capítulo 20: Jesús enseña acerca de la oración Capítulo 20: Jesús enseña acerca de la oración Capítulo 20 Jesús enseñó a Sus discípulos a orar. Dijo que algunas personas oran sólo para que otros los vean orar, y enseñó que debemos decir nuestras oraciones personales en un lugar donde podamos estar solos, si es posible. Dijo que algunas personas dicen las mismas palabras una y otra vez cuando oran, sin pensar realmente en lo que están diciendo. Jesús dijo que debemos orar sinceramente por lo que necesitamos. El Salvador hizo una oración para enseñar a Sus discípulos cómo orar. Comenzó diciendo: ‘Padre nuestro que estás en los cielos’. Alabó a nuestro Padre Celestial y después le pidió ayuda. Dijo ‘amén’ al final de Su oración. Más tarde, Jesús les dijo a Sus discípulos que oraran al Padre en el nombre de Él, y prometió que nuestro Padre Celestial contestaría sus oraciones.

¿Cuál es el propósito de la oración?

El propósito de la oración Una hermana está muy enferma en el hospital, y nos pidieron hace tiempo que oráramos y ayunáramos para que Dios la curase. Desde que supe que estaba enferma, he estado orando por ella diariamente; y mi esposa, nuestros hijos y yo hemos ayunado para su pronta y segura curación.

Mientras oro una y otra vez por ella a nuestro Padre Celestial, me pregunto si es necesario pedir a nuestro Padre Celestial que cure a una de Sus hijas que Él ama más y mejor que yo. Porque yo también soy padre, y si uno de mis hijos enfermara y yo tuviera el poder, la capacidad o los medios para curarle, no necesitaría que los demás hijos me rogaran una y otra vez que lo hiciera.

Entonces, ¿por qué debemos pedirle que haga algo, si Él sabe mejor que nadie lo que debe hacer? Mientras escribo este artículo, hoy, Viernes Santo, 2 de abril de 2021, me ha llegado un mensaje diciendo que esta querida hermana ha fallecido hoy, el mismo día en que falleció nuestro amado Salvador.

Dura noticia que llega en medio de tantas oraciones y ayunos. ¿Han sido vanas nuestras oraciones y nuestros ayunos? En el Sermón del monte, el Señor dijo, ‘vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes de que le pidáis’ (Mateo 6:8). Dios conoce a todos Sus hijos, y está dispuesto a ayudarles, sin necesidad de que le informemos o le pidamos.

Y he leído sobre este difícil asunto que la oración no debe ser un medio de obtener bendiciones que un Dios amoroso ya está dispuesto a darnos, porque Dios tiene muy claro lo que es mejor para nosotros dentro de su perspectiva eterna, y que, por tanto, la oración no se debe usar, ni para pensar que Su amor depende de nuestras peticiones, ni para intentar cambiar Su voluntad con ellas.

Entonces, repito: ¿por qué debemos orar en casos como este? En la revelación que incluye la llamada ‘Ley de la Iglesia’, dada en febrero de 1831, el Señor nos dice que los que enfermen y mueran ‘morirán para mí’. Y añadió que para ‘los que mueran en mí, la muerte les será dulce’ (cfr.D. y C.42:44-46).

Y repite en una revelación de agosto de 1831: ‘Sí, bienaventurados los que mueran en el Señor. Porque cuando Él venga se levantarán de los muertos’ (cfr.D. y C.63:49). Me han hecho meditar mucho las palabras de Jacob en el Libro de Mormón, cuando dijo que ‘la muerte ha pasado sobre todos los hombres, para cumplir el misericordioso designio del gran Creador’ (2 Nefi 9:6).

Esto se aplica perfectamente a la muerte de Jesucristo. Y, aunque no lo entendamos, tenemos que aceptar que se aplique también a quienes, como en este caso, ‘mueran en el Señor’. Y, a pesar de todo, se nos pide que oremos, independientemente de lo que nuestro Padre decida hacer en cada caso. Decía que yo también soy padre, y si tuviera que enfrentar la enfermedad y la muerte de uno de mis hijos, las peticiones de sus hermanos, aunque no lograran salvarle, me llenarían de gozo, al ver que mis hijos se aman los unos a los otros, y que acuden a mí porque confían en su padre.

De esa manera, las oraciones estarían fortaleciendo los lazos familiares, que deben continuar después de la muerte. La oración es un medio para la comunicación entre nosotros y Dios, y su propósito principal es mantener la conexión con los cielos, que nos ayude a recordar que somos hijos de Dios, y que nuestra vida en la tierra tiene un propósito que va más allá de lo terrenal y humano.

  1. Y que, para el cumplimiento de nuestra misión en esta tierra, necesitamos la ayuda divina.
  2. Hay muchas razones por las que deberíamos orar.
  3. Vemos al Señor en Getsemaní orando una y otra vez para recibir fortaleza, y en ese momento tan difícil para Él, dijo a sus discípulos: ‘Velad y orad, para que no entréis en tentación’ (Mateo 26:41).

Hay en la oración un medio para fortalecernos que quizá no conozcamos del todo. Cuando yo oro por alguien que está enfermo, no lo hago porque Dios necesite que le recuerden esa necesidad, sino porque soy yo el que necesita recordar el mandamiento de amar a Dios y al prójimo, porque ambos están incluidos en esa oración: muestro mi amor por Dios, al acudir confiadamente a Él, y mi amor por el prójimo al pedir por los enfermos.

¿Cuál es la importancia de la oración según la Biblia?

La oración te ayuda a desarrollar una relación con Dios. – Al igual que tus padres aquí en la tierra, tu Padre Celestial quiere saber de ti y hablar contigo. Cuando oras, Él escucha. Luego, Él contesta tus oraciones a través de pensamientos, sentimientos, escrituras y aún por medio de las acciones de otras personas.2

¿Qué significado tiene la oración?

La oración es el conjunto de palabras ordenadas de manera que tengan sentido completo. La oración está formada por un sujeto y un predicado :

El sujeto es la palabra o el grupo de palabras de las que se dice algo.El predicado es la palabra o el grupo de palabras que expresan lo que se dice del sujeto.

La palabra más importante del sujeto y el predicado es el núcleo,

En el sujeto el núcleo es un nombre o un pronombre : El jugador está lesionado. Ella cocinó el bizcocho.En el predicado el núcleo es el verbo : Carolina escribió el cuento.

¿Qué dice Dios de la oración?

Pasajes de la Biblia que hablan sobre la oración. – Hay varios pasajes bíblicos sobre la oración que nos enseñan cómo debemos presentar nuestras peticiones delate de Dios, En los siguientes versos notaras que hay ciertos conceptos relacionados con la oración, tal como la fe, la voluntad de Dios, la oración con propósito, y la humildad.

La próxima vez que ores, reflexiona en lo que la Biblia dice sobre la oración, y chequea si tu actitud, corazón y fe están de acuerdo. Orar en humildad: ‘Cuando oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea.

Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa. Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará’.- Mateo 6:5,6 (NVI) Orar con propósito: ‘Y al orar, no hablen sólo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras.’- Mateo 6:7 (NVI) Orar con conciencia: ‘Ya se acerca el fin de todas las cosas.

  • Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada.’- 1 Pedro 4:7 (NVI) Orar con fe: ‘Pero tiene que pedir con fe y sin dudar nada, porque el que duda es como las olas del mar, que el viento agita y lleva de un lado a otro.
  • Quien sea así, no piense que recibirá del Señor cosa alguna, pues quienes titubean son inconstantes en todo lo que hacen.’- Santiago 1:6-8 (RVC) ‘Y ésta es la confianza que tenemos en él: si pedimos algo según su voluntad, él nos oye.

Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, también sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.’- 1 Juan 5: 14, 15 (RVC) Las cosas que podemos pedir en oración: ‘¿Hay alguien entre ustedes, que esté afligido? Que ore a Dios.

  1. ¿Alguno de ustedes está de buen humor? Que cante alabanzas.
  2. ¿Hay entre ustedes algún enfermo? Que se llame a los ancianos de la iglesia, para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor.
  3. La oración de fe sanará al enfermo, y el Señor lo levantará de su lecho.
  4. Si acaso ha pecado, sus pecados le serán perdonados.

Confiesen sus pecados unos a otros, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es muy poderosa y efectiva.’- Santiago 5:13-16 (RVC) ‘Pidan, y Dios les dará; busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama a la puerta, se le abre.

¿Acaso alguno de ustedes sería capaz de darle a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿O de darle una culebra cuando le pide un pescado? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a quienes se las pidan!’- Mateo 7:7-11 (DHH) Orar en el nombre de Jesús: ‘Y todo lo que pidan al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

Si algo piden en mi nombre, yo lo haré’-. Juan 14:13, 14 (RVC) ‘Si ustedes permanecen unidos a mí, y si permanecen fieles a mis enseñanzas, pidan lo que quieran y se les dará.’ – Juan 15:7 (DHH) Diferentes tipos de oraciones: ‘Ante todo recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias a Dios por toda la humanidad.’ – 1 Timoteo 2:1 (DHH)

¿Qué poder tiene la oración?

El poder de la oración Capítulo 8 Dios estará siempre dispuesto a guiar y dirigir a aquel que ‘lo busque con fe, con todas sus fuerzas y toda su alma’. En la primavera de 1921, el entonces élder David O. McKay y el hermano Hugh J. Cannon visitaron Nueva Zelanda como parte de la gira que hacían por todas las misiones de la Iglesia en el mundo.

Un domingo, en el que se había programado que por la tarde el élder McKay dirigiera la palabra a una congregación de santos, estaba tan enfermo y tan ronco al despertar que apenas podía hablar en susurros. De todos modos, asistió a la conferencia con fe en que le sería posible presentar su mensaje. Más adelante, escribió lo siguiente al respecto: ‘Mil personas se reunieron para el servicio religioso de la tarde; habían ido con curiosidad y mucha expectativa.

Yo tenía la obligación de presentarles un mensaje, pero no sólo estaba casi afónico para hablar a la multitud y que me oyeran, sino que también me sentía enfermo. ‘No obstante, con una oración ferviente en el corazón suplicando ayuda y guía divinas, me puse de pie para cumplir mi deber.

  • Tenía la voz tomada y ronca ‘Entonces sucedió algo que nunca me había pasado.
  • Empecé a hablar del tema con toda la solemnidad y la vehemencia a las que pude recurrir y hablé con la voz tan alta como me fue posible.
  • Al percibir que mi voz era cada vez más clara y fuerte, olvidé que tenía voz y dediqué mis pensamientos sólo a la verdad que quería que mis oyentes comprendieran y aceptaran.

Continué hablando durante cuarenta minutos y, al terminar, tenía la voz tan fuerte y clara como siempre ‘Cuando les dije al hermano Cannon y a algunos otros hermanos con cuánto fervor había suplicado la bendición que recibí, él me contestó: ‘Yo también estaba orando; nunca en mi vida he orado más fervientemente por un discursante’ ‘.

Desde la niñez he atesorado la verdad de que Dios es una Persona, que ciertamente es nuestro Padre, a quien podemos acercarnos mediante la oración y de quien recibimos respuestas. Considero que una de las más estimadas experiencias de mi vida es saber que Dios escucha la oración de fe. Es verdad que las respuestas a nuestras oraciones no siempre pueden venir directamente ni en el momento o de la manera que esperábamos; pero vienen, y en un momento y de una manera más convenientes para los intereses del que ha ofrecido las súplicas.

Sin embargo, ha habido oportunidades en las que recibí una confirmación directa e inmediata de que se me concedía mi petición. En una ocasión particular, recibí la respuesta tan directamente como si mi Padre Celestial hubiera estado a mi lado y pronunciado las palabras.

  • Esas experiencias son parte íntima de mi ser y quedarán conmigo mientras la memoria y la inteligencia permanezcan intactas.
  • El Salvador del mundo me parece igualmente real y cercano.
  • Siento, como nunca lo he sentido, que Dios es mi Padre; no es solamente un poder intangible o una fuerza moral en el mundo, sino un Dios personal que tiene poder creativo, que es gobernador del mundo y director de nuestras almas.

Quisiera que todas las personas, y especialmente los jóvenes de la Iglesia, se sintieran tan cerca de nuestro Padre Celestial que se aproximaran a Él diariamente, no sólo en público sino también en privado. Si nuestro pueblo logra tener esa fe, recibirá grandes bendiciones.

  • Su alma se llenará de gratitud por lo que Dios ha hecho por ellos y verán que se les conceden grandes favores.
  • El hecho de que podemos acercarnos a Dios y recibir de Él luz y guía, y que nuestra mente se iluminará y nuestra alma se conmoverá con Su Espíritu no es obra de la imaginación.
  • Cuando se arrodillan a orar por la noche, ¿no sienten Su proximidad, Su Persona escuchándolos, no sienten un poder que opera tal vez como las ondas de radio, o un poder superior que les hace sentir que están en comunión con Él? Quisiera que los jóvenes de Israel se sintieran tan cerca de que se aproximaran a Él diariamente, no sólo en público, sino también en privado; que tuvieran en Él la confianza que tenía en su papá una niñita ciega que iba en el tren; estaba sentada en sus rodillas y un amigo que iba junto a ellos le dijo al padre de la niña: ‘Permítame darle un descanso’, al mismo tiempo que la tomaba en sus brazos y la sentaba en sus piernas.
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El padre entonces preguntó a su hija: ‘¿Sabes con quién estás sentada?”No’, respondió ella, ‘pero tú sabes’. ¡Qué gran confianza tenía en su papá! Igualmente grande debería ser la confianza que tuvieran los niños Santos de los Últimos Días en su Padre Celestial.

  • Es bueno que los niños aprendan que pueden acudir a Dios mediante la oración.
  • Los estudiantes universitarios aprenderán, lo mismo que otros estudiantes de otras instituciones, que cuando tengan dificultades pueden recibir ayuda y guía si la buscan con sinceridad.
  • Puede ser que se levanten después de orar y, como nos pasó a algunos en la juventud, crean que sus oraciones no reciben respuesta; pero un día se darán cuenta de que Dios respondió a sus oraciones como un padre sabio lo haría.

Ese es uno de los más grandes tesoros de la juventud, el de saber que pueden acudir a su Padre y volcar en Él todo lo que esté en su corazón. La oración es el latido de un corazón anheloso y lleno de amor que está en armonía con el Infinito. Es un mensaje del alma que se envía directamente a un amoroso Padre.

