Juan, el discípulo a quien Jesús amaba Juan, el discípulo a quien Jesús amaba Los escritos del Nuevo Testamento asociados con Juan el Amado lo presentan como un maestro, así como un modelo para nuestro propio discipulado. Después de Pedro, Juan es quizás el más conocido de los Doce Apóstoles originales de Jesús. Él y su hermano Santiago estuvieron con Pedro en algunos de los momentos más importantes del ministerio mortal del Salvador, y ha sido asociado tradicionalmente con cinco libros diferentes del Nuevo Testamento.
- En se da a entender su cercanía personal al Señor: ‘Y uno de sus discípulos, a quien Jesús amaba, estaba reclinado en el pecho de Jesús’.
- A través de los siglos, el arte cristiano ha reflejado esta imagen, presentando a Juan como un hombre joven, a menudo reposando en los brazos del Salvador.
- Este es el origen de su singular título, Juan el Amado, pero su testimonio y misión revelan aspectos del discipulado que todos podemos compartir.
El nombre hebreo de Juan, Yohanan, significa ‘Dios ha mostrado Su gracia’. La mayoría de los detalles que conocemos acerca de él provienen de los primeros tres Evangelios, que cuentan la historia del ministerio mortal del Salvador desde prácticamente la misma perspectiva. Aunque los Evangelios ya no vuelven a mencionar a Zebedeo, sabemos que la madre de Santiago y Juan se convirtió en seguidora de Jesús; intercedió ante Jesús por sus hijos y estuvo presente en la Crucifixión. La madre de Santiago y Juan, conocida habitualmente por el nombre de Salomé, también pudo haber sido hermana de María, la madre de Jesús, lo cual significa que ellos podrían haber sido primos hermanos de Jesús y parientes de Juan el Bautista.
- En la resurrección de la hija de Jairo, constatando en persona el poder del Señor sobre la muerte.
- En el Monte de la Transfiguración, donde vieron a Jesús revelado en Su gloria y escucharon la voz del Padre testificar que Jesús era Su Hijo en quien estaba complacido.
- En el Monte de los Olivos para escuchar Su profecía final acerca de los últimos días.
- En el jardín de Getsemaní, donde el Salvador comenzó Su gran obra expiatoria estando ellos cerca.
Así como Jesucristo le dio a Simón el nombre adicional de Cefas o Pedro, que significa ‘roca’, también les dio a Santiago y Juan el título de Boanerges, o ‘hijos del trueno’. Teniendo en cuenta que le preguntaron a Jesús si debían mandar que descendiera fuego sobre una aldea de samaritanos que los habían rechazado (véase ), este apodo podría sugerir que eran irascibles o al menos que tenían un carácter muy fuerte.
Sin embargo, es igual de probable que el nombre adelantara cuán poderosos podrían llegar a ser como testigos, de la misma manera que el nombre de Pedro probablemente reflejara su naturaleza devota, aunque impulsiva en los comienzos, así como su firmeza y fortaleza después de la resurrección de Jesús.
En las apariciones de Juan en el libro de los Hechos, se le describe como un compañero fuerte y firme de Pedro. Juan estaba con Pedro cuando sanó al cojo en el templo, y juntos predicaron audazmente ante los líderes judíos de Jerusalén. Juntos, los dos apóstoles viajaron a Samaria para conferir el don del Espíritu Santo a los samaritanos a quienes Felipe había enseñado y bautizado.
Sin embargo, es en los escritos que se asocian con Juan donde más se manifiesta como un poderoso testigo de la divinidad de Su maestro y amigo, Jesucristo. Estos libros del Nuevo Testamento presentan a Juan como un maestro y un modelo para nosotros en nuestro propio discipulado. Curiosamente, Juan nunca es nombrado en el Evangelio que tradicionalmente se le ha atribuido.
El Evangelio de Juan menciona a los dos hijos de Zebedeo una sola vez, en el último capítulo, donde se hallaban entre los siete discípulos que se encontraron con el Señor resucitado junto al Mar de Galilea. Incluso allí, sin embargo, no son mencionados por su nombre.
