La tradición apostólica atribuye la autoría de este evangelio a Juan el apóstol y evangelista aunque, dada la falta de unidad en su redacción final, el estilo y la fecha supuesta de redacción (en torno al año 90 d.
¿Dónde escribio las cartas Juan?
Autoría. La epístola se le atribuye tradicionalmente a Juan Evangelista que la escribió en Éfeso ya de edad avanzada.
¿Cuál es la diferencia entre San Juan y Juan?
Padre José de Jesús Aguilar 18/06/2017 ¿Juan Bautista es el mismo que Juan el Evangelista? Padre José de Jesús Aguilar | Conductor El Padre José de Jesús Aguilar Valdés es la persona a la que se le dirigen las preguntas que se tienen acerca de temas de la religión católica ya. ¿San Juan Bautista es el mismo santo que San Juan el Evangelista? La respuesta es no.
¿Quién era el discípulo más amado de Jesús?
Juan, el discípulo a quien Jesús amaba Juan, el discípulo a quien Jesús amaba Los escritos del Nuevo Testamento asociados con Juan el Amado lo presentan como un maestro, así como un modelo para nuestro propio discipulado. Después de Pedro, Juan es quizás el más conocido de los Doce Apóstoles originales de Jesús. Él y su hermano Santiago estuvieron con Pedro en algunos de los momentos más importantes del ministerio mortal del Salvador, y ha sido asociado tradicionalmente con cinco libros diferentes del Nuevo Testamento.
- En se da a entender su cercanía personal al Señor: ‘Y uno de sus discípulos, a quien Jesús amaba, estaba reclinado en el pecho de Jesús’.
- A través de los siglos, el arte cristiano ha reflejado esta imagen, presentando a Juan como un hombre joven, a menudo reposando en los brazos del Salvador.
- Este es el origen de su singular título, Juan el Amado, pero su testimonio y misión revelan aspectos del discipulado que todos podemos compartir.
El nombre hebreo de Juan, Yohanan, significa ‘Dios ha mostrado Su gracia’. La mayoría de los detalles que conocemos acerca de él provienen de los primeros tres Evangelios, que cuentan la historia del ministerio mortal del Salvador desde prácticamente la misma perspectiva. Aunque los Evangelios ya no vuelven a mencionar a Zebedeo, sabemos que la madre de Santiago y Juan se convirtió en seguidora de Jesús; intercedió ante Jesús por sus hijos y estuvo presente en la Crucifixión. La madre de Santiago y Juan, conocida habitualmente por el nombre de Salomé, también pudo haber sido hermana de María, la madre de Jesús, lo cual significa que ellos podrían haber sido primos hermanos de Jesús y parientes de Juan el Bautista.
- En la resurrección de la hija de Jairo, constatando en persona el poder del Señor sobre la muerte.
- En el Monte de la Transfiguración, donde vieron a Jesús revelado en Su gloria y escucharon la voz del Padre testificar que Jesús era Su Hijo en quien estaba complacido.
- En el Monte de los Olivos para escuchar Su profecía final acerca de los últimos días.
- En el jardín de Getsemaní, donde el Salvador comenzó Su gran obra expiatoria estando ellos cerca.
Así como Jesucristo le dio a Simón el nombre adicional de Cefas o Pedro, que significa ‘roca’, también les dio a Santiago y Juan el título de Boanerges, o ‘hijos del trueno’. Teniendo en cuenta que le preguntaron a Jesús si debían mandar que descendiera fuego sobre una aldea de samaritanos que los habían rechazado (véase ), este apodo podría sugerir que eran irascibles o al menos que tenían un carácter muy fuerte.
Sin embargo, es igual de probable que el nombre adelantara cuán poderosos podrían llegar a ser como testigos, de la misma manera que el nombre de Pedro probablemente reflejara su naturaleza devota, aunque impulsiva en los comienzos, así como su firmeza y fortaleza después de la resurrección de Jesús.
En las apariciones de Juan en el libro de los Hechos, se le describe como un compañero fuerte y firme de Pedro. Juan estaba con Pedro cuando sanó al cojo en el templo, y juntos predicaron audazmente ante los líderes judíos de Jerusalén. Juntos, los dos apóstoles viajaron a Samaria para conferir el don del Espíritu Santo a los samaritanos a quienes Felipe había enseñado y bautizado.
Sin embargo, es en los escritos que se asocian con Juan donde más se manifiesta como un poderoso testigo de la divinidad de Su maestro y amigo, Jesucristo. Estos libros del Nuevo Testamento presentan a Juan como un maestro y un modelo para nosotros en nuestro propio discipulado. Curiosamente, Juan nunca es nombrado en el Evangelio que tradicionalmente se le ha atribuido.
El Evangelio de Juan menciona a los dos hijos de Zebedeo una sola vez, en el último capítulo, donde se hallaban entre los siete discípulos que se encontraron con el Señor resucitado junto al Mar de Galilea. Incluso allí, sin embargo, no son mencionados por su nombre.