  1. No es sólo la expresión de palabras La virtud principal y fundamental para que la oración sea eficaz es la fe.
  2. La creencia en Dios brinda paz al alma; la tranquilidad de saber que Dios es nuestro Padre y que podemos ir a Su presencia en busca de fortaleza y guía es una fuente infalible de consuelo.
  3. Otra virtud esencial es la reverencia.

Ésta se ejemplifica en la oración modelo del Salvador cuando dijo: ‘santificado sea tu nombre’, Ese principio debe ponerse como ejemplo en las salas de clase y particularmente en nuestras casas de adoración. El tercer elemento esencial es la sinceridad.

  • La oración es un anhelo del espíritu.
  • La oración sincera implica que si pedimos cualquier virtud o bendición, debemos esforzarnos por la bendición y cultivar la virtud.
  • La siguiente virtud esencial es la lealtad.
  • ¿Para qué orar pidiendo que venga el Reino de Dios a menos que tengamos en el corazón el deseo y la disposición de ayudar a establecerlo? Si al orar dicen que se haga Su voluntad y luego no tratan de vivir de acuerdo con ella, eso les da inmediatamente una respuesta negativa.

Ustedes no darían algo a un hijo que demostrara tal actitud hacia la petición que les hubiera hecho. Si oramos pidiendo éxito para una causa o empresa, estamos manifestando nuestra adherencia a ella. El colmo de la deslealtad es pedir que se haga la voluntad de Dios y no ser capaces de conformar nuestra vida a esa voluntad.

La última virtud esencial es la humildad El principio de la humildad y la oración nos lleva a sentir la necesidad de la guía divina. La autosuficiencia es una virtud, pero debe llevar aparejada la conciencia de que necesitamos una ayuda superior, de que al caminar firmemente en el sendero del deber, existe la posibilidad de dar un mal paso; y acompañando esa conciencia hay una oración, la súplica de que Dios nos inspire para evitar ese paso en falso.

Si me preguntan dónde recibí primero mi fe inalterable en la existencia de Dios, les contestaré: en el hogar de mi infancia, donde mis padres invariablemente juntaban a sus hijos a su alrededor por la mañana y por la noche, e invocaban las bendiciones de Dios para nuestro hogar y para la humanidad.

  • En la voz de aquel buen patriarca había un tono de sinceridad que dejó una impresión imborrable en las almas de sus hijos; y las oraciones de mi madre eran igualmente admirables.
  • Hoy pido a todo padre de la Iglesia que se asegure de inculcar en sus hijos la realidad de la existencia de Dios y de que Él guía y protege a Sus hijos.

Ustedes tienen esa responsabilidad. El hogar es una unidad de la sociedad, la unidad fundamental. Antes de haber oído a mi padre testificar que había escuchado una voz divina, yo ya sabía que él vivía cerca de su Creador. A los niños Santos de los Últimos Días se les ha enseñado a reconocer a, a orar a Él sabiendo que oye y presta atención y siente tal como un padre terrenal puede oír, prestar atención y sentir; y ellos han absorbido de sus padres, en lo íntimo de su ser, el testimonio muy real de que esa Persona que es Dios ha hablado en esta dispensación.

Y eso es una realidad. Estoy seguro de que cuando se cría a los niños en estrecha comunión con nuestro Padre Eterno, en ese hogar no puede existir ni mucho pecado ni maldad. Cuando un niñito afligido por una fiebre ardiente puede mirar a su padre y con sencilla fe pedirle: ‘Papá, dame una bendición’, les aseguro que de ese tipo de hogar surgen la fortaleza y la gloria de cualquier nación.

Así son los hogares de los Santos de los Últimos Días. ‘Señor, enséñanos a orar’ fue la súplica reverente de los discípulos del Maestro, Con la humildad de niños, buscaron la guía apropiada, y su súplica no fue en vano. Con el mismo anhelo que demostraron los discípulos, a veces los niños sienten la necesidad de la guía y el consuelo divinos, aun cuando no expresen ese anhelo en forma verbal.

De ahí que el Señor haya dado a los padres el deber de ‘enseña a sus hijos a orar’, Las preocupaciones, la incertidumbre y el pesar son tan reales en la vida de un niño pequeño como lo son en el mundo de los adultos, y los niños tienen derecho a recibir la tranquilidad, el consuelo y la guía que se obtienen de Dios por medio de la oración.

No sólo eso, sino que desde el punto de vista de la fe, la sinceridad y la confianza absoluta, es seguro que la oración de un niño inocente recibirá una respuesta rápida de su Padre que lo ama. La inspiración de Dios se evidencia en el hecho de que requiere a los Santos de los Últimos Días que mantengan intacto su hogar y que enseñen a sus hijos los principios del Evangelio de Jesucristo.

Con esto no quiero decir que se enseñe de manera formal ni desagradable, sino que el Evangelio de Jesucristo debe irradiar en todo hogar; que las oraciones nocturnas y matutinas deben ofrecerse con sinceridad; que los niños puedan darse cuenta diariamente de que deseamos la presencia de Dios en nuestro hogar.

Si podemos invitar al Salvador a entrar en él, sabremos que los ángeles no sólo estarán dispuestos sino dedicados a proteger a nuestros hijos. Pienso que en la mayoría de los hogares se enseña a los niños a orar por la noche, antes de acostarse; pero creo que, también en la mayoría de los casos, se descuidan las oraciones de la mañana.

Sin embargo, si nos ponemos a pensar en ello, es en las horas en que están despiertos que nuestros niños necesitan más la protección de Dios y la guía de Su Santo Espíritu, mucho más que cuando duermen. ¿Siguen ustedes la admonición de Cristo de orar al Padre y de enseñar a sus hijos a orar para que queden grabadas diariamente en el corazón de sus hijos la santidad y la reverencia hacia Dios y Su obra? Esto debe hacerse en todos los hogares.

Oren no sólo por ustedes mismos, oren incluso por sus enemigos. ‘¿Siguen ustedes la admonición de Cristo de orar al Padre y de enseñar a sus hijos a orar?’ Padres, por lo menos arrodíllense todas las mañanas con sus hijos. Sé que las mañanas son por lo general muy agitadas pero dediquen cierto tiempo para arrodillarse e invitar la presencia de Dios en su hogar.

La oración es una fuerza muy potente. Deseo que por medio de la oración familiar, padres e hijos se acerquen a la presencia de Dios. La fuerza de estas oraciones en toda la Iglesia se me hizo evidente ayer, al recibir la carta de un vecino de mi pueblo natal. Se hallaba ordeñando las vacas cuando oyó en la radio que tenía en el establo que el presidente Smith había muerto.

Dándose cuenta de lo que eso significaba para su antiguo paisano, salió del establo, se dirigió a su casa y se lo contó a su esposa. Inmediatamente, ambos llamaron a sus niños y allí, en ese hogar humilde, suspendiendo sus actividades del momento, se arrodillaron juntos y ofrecieron una oración.