- En cambio, la tradición, apoyada por referencias de las Escrituras de la Restauración, ha identificado a Juan como el anónimo ‘discípulo a quien Jesús amaba’ que estuvo presente en la Última Cena, la Crucifixión, la tumba vacía y la aparición final de Jesús en el Mar de Galilea.
- También puede haber sido el ‘otro discípulo’ que, junto con Andrés, había sido seguidor de Juan el Bautista, y le oyó testificar que Jesús era el Cordero de Dios (véase ), y es probable que fuera el discípulo que acompañó a Pedro después del arresto de Jesús y le ayudó a acceder al patio del sumo sacerdote (véase ).
En el Evangelio de Juan, el discípulo amado emerge como un amigo cercano y personal del Señor. Junto con Marta, Lázaro y María, Juan es descrito explícitamente en este Evangelio como alguien a quien Jesús amó (véase ). Su posición en la mesa durante la Última Cena reflejaba no solo honor sino también cercanía.
Más allá de su amistad con el Salvador, otros pasajes lo revelan como un testigo poderoso de los acontecimientos más importantes de la misión de Jesús: permaneció al pie de la cruz para presenciar la muerte del Señor como sacrificio por el pecado, corrió a la tumba después de la Resurrección para confirmar que estaba vacía, y vio al Salvador resucitado.
Dos veces menciona el Evangelio de Juan que está basado en el testimonio del discípulo amado y recalca que su testimonio es verdadero, lo cual coincide con el título que José Smith le dio a este Evangelio: ‘El Testimonio de Juan’. Aunque los eruditos todavía debaten sobre la identidad del discípulo amado, si era el apóstol Juan, entonces fue la fuente del material de este Evangelio, si no su autor original.
- ¿Por qué entonces permaneció sin nombre, sin ser identificado nunca directamente como el apóstol Juan? La respuesta podría ser en parte porque su intención era que sus propias experiencias fueran modelos para creyentes y discípulos de todas las épocas.
- Permaneciendo en el anonimato, podría permitirnos proyectarnos en sus experiencias, aprendiendo a amar y ser amados por el Señor y obteniendo nuestros propios testimonios, que después se nos llama a compartir con los demás.
Como el Evangelio de Juan, ninguna de las tres cartas atribuidas a Juan lo nombra directamente. Sin embargo, 1 Juan, que es más un tratado doctrinal que una carta real, está estrechamente asociado con el Evangelio en su estilo y temas, los cuales abarcan la importancia del amor y la obediencia, temas que el Salvador enseñó en el relato de Juan de la Última Cena.1 Juan, escrito después del Evangelio, comienza declarando el testimonio del autor sobre el Señor Jesucristo, ‘lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida’; cursiva agregada).
- Además de reafirmar las primeras líneas del Evangelio de Juan, el autor recalca su poderoso testimonio personal y físico de Jesucristo, quien fue la Palabra de Dios literalmente hecha carne.
- Los primeros cristianos, que eran la primera audiencia del libro, aparentemente habían sufrido divisiones internas con un grupo que abrazaba creencias incorrectas acerca de que Jesús había abandonado a la Iglesia.
En 1 Juan, el autor no es solo un testigo; es una autoridad llamada a corregir la falsa doctrina y a contrarrestar las amenazas a la fe de los anticristos y los falsos espíritus (véase ; ). Su misión también consistía en animar a aquellos que permanecían fieles compartiendo verdades significativas acerca de Dios y Cristo, y la importancia de perseverar en la fe y la justicia.
En 2 Juan y 3 Juan, él se identifica simplemente como ‘el anciano’ y continúa recalcando la importancia del amor y la obediencia y los peligros de los falsos maestros y de aquellos que rechazan la autoridad apropiada de la Iglesia. Estos tres libros nos enseñan la importancia de la devoción continua al Jesucristo revelado.
De los cinco libros que se le atribuyen, solo Apocalipsis utiliza realmente el nombre de Juan, identificando a su autor tres veces por ese nombre en sus versículos iniciales (véase ). Aparte de identificarse a sí mismo como el siervo de Dios, el autor no da ninguna otra indicación de su cargo o llamado, pero la mayoría de las autoridades cristianas primitivas creían que él era Juan, hijo de Zebedeo.