En cambio, la tradición, apoyada por referencias de las Escrituras de la Restauración, ha identificado a Juan como el anónimo ‘discípulo a quien Jesús amaba’ que estuvo presente en la Última Cena, la Crucifixión, la tumba vacía y la aparición final de Jesús en el Mar de Galilea. También puede haber sido el ‘otro discípulo’ que, junto con Andrés, había sido seguidor de Juan el Bautista, y le oyó testificar que Jesús era el Cordero de Dios (véase ), y es probable que fuera el discípulo que acompañó a Pedro después del arresto de Jesús y le ayudó a acceder al patio del sumo sacerdote (véase ).
En el Evangelio de Juan, el discípulo amado emerge como un amigo cercano y personal del Señor. Junto con Marta, Lázaro y María, Juan es descrito explícitamente en este Evangelio como alguien a quien Jesús amó (véase ). Su posición en la mesa durante la Última Cena reflejaba no solo honor sino también cercanía.
Más allá de su amistad con el Salvador, otros pasajes lo revelan como un testigo poderoso de los acontecimientos más importantes de la misión de Jesús: permaneció al pie de la cruz para presenciar la muerte del Señor como sacrificio por el pecado, corrió a la tumba después de la Resurrección para confirmar que estaba vacía, y vio al Salvador resucitado.
Dos veces menciona el Evangelio de Juan que está basado en el testimonio del discípulo amado y recalca que su testimonio es verdadero, lo cual coincide con el título que José Smith le dio a este Evangelio: ‘El Testimonio de Juan’. Aunque los eruditos todavía debaten sobre la identidad del discípulo amado, si era el apóstol Juan, entonces fue la fuente del material de este Evangelio, si no su autor original.
¿Por qué entonces permaneció sin nombre, sin ser identificado nunca directamente como el apóstol Juan? La respuesta podría ser en parte porque su intención era que sus propias experiencias fueran modelos para creyentes y discípulos de todas las épocas. Permaneciendo en el anonimato, podría permitirnos proyectarnos en sus experiencias, aprendiendo a amar y ser amados por el Señor y obteniendo nuestros propios testimonios, que después se nos llama a compartir con los demás.
Como el Evangelio de Juan, ninguna de las tres cartas atribuidas a Juan lo nombra directamente. Sin embargo, 1 Juan, que es más un tratado doctrinal que una carta real, está estrechamente asociado con el Evangelio en su estilo y temas, los cuales abarcan la importancia del amor y la obediencia, temas que el Salvador enseñó en el relato de Juan de la Última Cena.1 Juan, escrito después del Evangelio, comienza declarando el testimonio del autor sobre el Señor Jesucristo, ‘lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida’; cursiva agregada).
Además de reafirmar las primeras líneas del Evangelio de Juan, el autor recalca su poderoso testimonio personal y físico de Jesucristo, quien fue la Palabra de Dios literalmente hecha carne. Los primeros cristianos, que eran la primera audiencia del libro, aparentemente habían sufrido divisiones internas con un grupo que abrazaba creencias incorrectas acerca de que Jesús había abandonado a la Iglesia.
En 1 Juan, el autor no es solo un testigo; es una autoridad llamada a corregir la falsa doctrina y a contrarrestar las amenazas a la fe de los anticristos y los falsos espíritus (véase ; ). Su misión también consistía en animar a aquellos que permanecían fieles compartiendo verdades significativas acerca de Dios y Cristo, y la importancia de perseverar en la fe y la justicia.
- En 2 Juan y 3 Juan, él se identifica simplemente como ‘el anciano’ y continúa recalcando la importancia del amor y la obediencia y los peligros de los falsos maestros y de aquellos que rechazan la autoridad apropiada de la Iglesia.
- Estos tres libros nos enseñan la importancia de la devoción continua al Jesucristo revelado.
De los cinco libros que se le atribuyen, solo Apocalipsis utiliza realmente el nombre de Juan, identificando a su autor tres veces por ese nombre en sus versículos iniciales (véase ). Aparte de identificarse a sí mismo como el siervo de Dios, el autor no da ninguna otra indicación de su cargo o llamado, pero la mayoría de las autoridades cristianas primitivas creían que él era Juan, hijo de Zebedeo.
- El Libro de Mormón y Doctrina y Convenios confirman que el apóstol Juan había recibido el cometido especial de recibir y escribir las visiones que tuvo.
- Apocalipsis, un libro complejo y altamente simbólico, tenía por objeto consolar y tranquilizar a los cristianos que sufren persecución o pruebas en todas las épocas, y al mismo tiempo revelaba el papel de Jesucristo a través de la historia.
Aunque se han propuesto dos fechas diferentes para cuando Juan escribió el Apocalipsis —una fecha temprana en los años 60 d.C., durante el reinado del emperador Nerón, y una fecha posterior en los años 90 d.C., durante el reinado del emperador Domiciano— ambas serían posteriores al martirio de Pedro, lo que significa que Juan sería el único de los apóstoles principales que seguía vivo.