Dejo a criterio de ustedes el pensar en la importancia de esa oración. Si la multiplican por cien mil, por doscientos mil, por medio millón de hogares, podrán imaginar el poder de la unidad y las oraciones y la influencia sustentadora de esta institución que es la Iglesia. Si pudiéramos lograr que nuestros jóvenes tuvieran fe, y así se acercaran a su Dios en secreto, hay por lo menos cuatro grandes bendiciones que recibirían de inmediato.

La primera es sentir gratitud, gratitud por bendiciones de las cuales no estaban conscientes antes. Su alma se llenará de agradecimiento por lo que Dios ha hecho por ellos; se encontrarán con que se les han concedido abundantes favores. El joven que cierra su puerta tras de sí y las cortinas de la ventana, y en silencio suplica a Dios Su ayuda, primero debe derramar su alma en gratitud por su salud, por sus amigos, por sus seres queridos, por el Evangelio y por las manifestaciones de la existencia de Dios, como por ejemplo las rocas y los árboles, las flores y todo lo que le rodea.

  1. Debe contar primero sus bendiciones y verá cuántas ha recibido, y se sorprenderá de todo lo que el Señor ha hecho por él,
  2. La segunda bendición que se recibe al orar es la guía.
  3. No concibo que un joven que se arrodille junto a su cama por la mañana para pedir a Dios que le ayude a mantenerse limpio de los pecados del mundo pueda desviarse; pienso que una jovencita que se arrodille por la mañana y ore para mantenerse pura y sin mancha durante ese día no puede equivocarse mucho.

No imagino que un Santo de los Últimos Días que ore a Dios, en secreto y sinceramente, pidiéndole que borre de su ser todo sentimiento de envidia y malicia hacia los semejantes pueda guardar rencor en el corazón. ¿Guía? Sí, Dios estará siempre dispuesto a guiar y dirigir a aquel que ‘lo busque con fe, con todas sus fuerzas y toda su alma’.

  • La tercera bendición es la confianza.
  • Por todos lados hay miles, decenas de miles de estudiantes que se esfuerzan por obtener una educación.
  • Enseñémosles que si desean tener éxito en sus clases, deben buscar a Dios, que el Maestro más grande que el mundo ha conocido está cerca de ellos para guiarlos.
  • Una vez que el estudiante sienta que puede acercarse al Señor mediante la oración, obtendrá confianza de que puede aprender sus lecciones, escribir su disertación, ponerse de pie enfrente de sus compañeros y presentar su mensaje sin temor al fracaso.

Mediante la oración sincera se recibe confianza. Y, finalmente, logrará inspiración. El hecho de que podemos acercarnos a Dios y recibir luz y guía de Él, que nuestra mente se verá iluminada y nuestra alma conmovida por Su Espíritu, no es cosa de la imaginación José Smith lo sabía; y el testimonio y la evidencia de la inspiración del Profeta se manifiestan a todos los que abran los ojos para ver y el corazón para comprender.

  • ¿En qué forma ha fortalecido la oración su relación con Dios? ¿Por qué es importante para usted saber que ora a su Padre Celestial, en cuya imagen fue creado? (Véanse las págs.80–81.)
  • ¿Cuáles son algunas de las formas en que Dios contesta las oraciones? (Véanse las págs.80–81.) ¿Por qué a veces parecería que algunas oraciones no reciben respuesta inmediata? ¿Qué bendiciones ha recibido usted por haber obtenido respuesta a sus oraciones?
  • Para que nuestras oraciones sean más sinceras y valiosas, ¿qué atributos o actitudes debemos desarrollar? (Véanse las págs.83–84.) ¿Qué debemos hacer para prepararnos espiritualmente antes de ofrecer una oración?
  • ¿Qué deben hacer los padres para enseñar a sus hijos a orar? (Véanse las págs.83–85.) ¿Qué influencia ejerce la oración personal y familiar en la vida de los hijos? (Véanse las páginas 83–85). ¿Por qué tiene la oración diaria un efecto tan importante en el fortalecimiento y la unión de la familia?
  • ¿Cuáles son algunas de las bendiciones que se reciben de la oración asidua? (Véanse las págs.77–78.) ¿Qué podemos hacer para que nuestras oraciones tengan más significado y sean menos repetitivas o mecánicas?
  • ¿De qué manera puede la oración sincera y ferviente limpiar el alma de los sentimientos malos y rencorosos hacia otras personas?

Pasajes relacionados : Mateo 21:22; Santiago 5:16; 2 Nefi 32:8–9; Alma 17:3; 34:17–28; 3 Nefi 18:18–21; D. y C.19:38. Notas

  1. En ‘Conference Report’, abril de 1922, pág.65.
  2. Cherished Experiences from the Writings of President David O. McKay, comp. por Clare Middlemiss, ed. rev., 1976, págs.58–59.
  3. En ‘Conference Report’, abril de 1969, págs.152–153; los párrafos se han cambiado.
  4. En ‘Conference Report’, oct. de 1954, pág.84.
  5. En ‘Conference Report’, abril de 1922, pág.64; los párrafos se han cambiado.
  6. Stepping Stones to an Abundant Life, comp. por Llewelyn R. McKay, 1971, pág.42.
  7. Pathways to Happiness, comp. por Llewelyn R. McKay, 1957, págs.225–226.
  8. En ‘Conference Report’, abril de 1966, pág.107.
  9. En ‘Conference Report’, abril de 1934, pág.23.
  10. En ‘Conference Report’, abril de 1912, págs.52–53.
  11. True to the Faith: From the Sermons and Discourses of David O. McKay, comp. por Llewelyn R. McKay, 1966, págs.210–211.
  12. En ‘Conference Report’, oct. de 1917, págs.57–58.
  13. En ‘Conference Report’, oct. de 1919, pág.78.
  14. Man May Know for Himself: Teachings of President David O. McKay, comp. por Clare Middlemiss, 1967, pág.300.
  15. Stepping Stones to an Abundant Life, pág.281.
  16. En ‘Conference Report’, abril de 1951, pág.158.
  17. En ‘Conference Report’, abril de 1922, págs.64–65.

: El poder de la oración

¿Por qué es importante la oración?

Investigaciones desde la psicología y la sociología han demostrado que las familias que rezan juntas se muestran más unidas, más felices, y mucho más saludables. La familia es un pequeño templo en casa. Las familias que oran juntas establecen una confianza entre ellos, aprenden a orar en comunidad y se ponen de acuerdo por medio de Jesús. Hay muchos momentos para unirse en oración, como al iniciar o terminar el día, antes de tomar los alimentos o al iniciar un viaje familiar, entre otros.

Para su audiencia general número 100 el Papa Francisco ha elegido hablar sobre la oración. Ha explicado que es en la familia donde se aprende a orar y a pedir el don del Espíritu Santo. Ha dicho que el Evangelio meditado en familia es como un buen pan que alimenta el corazón y ha pedido a los padres que enseñen a los niños a hacer la señal de la Cruz.

Los invitamos a leer lo manifestado por el Papa Francisco y a poner en práctica la belleza de la oración en familia. ‘Queridos hermanos y hermanas: Hoy nos detenemos a reflexionar sobre la oración en familia. El espíritu de la oración se fundamenta en el gran mandamiento: ‘amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas».