El Libro de Mormón y Doctrina y Convenios confirman que el apóstol Juan había recibido el cometido especial de recibir y escribir las visiones que tuvo. Apocalipsis, un libro complejo y altamente simbólico, tenía por objeto consolar y tranquilizar a los cristianos que sufren persecución o pruebas en todas las épocas, y al mismo tiempo revelaba el papel de Jesucristo a través de la historia.
Aunque se han propuesto dos fechas diferentes para cuando Juan escribió el Apocalipsis —una fecha temprana en los años 60 d.C., durante el reinado del emperador Nerón, y una fecha posterior en los años 90 d.C., durante el reinado del emperador Domiciano— ambas serían posteriores al martirio de Pedro, lo que significa que Juan sería el único de los apóstoles principales que seguía vivo.
- Su llamamiento, sin embargo, no consistía únicamente en recibir y registrar las visiones contenidas en el libro.
- En una de sus visiones, un ángel le dijo a Juan el Revelador que tomara un pequeño libro, o pergamino, y se lo comiera.
- Aunque al principio tenía un sabor dulce en su boca, le amargó el vientre, lo que José Smith interpretó como una representación de su misión de ayudar a recoger Israel como parte de la restauración de todas las cosas (véanse ; ).
Esta misión fue posible gracias al ministerio continuo de Juan después de ser trasladado. Si bien los comentaristas antiguos y modernos han estado divididos con respecto al significado de la declaración de Jesús a Pedro sobre el destino de Juan al final del Evangelio (véase ), José Smith recibió una revelación que confirmó que la misión de Juan continuará como un ser trasladado hasta el regreso del Salvador (véase ). Juan, testigo poderoso de los acontecimientos más importantes de la misión de Jesús, permaneció al pie de la cruz para presenciar la muerte del Señor, corrió a la tumba después de la Resurrección para confirmar que estaba vacía, y vio al Salvador resucitado.
Juan fue un miembro destacado de los Doce Apóstoles originales de Jesús, quien tuvo una estrecha relación personal con el Salvador y sirvió en importantes funciones como Su testigo, como líder de la Iglesia y como revelador. Sin embargo, la manera en que eligió presentarse a sí mismo como el discípulo amado en el Evangelio que lleva su nombre le permite servir como modelo para todos nosotros en nuestro propio discipulado.
De él aprendemos que como seguidores de Jesucristo, todos podemos descansar en los brazos de Su amor, el cual constatamos más plenamente a través de ordenanzas como la que Él estableció en la Última Cena. Nosotros también podemos permanecer simbólicamente al pie de la cruz, testificando que Jesús murió por nosotros, y correr con esperanza para aprender por nosotros mismos que el Señor vive.
- Es interesante destacar que solo el libro de Apocalipsis declara directamente que su autor fue Juan (véase Apocalipsis 1:1, 4). Ninguno de los Evangelios, incluido el de Juan, identifica a su autor. La tradición cristiana primitiva, sin embargo, identificó la figura del discípulo amado del Evangelio de Juan con el Apóstol de ese nombre. Para consultar un análisis de las pruebas, debates académicos y perspectivas de la Restauración con respecto a esta identificación, véase la nota 17. Del mismo modo, el libro de 1 Juan nunca identifica a su autor, pero su estilo y tema lo conecta estrechamente con el Evangelio de Juan. Los libros de 2 y 3 Juan se atribuyen solo al ‘anciano’, pero la tradición cristiana primitiva los relacionaba con el autor de Juan y 1 Juan.
- Véase ; véanse también ;, La mayoría de los eruditos concuerdan en que Marcos se escribió primero, a mediados de los años 60 d.C., mientras que Mateo y Lucas se escribieron en los años 70 d.C. o a principios de los 80 d.C. En consecuencia, al comenzar por leer las referencias de Marcos podemos ver cómo Mateo y Lucas añadieron o adaptaron el relato más antiguo.