Su llamamiento, sin embargo, no consistía únicamente en recibir y registrar las visiones contenidas en el libro. En una de sus visiones, un ángel le dijo a Juan el Revelador que tomara un pequeño libro, o pergamino, y se lo comiera. Aunque al principio tenía un sabor dulce en su boca, le amargó el vientre, lo que José Smith interpretó como una representación de su misión de ayudar a recoger Israel como parte de la restauración de todas las cosas (véanse ; ).
Esta misión fue posible gracias al ministerio continuo de Juan después de ser trasladado. Si bien los comentaristas antiguos y modernos han estado divididos con respecto al significado de la declaración de Jesús a Pedro sobre el destino de Juan al final del Evangelio (véase ), José Smith recibió una revelación que confirmó que la misión de Juan continuará como un ser trasladado hasta el regreso del Salvador (véase ). Juan, testigo poderoso de los acontecimientos más importantes de la misión de Jesús, permaneció al pie de la cruz para presenciar la muerte del Señor, corrió a la tumba después de la Resurrección para confirmar que estaba vacía, y vio al Salvador resucitado.
Juan fue un miembro destacado de los Doce Apóstoles originales de Jesús, quien tuvo una estrecha relación personal con el Salvador y sirvió en importantes funciones como Su testigo, como líder de la Iglesia y como revelador. Sin embargo, la manera en que eligió presentarse a sí mismo como el discípulo amado en el Evangelio que lleva su nombre le permite servir como modelo para todos nosotros en nuestro propio discipulado.
De él aprendemos que como seguidores de Jesucristo, todos podemos descansar en los brazos de Su amor, el cual constatamos más plenamente a través de ordenanzas como la que Él estableció en la Última Cena. Nosotros también podemos permanecer simbólicamente al pie de la cruz, testificando que Jesús murió por nosotros, y correr con esperanza para aprender por nosotros mismos que el Señor vive.
- Es interesante destacar que solo el libro de Apocalipsis declara directamente que su autor fue Juan (véase Apocalipsis 1:1, 4). Ninguno de los Evangelios, incluido el de Juan, identifica a su autor. La tradición cristiana primitiva, sin embargo, identificó la figura del discípulo amado del Evangelio de Juan con el Apóstol de ese nombre. Para consultar un análisis de las pruebas, debates académicos y perspectivas de la Restauración con respecto a esta identificación, véase la nota 17. Del mismo modo, el libro de 1 Juan nunca identifica a su autor, pero su estilo y tema lo conecta estrechamente con el Evangelio de Juan. Los libros de 2 y 3 Juan se atribuyen solo al ‘anciano’, pero la tradición cristiana primitiva los relacionaba con el autor de Juan y 1 Juan.
- Véase ; véanse también ;, La mayoría de los eruditos concuerdan en que Marcos se escribió primero, a mediados de los años 60 d.C., mientras que Mateo y Lucas se escribieron en los años 70 d.C. o a principios de los 80 d.C. En consecuencia, al comenzar por leer las referencias de Marcos podemos ver cómo Mateo y Lucas añadieron o adaptaron el relato más antiguo.
- Mientras que registra que Santiago y Juan pidieron sentarse a los lados derecho e izquierdo de Jesús en Su reino, añade que esta petición en realidad vino de su madre. En cuanto a su presencia en la Crucifixión y más tarde en la tumba vacía, véase ; ; véanse también ; ; ; y,
- Para obtener más información sobre estas posibles relaciones de Salomé, así como más antecedentes sobre la familia y el negocio pesquero de Zebedeo, véase R. Alan Culpepper, John, the Son of Zebedee: The Life of a Legend, 2000, págs.7–23.
- Véase ; ; ; véanse también ; ; ; ; ;,
- Para consultar el Sermón del Monte, véase, Para obtener más información sobre el llamado de Juan y los otros apóstoles originales, véase ; véanse también ;,
- Véase ; véanse también ;, aunque Mateo no nombra a Pedro, Santiago y Juan.
- Véase ; véanse también ;,
- Véase,
- Véase ; véase también,
- Véase, Boanerges es aparentemente una transliteración griega del arameo bene regesh o r‘m, que significa ‘hijos de la conmoción o del trueno’.
- Véase Culpepper, John, the Son of Zebedee, págs.38–40, 50.
- Véase ; ;,
- Véanse ; ;,
- Véanse ; ; ; ; véase también Culpepper, John, the Son of Zebedee, págs.57–69.
- Véase ; ; véase también,
- Véase Joseph Smith’s New Translation of the Bible: Original Manuscripts, editado por Scott H. Faulring, Kent P. Jackson y Robert J. Matthews, 2004, pág.234.