  1. La oración se alimenta del afecto por Dios.
  2. Un corazón lleno de amor a Dios sabe transformar en oración un pensamiento sin palabras, una invocación delante de una imagen sagrada, o un beso hacia la Iglesia.
  3. A pesar de lo complicado que es el tiempo en la familia, siempre ocupado, con mil cosas que hacer, la oración nos permite encontrar la paz para las cosas necesarias, y descubrir el gozo de los dones inesperados del Señor, la belleza de la fiesta y la serenidad del trabajo.
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La oración brota de la escucha de Jesús, de la lectura y familiaridad con la Palabra de Dios. Nos hará bien preguntarnos: ¿Tenemos en casa el Evangelio? ¿Encontramos un momento para leerlo juntos o al menos leerlo solo? ¿Lo meditamos recitando el Rosario? El Evangelio leído y reflexionado en familia es como un pan bueno que nutre el corazón de todos.

¿Cuál fue la primer oración en la Biblia?

Devoción diaria: El comienzo de la oración Luego oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba por el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Pero Jehová Dios llamó al hombre, y le preguntó: —¿Dónde estás? Éste es el comienzo de la oración.

  1. Se sugiere aquí que esto era una cosa habitual en las vidas de Adán y Eva.
  2. Es bastante notable que la primera oración está grabada sólo después de la caída.
  3. Sin embargo, el relato sugiere muy simplemente que la oración había sido una delicia continua y una bendición a Adán y Eva, y parte de su experiencia diaria.

Esto parece ser una acción habitual por parte de Dios. Él viene al huerto en el fresco del día a conversar con los dos que habían venido de Su mano creadora, y juntos andaban en el huerto. Lo más notable sobre este incidente es que la iniciativa para comenzar la oración comienza con Dios.

Es el Señor el que viene al huerto. Es el Señor el que llama al hombre. La oración, por lo tanto, comienza con Dios. De muchas formas, ésta es la gran verdad sobre la oración que podemos aprender de este incidente, porque a través del resto de las Escrituras la verdad es la base de cada oración que es pronunciada desde aquí y para adelante.

Así que siempre debemos leer los relatos de las Escrituras desde este punto de vista. Muchas falsas enseñanzas presentan la imagen de que la oración es algo que el hombre le hace a Dios. En los mensajes sobre la oración que yo he oído, a veces parece que es el hombre el que salva a Dios de Su propensión a juzgar mediante la oración en el momento propicio.

Pero la gente nunca es más compasiva que Dios. La compasión nace de Dios y sólo aparece en los seres humanos cuando es implantada por el Espíritu de Dios. No puedes sentir compasión y misericordia y pena sin el movimiento del Espíritu de Dios. Siempre es un error el pensar que estamos siendo llamados a perseverar en oración en tal grado que ‘oramos a través de una situación’ y persuadimos a un Dios reacio a hacer o no hacer algo que Él está empeñado en hacer.

Eso no es oración. La oración, como en esta primera instancia en el huerto de Edén, comienza con Dios. Es Dios el que llama. Es Dios el que ayuda. Es por esto que, cuando sentimos una necesidad o un deseo de orar o de organizar un hábito disciplinado de oración, es Dios el que ha comenzado eso.

  • Él ha plantado ese deseo en nosotros, y nosotros estamos respondiendo.
  • Debemos recordar que ésta es la primera gran verdad sobre la oración en las Escrituras.
  • Padre, hay veces que nos escondemos a nosotros mismos como lo hicieron Adán y Eva.
  • Gracias por la voz que se niega a dejarme ir, pero que suavemente me llama a enfrentarme con mis debilidades y me capacita para encontrar el sitio de purificación y perdón y restauración.

¿Genera confianza en Su respuesta dispuesta a nuestras oraciones el saber que nuestro deseo o necesidad de orar resulta de la iniciativa de Dios? ¿Deshonramos Su iniciativa amante al presumir que podemos manipular Su respuesta? ¿Estamos aprendiendo transparencia y confianza en nuestra comunicación con nuestro Padre? : Devoción diaria: El comienzo de la oración

¿Qué significa orar y porqué oramos?

¿Cuándo debemos orar? – Podemos orar siempre que sintamos la necesidad de comunicarnos con nuestro Padre Celestial, ya sea en silencio o en voz alta. A veces necesitamos estar a solas para poder derramar toda nuestra alma a Él (véase Mateo 6:6 ). Además, podemos orar durante nuestras actividades diarias, en las reuniones de la Iglesia, en casa, al caminar por un sendero o por la calle, en el trabajo, al preparar la comida, doquiera que nos encontremos sin importar lo que estemos haciendo.

  • Podemos orar de día o de noche; cuando estemos solos o con otras personas.
  • Podemos tener a nuestro Padre Celestial en nuestros pensamientos en todo momento (véase Alma 34:27 ); podemos ‘ora siempre’ ( D.
  • Y C.10:5 ).
  • En ocasiones, quizá no sintamos deseos de orar; tal vez nos sintamos enojados, desilusionados o disgustados.

Sin embargo, en esos momentos es cuando debemos hacer un esfuerzo especial por orar (véase 2 Nefi 32:8–9 ). Debemos orar en privado al menos una vez por la mañana y otra por la noche. En las Escrituras se nos habla de orar por la mañana, al mediodía y al atardecer (véase Alma 34:21 ).

  1. Se nos ha mandado hacer oraciones familiares para que nuestra familia sea bendecida (véase 3 Nefi 18:21 ).
  2. Los líderes de la Iglesia nos han aconsejado orar en familia cada mañana y cada noche.
  3. También tenemos el privilegio de orar para agradecer y pedir una bendición por los alimentos antes de cada comida.

Iniciamos y concluimos todas las reuniones de la Iglesia con una oración; damos gracias al Señor por Sus bendiciones y pedimos Su ayuda con el fin de adorarle en una forma que sea agradable para Él.

¿Cuántas clases de oraciones a Dios hay?

Tipos de oración Verbal (El Padre Nuestro, por ejemplo.) Mental (Por ejemplo el Casticismo o Hesiquia, en la que se repite mentalmente el nombre de Jesús) De Meditación (Como la lectio divina o lectura espiritual, meditando la Biblia o textos de espiritualidad)

¿Cómo aprender a orar con fe?

Cuatro pasos para la oración – Dios es tu Padre Celestial y desea saber de ti. Puedes acercarte a Él a través de la oración. Como Su hijo, puedes pedirle a tu Padre Celestial Su ayuda y guía en tu vida. La oración puede hacerse en voz alta o mentalmente.

  • Puedes hablarle a Dios como lo haces con otras personas.
  • Tus palabras no tienen que ser elocuentes o memorizadas.
  • Es más importante que abras tu corazón.
  • Ten fe de que Él está ahí para ti y que te escucha, porque así es.
  • Ten fe en que Él te ayudará, porque lo hará.
  • La oración es uno de los dones más valiosos que hemos recibido de un amoroso Padre Celestial.

Antes de empezar, encuentra un lugar tranquilo donde te sientas cómodo. Una buena manera de comenzar es dirigirte a Dios por su nombre. Puedes decir, ‘Querido Dios’, o ‘Querido Padre Celestial’, ‘Padre Nuestro que estás en los Cielos’, o simplemente ‘Dios’.