- Mientras que registra que Santiago y Juan pidieron sentarse a los lados derecho e izquierdo de Jesús en Su reino, añade que esta petición en realidad vino de su madre. En cuanto a su presencia en la Crucifixión y más tarde en la tumba vacía, véase ; ; véanse también ; ; ; y,
- Para obtener más información sobre estas posibles relaciones de Salomé, así como más antecedentes sobre la familia y el negocio pesquero de Zebedeo, véase R. Alan Culpepper, John, the Son of Zebedee: The Life of a Legend, 2000, págs.7–23.
- Véase ; ; ; véanse también ; ; ; ; ;,
- Para consultar el Sermón del Monte, véase, Para obtener más información sobre el llamado de Juan y los otros apóstoles originales, véase ; véanse también ;,
- Véase ; véanse también ;, aunque Mateo no nombra a Pedro, Santiago y Juan.
- Véase ; véanse también ;,
- Véase,
- Véase ; véase también,
- Véase, Boanerges es aparentemente una transliteración griega del arameo bene regesh o r‘m, que significa ‘hijos de la conmoción o del trueno’.
- Véase Culpepper, John, the Son of Zebedee, págs.38–40, 50.
- Véase ; ;,
- Véanse ; ;,
- Véanse ; ; ; ; véase también Culpepper, John, the Son of Zebedee, págs.57–69.
- Véase ; ; véase también,
- Véase Joseph Smith’s New Translation of the Bible: Original Manuscripts, editado por Scott H. Faulring, Kent P. Jackson y Robert J. Matthews, 2004, pág.234.
- Para ver ejemplos de los debates académicos sobre la identidad del discípulo amado, véanse Culpepper, John, the Son of Zebedee, págs.72–85, y Raymond E. Brown, An Introduction to the Gospel of John, editado por Francis J. Moloney, 2003, págs.189–199. Para obtener más información sobre el apóstol Juan como fuente o autor del Evangelio de Juan, véanse Richard Neitzel Holzapfel, Eric D. Huntsman y Thomas A. Wayment, Jesus Christ and the World of the New Testament, 2006, págs.126–127, y mi propia exposición reciente en ‘The Gospel of John’, en New Testament History, Culture, and Society, 2018, ed. Lincoln Blumell.
- Véase Raymond E. Brown, The Epistles of John (The Anchor Bible, tomo XXX, 1982), págs.49–55, 71.
- Véanse Culpepper, John, the Son of Zebedee, págs.90–95, y Holzapfel, Huntsman y Wayment, Jesus Christ and the World of the New Testament, págs.274–277.
- Véanse Holzapfel, Huntsman y Wayment, Jesus Christ and the World of the New Testament, 281–282, y especialmente ; ; y ;,
: Juan, el discípulo a quien Jesús amaba
¿Qué hizo Juan en la Biblia?
A través de su sinceridad al hablar de Jesús y su sacrificio, Juan ayudo a innumerables personas a conocer a Jesús. También fue un escritor prolífico. A lo largo de su vida escribió el Evangelio de Juan, tres epístolas y el libro de Apocalipsis, todos ellos se encuentran en la Biblia.
¿Quién era Juan de la Biblia?
Juan el Apóstol | |
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San Juan el Evangelista (1600), por El Greco, Museo del Prado ( Madrid ). | |
Información personal | |
Nombre de nacimiento | Juan, hijo de Zebedeo. |
Nombre en Biblical Hebrew | יוֹחנן בן זבדי |
Nacimiento | Aproximadamente en 6 d.C., en Betsaida, Galilea, |
Fallecimiento | Aproximadamente en 101 d. C, hacia el tercer año de gobierno del emperador Trajano, en Éfeso, |
Sepultura | Turquía |
Religión | Cristianismo y judaísmo |
Familia | |
Padres | Zebedeo Salomé |
Educación | |
Alumno de |
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Información profesional | |
Ocupación | Pescador, teólogo, místico y autor |
Cargos ocupados | Apóstol (desde 30) |
Información religiosa | |
Canonización | Santo |
Festividad |
|
Atributos | Libro, águila (símbolo de la altura espiritual que residía en Juan, apóstol y evangelista), cáliz, En el simbolismo medieval, se consideró la esmeralda (piedra preciosa) como atributo de Juan el Apóstol. |