- Para ver ejemplos de los debates académicos sobre la identidad del discípulo amado, véanse Culpepper, John, the Son of Zebedee, págs.72–85, y Raymond E. Brown, An Introduction to the Gospel of John, editado por Francis J. Moloney, 2003, págs.189–199. Para obtener más información sobre el apóstol Juan como fuente o autor del Evangelio de Juan, véanse Richard Neitzel Holzapfel, Eric D. Huntsman y Thomas A. Wayment, Jesus Christ and the World of the New Testament, 2006, págs.126–127, y mi propia exposición reciente en ‘The Gospel of John’, en New Testament History, Culture, and Society, 2018, ed. Lincoln Blumell.
- Véase Raymond E. Brown, The Epistles of John (The Anchor Bible, tomo XXX, 1982), págs.49–55, 71.
- Véanse Culpepper, John, the Son of Zebedee, págs.90–95, y Holzapfel, Huntsman y Wayment, Jesus Christ and the World of the New Testament, págs.274–277.
- Véanse Holzapfel, Huntsman y Wayment, Jesus Christ and the World of the New Testament, 281–282, y especialmente ; ; y ;,
: Juan, el discípulo a quien Jesús amaba
¿Que enseña 3 de Juan?
El chisme ( 3 Juan 1-12) Juan le escribe esta carta a un ‘colaborador’ (2Jn 8) llamado Gayo. En esta, demuestra un toque personal cuando dice, ‘ruego que seas prosperado en todo así como prospera tu alma, y que tengas buena salud’ (3Jn 2). Le presta atención al cuerpo (salud) y alma de su colaborador.
¿Dónde se escribio 2 Juan?
Datos Esenciales –
- Propósito: poner de relieve los elementos fundamentales para seguir a Cristo -la verdad y el amor- y advertir de los falsos maestros.
- Autor: el apóstol Juan.
- Destinatario: a la ‘señora elegida’ y a sus hijos, o posiblemente a la iglesia local, y a todos los creyentes en todas las partes. A la vez, cada observar que, para el catolicismo, la Santa Madre Iglesia Católica es considerada la ‘señora elegida por Dios’.
- Fecha: la misma época que 1 Juan, alrededor del 90 d.C. desde la ciudad de Éfeso.
- Marco histórico: es evidente que esta mujer y su familia formaban parte de una de las iglesias que Juan supervisaba, y habían establecido una sólida amistad. Juan les advertía de los falsos maestros, los que predominaban en algunas de las iglesias.
- Versículo clave: ‘Y este es el Amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en Amor, como vosotros habéis oído desde el principio’ (1:6).
- Personas claves: Juan, la mujer elegida y sus hijos.
¿Quién era Diótrefes en 3 de Juan?
La actitud de Diótrefes en el ministerio pastoral El nombre Diótrefes viene del griego que significa ‘Alimentado por Zeus’. Fue dirigente en la iglesia donde se congregaba el hermano Gayo. No usurpó el cargo, sino que abusó del mismo de una manera dictatorial.
El apóstol Juan menciona que escribió una carta a la congregación, la misiva se perdió, es posible que Diótrefes la destruyera. A este personaje le agradaba pensar por los demás. Los motivos que gobernaron la conducta de Diótrefes no fueron teológicos, sociales ni eclesiásticos, sino anti éticos. La actitud de Diótrefes, se refleja cuando nos desesperamos por el poder, cuando generamos necesidad de recibir honor, y terminamos dominados por la arrogancia intelectual y encumbramiento personal.
Diótrefes no recibía a los misioneros de Éfeso y amenazaba a los hermanos con la expulsión de la iglesia, lo que le facilitaba ejercer su influencia como persona que ocupaba el primer lugar. Diótrefes fue víctima de la enfermedad denominada ‘filoprimatosis’, es decir, desesperación por ocupar el primer lugar.
- Es cierto que debemos tener sanas aspiraciones, pero nada justifica que nos desesperemos por ocupar el primer lugar.
- Diótrefes, auspició una dictadura eclesiástica, se sintió dueño de la iglesia, olvidó fácilmente que las ovejas son del Señor, y necesitan ser pastoreadas, no manipuladas.
- Moisés pastoreó ovejas durante 40 años en el desierto, pero las ovejas fueron de su suegro Jetro.
De igual manera, las ovejas que están en la congregación no son nuestras, están prestadas, el dueño es Jesús. Su abuso de poder lo llevó a desconocer y denigrar al apóstol Juan. Llegó al extremo de calumniarlo de manera maligna. Es lamentable cuando elementos autoritarios asumen la responsabilidad pastoral, y se transforman en caudillos antropocéntricos, llegando a pensar que todo gira en torno a ellos, y los demás no cuentan.1.- Orgullo,- El orgulloso piensa que está actuando bien, la mente se le bloquea porque cuando llega la soberbia llega la deshonra.
Proverbios.11:2.2.- Ambición de poder,- La egolatría nos conduce a pensar que somos mesiánicos, nadie más puede hacer lo que nosotros hacemos. Nos transformamos en exclusivos, nos atrae controlar a los demás, y por obtener el poder somos capaces de atropellar aun a los miembros de nuestro equipo ministerial.3.- Liderazgo distorsionado,- Líder es aquel que forma líderes, no aquel que margina líderes.