Habla de tu corazón y comparte tus esperanzas y deseos como también tus preocupaciones y problemas. Puedes pedirle Su ayuda, dirección, perdón o sanación. Lo que sea que esté en tu mente, tráelo a Él. Reconoce que Su sabiduría y Su tiempo son más grandes que los tuyos. Puedes preguntarle qué es lo que Él quiere para ti.

Comparte con Dios tus sentimientos hacia otras personas. Puedes pedir por sus necesidades o preguntarle en qué manera puedes ayudarles y amarles. Agradécele a Dios por todas las bendiciones en tu vida. Aun los desafíos pueden ser una bendición. Estos nos ayudan a ser humildes y a mantener nuestro corazón y mente más abiertos a las respuestas de Dios.

¿Qué versiculo de la Biblia habla de la oración?

Efesios 6:18 – Oren en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y manténganse atentos, siempre orando por todos los santos (Ef 6:18).

¿Cuáles son los tipos de oración?

En primer lugar veremos la clasificación según la intención del emisor, que da lugar a diferentes modalidades de la enunciación: enunciativa, interrogativa, exclamativa, exhortativa, dubitativa y desiderativa. Este tipo de oraciones pueden ser, además, afirmativas o negativas.

¿Como dice la Biblia que se debe orar?

Afortunadamente, esta pregunta tiene muchas respuestas diferentes. Dios escucha tus oraciones sin importar cuándo o dónde estés orando. Simplemente mira la Biblia. La gente ora en las casas, en las habitaciones, en las cimas de las montañas, en los desiertos, a altas horas de la noche, temprano por la mañana, antes de las comidas y después de las batallas.

Así que, tal vez no importa tanto en dónde estés durante la oración y en qué momento ores. En vez de ello, se trata de dónde se encuentra tu corazón cuando oras. En cualquier momento que desees o necesites hablar con Dios, ahí es cuando debes orar. En cualquier lugar en el que necesites sentir la influencia de Su amor, ahí es donde debes orar.

No tienes que esperar el momento o el lugar perfecto (o ser perfecto). Simplemente ora. Dios te escuchará. Si alguna vez piensas que existe un momento o un lugar demasiado incómodo para orar, simplemente recuerda a Jonás: No hay un lugar ni momento equivocado para orar, pero si sientes que podrías beneficiarte de orar en un ambiente más tranquilo, aquí tienes algunos consejos que te pueden ayudar.

¿Por qué es importante la oración?

Investigaciones desde la psicología y la sociología han demostrado que las familias que rezan juntas se muestran más unidas, más felices, y mucho más saludables. La familia es un pequeño templo en casa. Las familias que oran juntas establecen una confianza entre ellos, aprenden a orar en comunidad y se ponen de acuerdo por medio de Jesús. Hay muchos momentos para unirse en oración, como al iniciar o terminar el día, antes de tomar los alimentos o al iniciar un viaje familiar, entre otros.

  • Para su audiencia general número 100 el Papa Francisco ha elegido hablar sobre la oración.
  • Ha explicado que es en la familia donde se aprende a orar y a pedir el don del Espíritu Santo.
  • Ha dicho que el Evangelio meditado en familia es como un buen pan que alimenta el corazón y ha pedido a los padres que enseñen a los niños a hacer la señal de la Cruz.

Los invitamos a leer lo manifestado por el Papa Francisco y a poner en práctica la belleza de la oración en familia. ‘Queridos hermanos y hermanas: Hoy nos detenemos a reflexionar sobre la oración en familia. El espíritu de la oración se fundamenta en el gran mandamiento: ‘amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas».

  1. La oración se alimenta del afecto por Dios.
  2. Un corazón lleno de amor a Dios sabe transformar en oración un pensamiento sin palabras, una invocación delante de una imagen sagrada, o un beso hacia la Iglesia.
  3. A pesar de lo complicado que es el tiempo en la familia, siempre ocupado, con mil cosas que hacer, la oración nos permite encontrar la paz para las cosas necesarias, y descubrir el gozo de los dones inesperados del Señor, la belleza de la fiesta y la serenidad del trabajo.

La oración brota de la escucha de Jesús, de la lectura y familiaridad con la Palabra de Dios. Nos hará bien preguntarnos: ¿Tenemos en casa el Evangelio? ¿Encontramos un momento para leerlo juntos o al menos leerlo solo? ¿Lo meditamos recitando el Rosario? El Evangelio leído y reflexionado en familia es como un pan bueno que nutre el corazón de todos.

¿Cuál es la diferencia entre orar y clamar?

ORAR : es hablar y dialogar. CLAMAR : Es un grito de auxilio, es pedir con desesperación en el corazón, tener angustia y aflicción por la petición, aquella que sale de lo más profundo de nuestro ser.

¿Cuál es la oración que Jesús nos enseñó y por qué?

El relato en los evangelios – En los dos evangelios, es Jesús quien enseña el padrenuestro a sus discípulos como respuesta a la petición de los mismos: ‘Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.’ (Lc 11, 1).

  • Se debe recordar que la religiosidad judía era muy rígida y tenía ritos y oraciones muy precisos.
  • La relación con el Ser Eterno, que según sus creencias regía todo lo que existe, era algo muy delicado y por eso le pidieron a Jesús que les enseñara el modo correcto de dirigirse a Él; pues de acuerdo a ellos, solo una persona muy cercana a Dios podría conocer la manera correcta de hablarle, siendo Jesús esa persona para ellos.

Con la oración que les enseña, Jesús trata de romper con las actitudes que alejaban al hombre de Dios, y busca una sencillez que facilite el diálogo con ese Absoluto que Jesús llamó Padre. Relato de Mateo La oración aparece en el contexto del Sermón de la montaña, Jesús había comenzado ya su vida pública, y debido a que ya era un conocido predicador congregó a mucha gente que quería recibir sus enseñanzas. Decidió subir a un monte para que todos pudieran escucharle, y una parte importante de las enseñanzas cristianas se basa en este pasaje evangélico: las bienaventuranzas ( Mt 5:1-12 ), la comparación de los discípulos con la luz del mundo ( Mt 5:14-16 ), la actitud de Jesús con respecto a la Ley de Moisés ( Mt 5:17-20 ), y sus comentarios sobre los mandamientos ( Mt 5:21-37 ), entre otras enseñanzas fundamentales para los cristianos.

El contexto en el que Jesús expone el padrenuestro es el del reproche hacia aquellos, tanto judíos como gentiles, que han convertido la oración, como la limosna, en un hábito meramente externo ( Mt 6:5-8 ). Jesús recomienda orar en privado y con sencillez, y les ofrece el padrenuestro como ejemplo de oración sencilla para dirigirse al Padre.

Relato de Lucas En el Evangelio de Lucas el padrenuestro aparece en la sección que es denominada el viaje a Jerusalén : es precedido por la exposición de la parábola del buen samaritano ( Lc 10:30-37 ) y por el episodio de la disputa entre Marta y María ( Mt 10:38-42 ).

El relato parece sugerir que Jesús estaba orando solo y muy concentrado en lo que el evangelio llama «cierto lugar», por lo que nadie se atrevía a interrumpirlo, y solo cuando terminó su diálogo con el Eterno uno de sus discípulos le pidió que les enseñara a orar, como también Juan enseñaba a sus discípulos.