Venerado en | Iglesia católica, Iglesia ortodoxa, Comunión anglicana, Iglesia copta, Iglesia luterana e Iglesias evangélicas en general, Iglesia apostólica armenia, Tanto en la Iglesia de Occidente como en la de Oriente se celebra a «Juan, Apóstol y Evangelista». |
Santuario | Su culto se originó probablemente en Éfeso, donde Justiniano edificó una basílica en su memoria. Hoy, la basílica principal a la memoria conjunta de los santos Juan el Bautista y Juan el Evangelista, es la Archibasílica de San Juan de Letrán en Roma, dedicada a «Nuestro Salvador». Hay además numerosas basílicas e iglesias dedicadas a San Juan, particularmente en España e Italia. |
Lealtad | Judea |
Títulos y reconocimientos | |
Juan el Apóstol ( hebreo יוחנן Yohanan, «el Señor es misericordioso ») fue, según diversos textos neotestamentarios ( Evangelios sinópticos, Hechos de los Apóstoles, Epístola a los Gálatas ), uno de los discípulos más destacados de Jesús de Nazaret,
Nativo de Galilea, era hermano de Santiago el Mayor e hijo de Zebedeo, Su madre podría ser Salomé, Fue pescador de oficio en el mar de Galilea, como otros apóstoles, La mayoría de los autores lo considera el más joven del grupo de «los Doce». Probablemente vivía en Cafarnaún, compañero de Pedro, Junto a su hermano Santiago, Jesús los llamó בני רעם Bnéy-ré’em ( arameo ), Bnéy Rá’am (hebreo), que ha pasado por el griego al español como «Boanerges», y que significa «hijos del trueno», por su gran ímpetu.
Juan pertenecía al llamado «círculo de dilectos» de Jesús que estuvo con él en ocasiones especiales: en la resurrección de la hija de Jairo, en la transfiguración de Jesús, y en el huerto de Getsemaní, donde Jesús se retiró a orar en agonía ante la perspectiva de su pasión y muerte.
- También fue testigo privilegiado de las apariciones de Jesús resucitado y de la pesca milagrosa en el Mar de Tiberíades,
- Según el libro de los Hechos de los Apóstoles, Pentecostés encontró a Juan el Apóstol en espera orante, ya como uno de los máximos referentes junto a Pedro de la primera comunidad.
Juan acompañó a Pedro, tanto en la predicación inicial en el Templo de Jerusalén (donde, apresados, llegaron a comparecer ante el Gran Sanedrín por causa de Jesús), como en su viaje de predicación a Samaria, La mención del nombre «Juan», antecedido por el de «Santiago» y el de «Cefas» (Simón Pedro), como uno de los «pilares» de la Iglesia primitiva por parte de Pablo de Tarso en su epístola a los Gálatas es interpretada por la mayoría de los estudiosos como referencia de la presencia de Juan el Apóstol en el Concilio de Jerusalén,
Las polémicas que sobre él se abatieron y aún se abaten (en particular, si Juan el Apóstol y Juan el Evangelista fueron o no la misma persona, y si Juan el Apóstol fue autor o inspirador de otros libros del Nuevo Testamento, como el Apocalipsis y las Epístolas joánicas – Primera, Segunda y Tercera -) no impiden ver la tremenda personalidad y la altura espiritual que a Juan se adjudica, no solo en el cristianismo, sino en la cultura universal,
Muchos autores lo han identificado con el discípulo a quien Jesús amaba, que cuidó de María, madre de Jesús, a pedido del propio crucificado ( Stabat Mater ). Diversos textos patrísticos le adjudican su destierro en Patmos durante el gobierno de Domiciano, y una prolongada estancia en Éfeso, constituido en fundamento de la vigorosa «comunidad joánica», en cuyo marco habría muerto a edad avanzada.
- A través de la historia, su figura ha sido asociada con la cumbre de la mística experimental cristiana,
- Su presencia en artes tan diversas como la arquitectura, la escultura, la pintura, la música, la literatura, y la cinematografía es notable.
- La Iglesia católica, la ortodoxa, y la anglicana entre otras, lo celebran en distintas festividades (ver ficha).
El águila es el atributo más conocido de Juan, símbolo de la «devoradora pasión del espíritu» que caracterizó a ese hombre.