El autoritarismo nos conduce al caudillaje. Los dictadores y caudillos siempre cansan, y sus biografías quedan en el olvido.4.- Embaucamiento,- Diótrefes difundió mentiras y chismes contra el apóstol Juan, demostrando su incapacidad para aceptar humildemente que estaba bajo autoridad apostólica.
Los dictadores tienen delirio de grandeza, sueñan con la fantasía de ser dueños de todo, critican a todos, solo ellos están en la verdad, en su desesperación inventan revelaciones divinas y se transforman en expertos mitómanos.5.- Altanería,- Diótrefes promovía su autoridad personalista, no aceptaba estar bajo la cobertura del apóstol Juan, se sentía autosuficiente, y se declaró en oposición al ‘discípulo amado’.6.- Falso maestro,- Parloteando (hablando tonterías) con difamaciones enseñaba a la iglesia a no respetar la autoridad apostólica, con su conducta enseñaba la deslealtad.
Diótrefes fue un elemento infraterno, se sentía ‘cacique’. Solo los que pensaban como él, estaban en la verdad, los demás tenían que ser expulsados. Fue un integrista recalcitrante, reclamaba uniformidad de pensamiento, el concepto de respeto a los demás, no estaba en su diccionario.
El apóstol Juan, dirigiéndose a su amigo Gayo, usó el epíteto: ‘No imites lo malo, sino lo bueno’. Lo malo era la actitud de Diótrefes, pero además agrega: ‘El que hace lo malo no ha visto a Dios’. Esta afirmación nos conduce a la probabilidad de que Diótrefes fue partidario del gnosticismo, corriente filosófica que negaba el milagro de la encarnación de Jesús.
En pleno siglo XXI hay elementos que ejercen el pastorado con imposición, no entienden que lo importante es atraer y no imponer, el apóstol Pablo fue moldeado por el Señor y dijo: ‘Y TODO LO QUE HAGAN, HÁGANLO CON AMOR’ (1 Corintios 16:14). Acerca del autor David Cauracurí Palomino, ([email protected]) está casado con Raquel Ganoza Montes, juntos tienen tres hijos: Anita, Joel y Estefani. : La actitud de Diótrefes en el ministerio pastoral
¿Qué quiere decir la 3 carta de Juan?
Mensaje: 3 Juan: Un relato acerca de tres hombres (3 Juan) La tercera epístola de Juan nos ofrece una panorámica de la vida en la iglesia primitiva, acompañando de forma maravillosa a la segunda epístola, que fue dirigida a una mujer cristiana, acerca de cómo enfrentarse con los falsos maestros que existían en aquellos días.
- La tercera epístola de Juan fue escrita a un hombre cristiano, acerca de cómo debía atender a los verdaderos maestros que viajaban de un sitio a otro proclamando la Palabra de Dios.
- Por lo tanto, hallamos tanto un contraste como cierta semejanza entre estas dos epístolas de puño y letra de Juan.
- Esta tercera epístola nos muestra algo acerca del problema causado por las diversas personalidades dentro de la iglesia, y en ella se mencionan a tres personas.
Hay un hombre, llamado Gayo, al cual va dirigida esta epístola. Hay un segundo hombre, llamado Diótrefes, y un tercero, llamado Demetrio. Estos tres hombres son como tres clases diferentes de cristianos que se encuentran en la iglesia durante cualquier época.
Al igual que sucede con todas las epístolas del Nuevo Testamento, esta es una epístola muy actual y sumamente importante. Para comenzar, tenemos a un hombre llamado Gayo. Puede que éste sea uno de los tres Gayos que se mencionan en otros lugares del Nuevo Testamento, aunque Gayo era un nombre muy corriente en los tiempos novotestamentarios, como lo es Juan.
Sea como fuere, es evidente que Juan le conocía y le dirige esta carta en tono cálido y amistoso. A juzgar por lo que leemos, llegamos a la conclusión de que Gayo era un hombre afable, cordial y generoso. Es importante fijarse en tres cosas que Juan dice acerca de él.
En primer lugar, era un hombre que tenía un alma fuerte, y eso es lo que hizo que Juan sintiese un profundo aprecio por él. Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma. (3 Juan 2) Aunque en otras versiones la manera de expresarlo sea un poco diferente, estas son las palabras que hallamos en la Reina-Valera 95, que es una interpretación más exacta.
Creo que esas son palabras maravillosas para decírselas a una persona, ¿no es así? ‘Ojalá que seas igualmente fuerte en cuerpo como lo eres en espíritu’. Sería interesante aplicar esta prueba a las personas actualmente. Si su aspecto físico fuese un reflejo de su estado espiritual, ¿qué aspecto tendría usted? ¿Sería una persona robusta, fuerte y viril? ¿O sería un debilucho y decrépito, que apenas si se puede mover? Gayo era la clase de persona acerca del cual podía decir el apóstol Juan: ‘Ojalá tu vida física fuese tan fuerte como tu vida espiritual’.