A continuación, Jesús les explica el padrenuestro, en una versión más corta que la de Mateo y que contiene solo cinco peticiones. El texto de Lucas según la traducción católica de la Biblia de América dice: « Padre, santificado sea tu nombre; venga tu reino; danos cada día el pan que necesitamos; perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos ofende; y no nos dejes caer en la tentación.

  1. » ( Lc 11:2-4 ).
  2. Comparación de ambos relatos Lucas narra que uno de los discípulos le pidió a Cristo que les enseñase a orar después de que Jesús mismo hubo terminado su oración en solitario.
  3. En Mateo no aparece la petición del discípulo, fue iniciativa del propio Jesús enseñarles a rezar con el padrenuestro.
See also:  Que Es Una Promesa En La Biblia?

Las diferencias entre las dos versiones son las siguientes:

  • La invocación: Lucas invoca a Dios solo como Padre y Mateo como padre nuestro que estás en el Cielo ;
  • En Lucas no aparece la petición de Jesús de que se realice la voluntad de Dios así en la tierra como en el cielo;
  • En Lucas no se menciona la petición «líbranos del mal».

El fondo de los dos relatos es el mismo: Jesús enseña a su gente cuál es la forma correcta de dirigirse a Dios, Sin embargo, Mateo la desarrolla de manera más extensa y profunda. El relato de Mateo sobre el padre nuestro resulta más apasionado, puesto que en él Jesús está sobre una montaña rodeado de una muchedumbre ansiosa por escuchar sus palabras; en el relato de Lucas, en cambio, un Jesús más espiritual, orando en solitario, causa la admiración de un discípulo, quien espera pacientemente a que termine su oración para pedirle que le enseñe a orar.

El texto de Lucas contiene el relato original. Si el texto de Lucas fuera el primitivo los cristianos a la hora de transmitirlo de unos a otros tuvieron que haber añadido leves perífrasis.

El texto de Mateo contiene el relato original. Si el original fue Mateo entonces los cristianos recortaron la oración por olvido en la tradición recogida por Lucas.

En la tercera hipótesis se vierte la siguiente idea:

Jesús la pronunció en reiteradas ocasiones y los dos relatos son correctos. La oración era algo muy fundamental para Jesús, parte importantísima en el aprendizaje de sus discípulos. Surge entonces la hipótesis de que tal vez Jesús repitió varias veces esta oración para que sus apóstoles la aprendieran bien, y que Mateo y Lucas la sitúan en dos de estos distintos momentos. Esta teoría responde a la diferencia del relato de la entrega del padrenuestro entre Mateo y Lucas.

Solo hay dos hechos que no dejan lugar a dudas: las diferencias entre las dos versiones del padrenuestro son marginales, y en la práctica la Iglesia primitiva optó por el texto de Mateo, probablemente por ser más rotundo y adornado. Por medio del método científico es difícil llegar más allá en estas averiguaciones.

¿Cuál es el poder de una oración sincera Santiago 5 16?

Versos Paralelos La Biblia de las Américas Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho. Nueva Biblia Latinoamericana Por tanto, confiésense sus pecados unos a otros, y oren unos por otros para que sean sanados.

  • La oración (súplica) eficaz del justo puede lograr mucho.
  • Reina Valera Gómez Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanados.
  • La oración eficaz del justo, puede mucho.
  • Reina Valera 1909 Confesaos vuestras faltas unos á otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos; la oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho.

Biblia Jubileo 2000 Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos. Porque la oración eficaz del justo, es muy poderosa. Sagradas Escrituras 1569 Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos.

Porque la oración eficaz del justo, es muy poderoso. King James Bible Confess your faults one to another, and pray one for another, that ye may be healed. The effectual fervent prayer of a righteous man availeth much. English Revised Version Confess therefore your sins one to another, and pray one for another, that ye may be healed.

The supplication of a righteous man availeth much in its working. Tesoro de la Escritura Confess. Génesis 41:9,10 Entonces el jefe de los coperos habló a Faraón, diciendo: Quisiera hablar hoy de mis faltas.2 Samuel 19:19 Y dijo al rey: No me considere culpable mi señor, ni te acuerdes del mal que tu siervo hizo el día en que mi señor el rey salió de Jerusalén; que el rey no lo guarde en su corazón.

Mateo 3:6 y confesando sus pecados, eran bautizados por él en el río Jordán. Mateo 18:15-17 Y si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas; si te escucha, has ganado a tu hermano. Lucas 7:3,4 Al oír hablar de Jesús, el centurión envió a El unos ancianos de los judíos, pidiéndole que viniera y salvara a su siervo.

Hechos 19:18 También muchos de los que habían creído continuaban viniendo, confesando y declarando las cosas que practicaban. pray. Colosenses 1:9 Por esta razón, también nosotros, desde el día que lo supimos, no hemos cesado de orar por vosotros y de rogar que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, 1 Tesalonicenses 5:17,23,25 orad sin cesar; Hebreos 13:18 Orad por nosotros, pues confiamos en que tenemos una buena conciencia, deseando conducirnos honradamente en todo.

that. Génesis 20:17 Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec, a su mujer y a sus siervas; y tuvieron hijos.2 Crónicas 30:20 Y oyó el SEÑOR a Ezequías y sanó al pueblo. Lucas 9:6 Entonces salieron, e iban por las aldeas anunciando el evangelio y sanando por todas partes. Hechos 10:38 Vosotros sabéis cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, el cual anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con El.

The effectual. Génesis 18:23-32 Y Abraham se acercó, y dijo: ¿En verdad destruirás al justo junto con el impío? Génesis 19:29 Y aconteció que cuando Dios destruyó las ciudades del valle, se acordó Dios de Abraham e hizo salir a Lot de en medio de la destrucción, cuando destruyó las ciudades donde habitaba Lot.

Génesis 20:7,17 Ahora pues, devuelve la mujer al marido, porque él es profeta y orará por ti, y vivirás. Mas si no la devuelves, sabe que de cierto morirás, tú y todos los tuyos. Génesis 32:28 Y el hombre dijo: Ya no será tu nombre Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has prevalecido.

Éxodo 9:28,29,33 Rogad al SEÑOR, porque ha habido ya suficientes truenos y granizo de parte de Dios; y os dejaré ir y no os quedaréis más aquí. Éxodo 17:11 Y sucedió que mientras Moisés tenía en alto su mano, Israel prevalecía; y cuando dejaba caer la mano, prevalecía Amalec.

Éxodo 32:10-14 Ahora pues, déjame, para que se encienda mi ira contra ellos y los consuma; mas de ti yo haré una gran nación. Números 11:2 Entonces clamó el pueblo a Moisés, y Moisés oró al SEÑOR y el fuego se apagó. Números 14:13-20 Pero Moisés respondió al SEÑOR: Entonces lo oirán los egipcios, pues tú sacaste a este pueblo de en medio de ellos con tu poder, Números 21:7-9 Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado, porque hemos hablado contra el SEÑOR y contra ti; intercede con el SEÑOR para que quite las serpientes de entre nosotros.

Y Moisés intercedió por el pueblo. Deuteronomio 9:18-20 Y me postré delante del SEÑOR como al principio, por cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo el pecado que habíais cometido al hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, provocándole a ira.