¿Qué quiere decir la palabra Juan?
Si estás buscando un nombre contundente, corto y directo para tu bebé que está a punto de nacer, estás en el lugar adecuado. A lo largo de los siguientes párrafos te vamos a contar todo lo que debes saber del significado del nombre Juan, de su origen, de su santoral, de sus variantes en otros idiomas. Hay muchos padres que tienen muy claro que quieren un nombre de origen inglés para sus hijos, otros padres enamorados de Alemania prefieren los apodos germanos. Conocer de dónde viene el nombre es muy importante para algunas parejas. Pues bien, debes saber que Juan es un nombre masculino de origen hebreo.
Si nos remontáramos muchos muchos años atrás no encontraríamos muchos Juanes en la calle, pero sí que escucharíamos bastantes Ioannes o Yehohanan, Y es que los expertos aseguran que el nombre Juan de hoy en día viene de estas raíces. Si conocer el origen de un nombre es importante, más lo es descubrir su significado, ¿verdad? Este puede ser determinante a la hora de descartar ciertos apelativos.
En el caso de Juan, hablamos de un nombre relacionado con la religión, ya que su significado es ‘compasión de Yahvé’ o ‘Yahvé es favorable’, Por otro lado, también podemos encontrar que significa ‘el misericordioso o compasivo’ o ‘el que es fiel a Dios’.
- Juan es un nombre muy antiguo que lleva usándose varios siglos.
- Su popularidad se debe a que es un nombre muy arraigado y frecuente en la religión católica.
- Por un lado tenemos a San Juan Bautista, quien predijo la llegada del Mesías.
- Pero tampoco nos podemos olvidar de San Juan Evangelista, que fue un discípulo de Jesús.
A partir de ahí, han sido muchos los padres los que lo han escogido para llamar a sus bebés, Hace unas décadas, su popularidad era absoluta ya que era uno de los nombres más frecuentes entre los recién nacidos. Si bien en la actualidad ha descendido ligeramente su uso, sigue siendo una de las opciones favoritas de los padres de distintos países del mundo.
- En ocasiones se utiliza en su forma simple, pero también es muy popular en combinación con otros nombres formando un bonito y contundente nombre compuesto.
- Entre todos los nombres, es posible que Juan sea uno de los que más días protagonice del santoral,
- Es asombroso comprobar cuántos días del año se celebra alguna onomástica relacionada con un santo con este nombre.
¡Más de 15 días al año! Imagina que todos esos días se juntaran en el mismo mes. ¡pasaríamos al menos medio mes celebrando este santoral! Entre todas estas fechas, nos gustaría destacar dos en concreto por su relevancia. Por un lado, el 24 de junio cuando se celebra el día de San Juan Bautista,
Esta jornada es festejada en algunos países porque, además de celebrarse la onomástica de San Juan, en estos días se produce la llegada del verano en el hemisferio norte. En España, por ejemplo, se encienden hogueras en las playas que, al saltarlas, traen buena suerte y conceden los deseos que pidas.
Por otro lado, hablamos sobre el 27 de diciembre, fecha en la que celebramos Santo Juan Evangelista, A este santo, que además de ser el autor del Evangelio de Juan escribió el Apocalipsis, se le atribuyen varios milagros como el de beber una copa de vino con veneno sin que le ocurriera nada.
El 31 de enero El 4 y 14 de febrero El 8 de marzo El 16 de mayo El 12 de junio El 12, 19, y 29 de agosto El 13 de septiembre El 9, 11 y 23 de octubre El 4, 14, 17 y 27 de diciembre
Si vas a poner este nombre a tu hijo, seguro que te resulta curioso saber qué figuras históricas célebres se llamaron igual.
Johann Strauss, músico austriaco (1825) Juan Gris, pintor español (1886) Joan Miró, pintor español (1893) John Kennedy, político estadounidense (1917) Juan Goytisolo, escritor español (1931) Juan Carlos I, rey de España (1938) Joan Manuel Serrat,cantautor español (1943) John Lennon, músico inglés (1944) Juan Luis Guerra, cantante dominicano (1957) Sean Penn, actor estadounidense (1960) Joan Laporta, presidente del F.C.Barcelona (1962) Juan Martín del Potro, tenista argentino (1988) Juan Betancourt, actor y modelo cubano (1990)
La numerología de los nombres establece que a cada uno nos pertenece un número del 1 al 9 según la cifra que suman las letras de nuestro nombre. En el caso de Juan, este número es. ¡el 1! Pero, ¿esto qué significa? La numerología determina que los bebés que se relacionan con el mismo número tienen algunos rasgos compartidos.