- Además era consistente en sus acciones: Mucho me regocé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad.
- 3 Juan 3) Su vida era un testimonio de la verdad, y lo que impresionó a Juan no fue el hecho de que conociese la verdad, sino de que la siguiese y la viviese.
Tenía una vida consistente, porque no predicaba una cosa y luego hacía otra, sino que andaba en la verdad y, finalmente, era generoso en cuanto a su manera de vivir: Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje.
3 Juan 5-6) Una de las señales de que una persona ha sido realmente tocada por Dios es el hecho de que se muestra generosa con su dinero. Da con generosidad, con buena actitud y con gozo, tal y como le gusta a Dios. Y este hombre es fiel (leal) a la hora de dar, lo cual quiere decir que da de manera continuada y sistemática.
No da solo cuando se deja llevar por sus emociones, sino planea y cumple, continuando fielmente con la obra que ha prometido realizar. Lo que también está claro es que daba con gozo, porque Juan dice: ‘como es digno de su servicio a Dios’, o como beneficia a Su obra.
Dios no quiere que nosotros demos porque nos sintamos obligados o porque alguien está recogiendo una ofrenda especial. O porque sintamos que si no lo hacemos, otros cristianos nos miraran con desprecio; pues Gayo da porque se deleita en hacerlo. En un momento volveremos a los versículos siete y ocho, pero primero veamos quién era este hombre llamado Diótrefes: He escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe.
Por esta causa, si yo voy, recordaré las obras que hace profiriendo palabras malignos contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que los quieren recibirlos se lo prohibe y los expulsa de la iglesia. Amado, no imites lo malo, sino lo bueno.
El que hace lo bueno es de Dios, pero el que hace lo malo no ha visto a Dios. (3 Juan 9-11) Este es el primer ejemplo en la iglesia novotestamentaria de un jefe en la iglesia, alguien que intenta dirigir la iglesia. Puede haberse tratado de un anciano o de un diácono o tal vez de un pastor, es difícil saberlo, pero se trata sin duda de alguien que consideraba su labor como el responsable de decir a todo el mundo en la iglesia lo que debía hacer.
Parece ser que en la iglesia primitiva tenían alguna clase de lista de los miembros, y si a Diótrefes había una persona que no le agradaba, borraba su nombre de la lista y la echaba de la iglesia; y Juan está totalmente en contra de eso, dando claramente a entender que Diótrefes era culpable de cuatro actitudes y acciones particularmente equivocadas.
- Para empezar, Juan dice que era culpable de denigrar al apóstol, ‘profiriendo palabras malignas contra nosotros’ y negando la autoridad del apóstol Juan.
- Sabemos, basándonos en lo que dicen otras epístolas, que los apóstoles desempeñaban un papel único en la historia de la iglesia.
- Debían poner los fundamentos de la iglesia, y les había sido concedida la autoridad necesaria para resolver los temas concernientes a la iglesia; y es precisamente esta palabra apostólica la que nos transmite el Nuevo Testamento, y por eso es por lo que tiene tal autoridad para los cristianos.
Así que tenemos aquí el caso de un hombre que no solo hacía caso omiso de la autoridad del apóstol Juan, sino que además hablaba en su contra, diciendo cosas calumniosas y maliciosas contra el apóstol. Es más, dice que Diótrefes se niega a recibir a los hermanos que llegaban, cuando los ministros que viajaban de un lugar a otro, hablando la verdad de Dios, llegaban a la congregación, y no quería tener nada que ver con ellos, echándoles y negándose a permitir que hablasen en la iglesia.
- Una tercera cosa es que echaba de la iglesia a aquellos que hubiesen recibido en sus casas a estos hombres.
- Se complace en lo que podríamos llamar actualmente ‘la separación secundaria’.
- No solo estaba en contra de los hombres que venían, sino en contra de aquellos que estaban dispuestos a recibirles, y esa ha sido una de las maldiciones de la iglesia desde entonces.
Por causa de esta tendencia a negar la amistad cristiana a alguien a que le cae bien una persona que no le cae bien a usted, se han producido en la iglesia extensas disensiones, perjudicando y haciendo un daño que ya no se puede deshacer en modo alguno.
- Pero de esas tres ofensas, ninguna de ellas era tan grave como aquella a la que Juan le concede el primer lugar.
- El problema más grave que tenía Diótefres era que él se ponía el primero.
- Le encantaba ser el primero, lo que delata a todas luces que estaba actuando conforme a la carne, el yo primero.
- Yo primero, y que los demás se apañen.
Al actuar de ese modo, estaba privando al Señor Jesús de Su derecho de ocupar el primer lugar, pues es Él quien tiene derecho a la preeminencia. Él debiera ocupar el primer lugar, pero, en este caso, el hombre se coloca el primero, y eso es algo realmente muy grave.