Josué 10:12 Entonces Josué habló al SEÑOR el día en que el SEÑOR entregó a los amorreos delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de Israel: Sol, detente en Gabaón, y tú luna, en el valle de Ajalón.1 Samuel 12:18 Clamó Samuel al SEÑOR, y el SEÑOR envió aquel día truenos y lluvia; y todo el pueblo temió grandemente al SEÑOR y a Samuel.1 Reyes 13:6 El rey respondió, y dijo al hombre de Dios: Te ruego que supliques al SEÑOR tu Dios, y ores por mí, para que mi mano me sea restaurada.

El hombre de Dios suplicó al SEÑOR y la mano del rey le fue restaurada, y quedó como antes.1 Reyes 17:18-24 Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo que ver contigo, oh varón de Dios? Has venido para traer a memoria mis iniquidades y hacer morir a mi hijo.2 Reyes 4:33-35 Y entrando, cerró la puerta tras ambos y oró al SEÑOR.2 Reyes 19:15-20 Y oró Ezequías delante del SEÑOR, y dijo: Oh SEÑOR, Dios de Israel, que estás sobre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra.

Tú hiciste los cielos y la tierra.2 Reyes 20:2-5 Entonces él volvió su rostro hacia la pared y oró al SEÑOR, diciendo: 2 Crónicas 14:11,12 Entonces Asa invocó al SEÑOR su Dios, y dijo: SEÑOR, no hay nadie más que tú para ayudar en la batalla entre el poderoso y los que no tienen fuerza; ayúdanos, oh SEÑOR Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos y en tu nombre hemos venido contra esta multitud.

Oh SEÑOR, tú eres nuestro Dios; que no prevalezca hombre alguno contra ti.2 Crónicas 32:20-22 Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amoz, oraron sobre esto, y clamaron al cielo. Job 42:8 Ahora pues, tomad siete novillos y siete carneros, id a mi siervo Job y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros.

Porque ciertamente a él atenderé para no hacer con vosotros conforme a vuestra insensatez, porque no habéis hablado de mí lo que es recto, como mi siervo Job. Salmos 10:17,18 Oh SEÑOR, tú has oído el deseo de los humildes; tú fortalecerás su corazón e inclinarás tu oído Salmos 34:15 Los ojos del SEÑOR están sobre los justos, y sus oídos atentos a su clamor.

Salmos 145:18,19 El SEÑOR está cerca de todos los que le invocan, de todos los que le invocan en verdad. Proverbios 15:8,29 El sacrificio de los impíos es abominación al SEÑOR, mas la oración de los rectos es su deleite. Proverbios 28:9 Al que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominación.

Jeremías 15:1 Entonces el SEÑOR me dijo: Aunque Moisés y Samuel se presentaran ante mí, mi corazón no estaría con este pueblo; échalos de mi presencia, y que se vayan. Jeremías 29:12,13 “Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y yo os escucharé. Jeremías 33:3 “Clama a mí, y yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces.

Daniel 2:18-23 para que pidieran misericordia del Dios del cielo acerca de este misterio, a fin de que no perecieran Daniel y sus amigos con el resto de los sabios de Babilonia. Daniel 9:20-22 Aún estaba yo hablando, orando y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y presentando mi súplica delante del Señor mi Dios por el santo monte de mi Dios, Oseas 12:3,4 En el vientre tomó a su hermano por el calcañar, y en su madurez luchó con Dios.

Mateo 7:7-11 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Mateo 21:22 Y todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis. Lucas 11:11-13 O suponed que a uno de vosotros que es padre, su hijo le pide pan; ¿acaso le dará una piedra? O si le pide un pescado; ¿acaso le dará una serpiente en lugar del pescado? Lucas 18:1-8 Y les refería Jesús una parábola para enseñar les que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer, Juan 9:31 Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien teme a Dios y hace su voluntad, a éste oye.

Hechos 4:24-31 Al oír ellos esto, unánimes alzaron la voz a Dios y dijeron: Oh, Señor, tú eres el que HICISTE EL CIELO Y LA TIERRA, EL MAR Y TODO LO QUE EN ELLOS HAY, Hechos 12:5-11 Así pues, Pedro era custodiado en la cárcel, pero la iglesia hacía oración ferviente a Dios por él.1 Juan 3:22 y todo lo que pidamos lo recibimos de El, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de El.

  • A righteous.
  • Romanos 3:10 como está escrito: NO HAY JUSTO, NI AUN UNO; Romanos 5:19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno los muchos serán constituidos justos.
  • Hebreos 11:4,7 Por la fe Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó el testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y por la fe, estando muerto, todavía habla.

Enlaces Santiago 5:16 Interlineal • Santiago 5:16 Plurilingüe • Santiago 5:16 Español • Jacques 5:16 Francés • Jakobus 5:16 Alemán • Santiago 5:16 Chino • James 5:16 Inglés • Bible Apps • Bible Hub Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, //www.lockman.org,

Usadas con permiso. Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, //www.lockman.org, Usadas con permiso. Reina Valera Gómez (© 2010) Contexto Exhortaciones varias 15 y la oración de fe restaurará al enfermo, y el Señor lo levantará, y si ha cometido pecados le serán perdonados.16 Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados.

La oración eficaz del justo puede lograr mucho.17 Elías era un hombre de pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Referencia Cruzada Génesis 18:23 Y Abraham se acercó, y dijo: ¿En verdad destruirás al justo junto con el impío? Génesis 20:17 Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec, a su mujer y a sus siervas; y tuvieron hijos.1 Samuel 12:17 ¿No es ahora la siega del trigo? Yo clamaré al SEÑOR, para que mande truenos y lluvia.

Entonces conoceréis y veréis que es grande la maldad que habéis hecho ante los ojos del SEÑOR, al pedir para vosotros un rey.1 Reyes 13:6 El rey respondió, y dijo al hombre de Dios: Te ruego que supliques al SEÑOR tu Dios, y ores por mí, para que mi mano me sea restaurada. El hombre de Dios suplicó al SEÑOR y la mano del rey le fue restaurada, y quedó como antes.2 Crónicas 30:20 Y oyó el SEÑOR a Ezequías y sanó al pueblo.

Job 42:8 Ahora pues, tomad siete novillos y siete carneros, id a mi siervo Job y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros. Porque ciertamente a él atenderé para no hacer con vosotros conforme a vuestra insensatez, porque no habéis hablado de mí lo que es recto, como mi siervo Job.

Jeremías 42:2 y dijeron al profeta Jeremías: Llegue ahora ante ti nuestra súplica, y ruega al SEÑOR tu Dios por nosotros, por todo este remanente, porque quedamos pocos de muchos que éramos, como pueden ver tus ojos, Mateo 3:6 y confesando sus pecados, eran bautizados por él en el río Jordán. Marcos 1:5 Y acudía a él toda la región de Judea, y toda la gente de Jerusalén, y confesando sus pecados, eran bautizados por él en el río Jordán.

Juan 9:31 Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien teme a Dios y hace su voluntad, a éste oye. Hechos 8:24 Pero Simón respondió y dijo: Rogad vosotros al Señor por mí, para que no me sobrevenga nada de lo que habéis dicho. Hechos 19:18 También muchos de los que habían creído continuaban viniendo, confesando y declarando las cosas que practicaban.

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