- De esta forma, el 1 corresponde con el liderazgo,
- Es por ello que estos bebés suelen tener una personalidad muy fuerte y hacen amigos fácilmente.
- Su curiosidad y forma de ser tan entusiasta hace que muchos otros niños se sientan atraídos por ellos.
- En el otro lado de la balanza, tenemos que hablar de niños un tanto cabezotas que a menudo se niegan a seguir las normas establecidas por los padres.
¡Paciencia con ellos! Seguro que conoces a alguien con un nombre compuesto con Juan, Junto a José, es uno de los nombres más frecuentes para formar un nombre compuesto. Si tú también quieres ponerle dos nombres a tu bebé, ten en cuenta las siguientes combinaciones que tan bien suenan.
Además, te desvelamos el significado del segundo nombre, el que acompaña a Juan. Juan Antonio Nombre de origen griego que nombra a una familia de la Antigua Roma. Juan José Tiene origen hebreo y significa ‘añadir’. Juan Luis Luis viene del alemán y significa ‘guerrero victorioso’. Juan Carlos Nombre que también es alemán y significa ‘hombre fuerte’.
Juan Pablo De origen latino significa ‘pequeño’. Juan Pedro Bonito nombre arameo que significa ‘piedra’. Juan Diego Viene del griego y significa ‘sabio’. Seguro que te provoca mucha curiosidad saber cómo se dirá el nombre Juan en otros idiomas, ¿verdad?
En catalán es Joan En euskera es Jon En alemán es Hans o Johannes En árabe es يحيى (Yaḥyā) En búlgaro es Yoan En checo es Jan En chino es 約翰 (Yuēhàn) En esperanto es Johano En francés es Jean En griego es Ioannis En inglés es John En italiano es Giovanni En japonés es フアン (Fuan) En portugués es Joao En ruso es Ivan
Aunque Juan es un nombre muy corto, de una sola sílaba, su popularidad ha hecho que surjan decenas de diminutivos y otras formas de llamar el nombre de Juan. Por ejemplo, como diminutivos de Juan tenemos que señalar algunos como Juanito, Juani, Juanín, Juancho. ¿Sabías que Juan tiene varios patronímicos? Estos son normalmente apellidos que surgen a raíz de un nombre (algo muy común en Rusia, por cierto). Hacen alusión al nombre del padre, es decir, sería algo así como ‘hijo de’. En el caso de Juan, habría que nombrar apellidos como Yáñez e Ibañéz.
Aunque parezca mentira, según la etimología estos dos han salido a partir de este nombre, igual que ocurre del inglés Johnson (que viene de John). Juan es un nombre versátil, ya que también tiene una versión femenina: Juana, Si bien en países como España cada vez es menos utilizado, en otros como México sigue a la orden del día.
De hecho, es uno de esos nombres para mujeres que suelen aparecer en las primeras 10 posiciones de los nombres más frecuentes. ¿Ya te has decidido? ¿Llamarás Juan a tu hijo?
¿Qué nos dice el Evangelio de Juan?
El evangelio de Juan ofrece la respuesta a la inquietud humana por conocer a Dios y propone a los lectores la contemplación de Jesucristo como único camino válido para llegar a este conocimiento. Nadie puede llegar al Padre si no es a través de Jesucristo (cf. Jn 14,6).
¿Cuál es el tema principal del libro de Juan?
Evangelio según san Juan | El Libro del Pueblo de Dios El cuarto Evangelio difiere considerablemente de los tres anteriores, tanto por su forma literaria cuanto por su contenido. La tradición cristiana lo atribuye al Apóstol JUAN, a quien identifica con «el discípulo al que Jesús amaba» (13.23; 19.26; 20.2; 21.7, 20), y hay varios indicios en el mismo Evangelio que corroboran esta atribución.