- Por desgracia, actualmente hay en las iglesias demasiados hombres como Diótrefes, y siempre se caracterizan por esta actitud, queriendo ser los primeros y deseando parte de la gloria.
- Privan a Dios de Su herencia, robando lo que solo le pertenece al Todopoderoso.
- Recuerdo haber leído hace algunos años que el Dr.H.E.
Robertson, un destacado dirigente entre los bautistas del sur y un gran erudito en el griego, escribió en cierta ocasión un artículo sobre Diótrefes en una revista de su denominación. Algún tiempo después, el editor informó que le habían escrito veinticinco diáconos para anular sus suscripciones, sintiéndose personalmente atacados.
Veamos ahora cuál es el consejo de Juan con respecto a esta situación, pero dese cuenta de que lo que no hace es aconsejar a Gayo que cree una división en la iglesia, sino que dice: Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios, pero el que hace lo malo no ha visto a Dios. (3 Juan 11) En otras palabras, no sigas a estos hombres que lo que quieren es la preeminencia.
Si te encuentran con alguien que está siempre con intrigas a fin de ocupar un puesto en las relaciones cristianas, deseando estar siempre a la vista de los demás, no le sigas porque está siguiendo su propio camino y no el de Dios. Finalmente, se menciona aquí a un tercer hombre, Demetrio, y todo lo que sabemos acerca de él es lo que nos dice Juan: Todos dan buen testimonio de Demetrio, y aun la verdad misma; y también nosotros damos testimonio, y vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero.
3 Juan 12) En este caso habla como un apóstol que posee el don del discernimiento, pues dice: ‘Quiero enfatizar lo que todo el mundo opina acerca de Demetrio. Es un hombre en el que se puede confiar, un hombre que anda conforme a la verdad y que ha dado testimonio en todo lo que es, dejando bien claro que se puede confiar en él’.
Es evidente que Demetrio fue el que llevó esta epístola a Gayo, y probablemente fuese uno de esos misioneros que viajaban de un lugar a otro. He reservado los versículos siete y ocho hasta ahora para comentar acerca de Demetrio, debido a que describen a la clase de hombre del cual él era una muestra: pues ellos salieron por amor del nombre de Él, sin aceptar nada de los gentiles.
Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad. (3 Juan 7-8) Estas palabras describen al primer grupo de misioneros viajeros, que al trasladarse de un lugar a otro disfrutaban de la hospitalidad de las diferentes iglesias. Realizaban la labor de evangelistas en esa región, llegando a lugares en los que la iglesia aún no había estado, recibiendo el sustento y siendo fortalecidos por las diversas iglesias.
El apóstol Juan dice tres cosas acerca de ellos. Lo primero que dice es que han partido, dejando cosas tras de sí. Habían sacrificado sus ingresos y su trabajo, marchándose con el propósito de obedecer a un llamamiento mucho más elevado. No todo el mundo se marchaba, y eso es tan cierto en el caso de la iglesia primitiva como lo sigue siendo en la actualidad, pero había otros a los que el Espíritu Santo decía: ‘Ven, te he llamado para que realices una labor especial’.
- El motivo también se explica aquí: ‘salieron por amor del nombre de Él’, el nombre de Jesús.
- Durante los tiempos del Antiguo Testamento, los judíos trataban el nombre de Dios de una manera muy especial.
- Al nombre de Dios, Jehová, que aparece por todo el Antiguo Testamento, se le llamaba el Inefable Tetragramatón.
La palabra ‘tetragramatón’ significa cuatro letras e ‘inefable’ quiere decir que no se puede pronunciar o transmitir. De manera que cuando se encontraban con estos cuatro caracteres hebreos, que representan el nombre de Dios, no se atrevían a pronunciarlos, debido a que era un nombre tan santo.
Incluso cuando el escriba lo escribía, cambiaba de pluma y escribía con otra; además llegaban incluso a cambiarse de ropa antes de escribir el nombre sagrado, por la reverencia con la que consideraban el nombre de Dios. En el conocido pasaje de Deuteronomio: ‘Oye, Israel: Jehová, nuestro Dios, Jehová uno es’ (Deuteronomio 6:4), el nombre aparece dos veces, lo cual requería el que se cambiasen dos veces de ropa y cuatro de pluma para poder escribir.
En el Nuevo Testamento, sin embargo, el nombre que se usa es Jesús. El apóstol Pablo dice: Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas y le dio un nombre que es sobre todo nombre; para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
- Filipenses 2:9-11) El amor por el nombre era el motivo fundamental de la obra misionera durante el primer siglo, y ese debiera ser el motivo que sirva de fundamento a los misioneros actuales.
- No es la necesidad de las gentes lo que nos llama a acudir a los diferentes lugares de la tierra para predicar el evangelio.
La necesidad es abundante por doquiera, porque toda persona que no tiene a Cristo está necesitada, y en ocasiones los casos más patéticos no son los de aquellas personas que tienen necesidades físicas, sino las que lo tienen todo, desde el punto de vista material, pero que se sienten desgraciados en el fondo de su espíritu.
- Recuerdo cuando John R.W.
- Stott, hablando en una conferencia, dijo que era principalmente el celo por el nombre de Dios, la convicción de que no se le debiera negar lo que le pertenece por derecho propio, lo que debiera ser el motivo primordial de los misioneros, el hecho de que el Señor Jesús haya muerto por los pecados de los hombres de todo lugar y que anhela que vengan de toda tribu, lengua y nación, para formar un pueblo en Su nombre.
Pero veamos la parte que debe representar el pueblo que se queda en su propia nación: Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad. (3 Juan 8) ¿No sería maravilloso que, al llegar a la gloria, Dios escribiese ‘SCV’ después de su nombre, además de cualquier otro título que pueda usted tener, es decir: ‘Socio Colaborador en la Verdad’.
- ¡Qué gran título! Al llegar a este punto, Juan finaliza esta epístola con unas palabras personales: Yo tenía muchas cosas que escribirte, pero no quiero escribírtelas con tinta y pluma, porque espero verte en breve y hablaremos cara a cara.
- La paz sea contigo.
- Los amigos te saludan.
- Saluda tú a los amigos, a cada uno en particular.
(3 Juan 13-15) ¡Qué epístola tan íntima! Da la impresión de proceder no solo de Juan, sino del mismo Señor. A mí me gusta leer esta epístola como si fuese un reflejo de lo que el Señor Jesús está diciendo a Su propia iglesia. Lo que realmente nos está diciendo es: ‘Hay mucho acerca de lo que escribiros’.
¿Cuál es el mensaje de 3 de Juan?
2. (2-4) Una bendición para el fiel Gayo. – Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad.
- No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.a.
- Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas : La palabra para prosperado significa literalmente ‘ tener un buen viaje ‘,
- Metafóricamente significa triunfar o prosperar.
- Es como decir: ‘ Espero que las cosas vayan bien ‘,i.
‘Ambos verbos ( prospe rado y ten gas buena salud ) pertenecían al lenguaje cotidiano de la escritura de cartas’ (Stott). Esta frase era tan común que a veces se condensaba solo en iniciales, y todos sabían lo que el escritor quería decir solo por las iniciales.
- Ii. La abreviación en l atín era SVBEEV que significaba Si vales, bene est; ego valeo – ‘Si tú estás bien, es bueno; yo estoy bien’,b.
- Yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud así como prospera tu alma : Juan usó esta frase común en su envío de los mejores deseos y bendiciones a Gayo,
Algunos han tomado esto erróneamente como una garantía de riqueza perpetua y salud perfecta para el cristiano.i. Por supuesto, siempre debemos recordar que Dios quiere lo mejor para nosotros y que solo planea cosas buenas para nosotros. A menudo, la prosperidad material y la salud física presentes son parte de ese bien que Él tiene para nosotros – y esta prosperidad y salud están absolutamente prometidas como el destino final de todos los creyentes.
ii. Sin embargo, por el momento, Dios puede – de acuerdo con Su sabio plan – usar la falta de prosperidad material y salud física para promover una mayor prosperidad y salud en la escala de la eternidad. iii. Sin embargo, algunos viven en la pobreza y la enfermedad simplemente porque no buscan lo mejor de Dios, no siguen los principios de Dios ni andan en la fe.
A sí mismo, hay otros que dicen que deberíamos usar las promesas generales de bendición de Dios como una forma de satisfacer un deseo carnal de comodidad, c onfort y lujo.c. Así como prospera tu alma : Juan aquí h acía una analogía entre la condición de nuestra salud y la condición de nuestra alma.
- Muchos cristianos estarían gravemente enfermos si su salud física estuviera instantáneamente en el mismo estado que su salud espiritual.d.
- No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad : La buena voluntad de Juan hacia Gayo prov enía de su entendimiento de que él andaba en la verdad.
Nada agrad aba más a J uan q ue saber que sus hijos andan en la verdad.i. Juan sabía que Gayo caminaba en la verdad porque vinieron los hermanos y dieron testimonio de la verdad que estaba en Gayo. Otros nota ban su andar en la verdad y p odían hablar de ello porque lo habían visto,e.
Que mis hijos andan en la verdad : Esto significa más que vivir con la doctrina correcta. ‘¿Qué es ‘ andar en la verdad ‘ ? No es andar en la verdad, o de lo contrario, algunos supondrían que significaba que Juan estaba muy feliz porque eran sanos en doctrina y les importaba poco cualquier otra cosa.
Su alegre evaluación inclu ía su ortodoxia en el credo, pero lleg aba mucho más allá’, (Spurgeon) i. Andar en la verdad significa andar de acuerdo con la verdad que crees. Si tú crees que has caído, entonces camina de acuerdo a ello. Si tú crees que eres un hijo de Dios, entonces camina como un hijo del cielo.