De todas maneras, la redacción final del Libro es el resultado de una larga elaboración en la que también intervinieron los discípulos del Apóstol. La obra fue concluida hacia el año 100, y tenía como destinatarios inmediatos a las comunidades cristianas de Asia Menor. El Evangelio de Juan gira en torno a un tema fundamental: Jesús es el Enviado de Dios, su Palabra por excelencia, que vino a este mundo para hacernos conocer al Padre.
Él no habla por sí mismo, sino que «da testimonio» de la Verdad que escuchó del Padre (3.11-13, 31-34), y toda su vida es una revelación de la «gloria» que recibió de su mismo Padre antes de la creación del mundo (17.1-5). Con más insistencia que los otros evangelistas, Juan acentúa la oposición entre Jesús –la «Luz», el «Camino», la «Verdad» y la «Vida»– y los que se niegan a creer en él, designados habitualmente con el nombre genérico de «los judíos».
- Jesús no vino a «juzgar» al mundo, sino a salvarlo.
- Pero, por el simple hecho de manifestarse a los hombres, él los pone ante una alternativa: la de permanecer en sus propias «tinieblas» o creer en la «luz».
- El que no cree en Jesús «ya» está condenado, mientras que el que cree en él «ya» ha pasado de la muerte a la Vida y tiene Vida eterna.
A diferencia de los Evangelios sinópticos, que mencionan una sola «subida» de Jesús a Jerusalén, este Evangelio habla de tres Pascuas celebradas en la Ciudad santa. Más aún, casi toda la actividad pública del Señor, se desarrolla dentro del marco litúrgico de alguna festividad judía.
En lugar de las parábolas del Reino utilizadas a manera de comparaciones, tan características de los otros Evangelios, Juan se vale de breves y expresivas alegorías, como por ejemplo, la de la vid y los sarmientos y la del buen Pastor. También emplea diversos «símbolos» para referirse a la persona de Jesús y a los bienes que él brinda a los hombres: en especial, el «agua» y el «pan» le sirven para hacer una verdadera «catequesis sacramental» sobre el Bautismo y la Eucaristía.
El autor de este Evangelio vuelve constantemente sobre los mismos temas, desarrollándolos y profundizándolos una y otra vez. En cada uno de esos temas está contenido todo el misterio de Cristo. Pero más que los «hechos» de su vida, lo que le interesa y quiere poner de relieve es el «significado» que ellos encierran y que sólo la fe puede descubrir.
- Desde esa perspectiva, Juan interpreta las obras y amplía los discursos de Jesús, como fruto de una larga y profunda contemplación.
- Su objetivo fundamental es conducirnos a la Vida eterna, que consiste en conocer al «único Dios verdadero» y a su «Enviado, Jesucristo» (17.3).
- Con razón se ha llamado al Evangelio de Juan el «Evangelio espiritual».
: Evangelio según san Juan | El Libro del Pueblo de Dios
¿Quién fue el mejor amigo de Jesús según la Biblia?
Juan, el discípulo a quien Jesús amaba Juan, el discípulo a quien Jesús amaba Los escritos del Nuevo Testamento asociados con Juan el Amado lo presentan como un maestro, así como un modelo para nuestro propio discipulado. Después de Pedro, Juan es quizás el más conocido de los Doce Apóstoles originales de Jesús. Él y su hermano Santiago estuvieron con Pedro en algunos de los momentos más importantes del ministerio mortal del Salvador, y ha sido asociado tradicionalmente con cinco libros diferentes del Nuevo Testamento.
En se da a entender su cercanía personal al Señor: ‘Y uno de sus discípulos, a quien Jesús amaba, estaba reclinado en el pecho de Jesús’. A través de los siglos, el arte cristiano ha reflejado esta imagen, presentando a Juan como un hombre joven, a menudo reposando en los brazos del Salvador. Este es el origen de su singular título, Juan el Amado, pero su testimonio y misión revelan aspectos del discipulado que todos podemos compartir.
El nombre hebreo de Juan, Yohanan, significa ‘Dios ha mostrado Su gracia’. La mayoría de los detalles que conocemos acerca de él provienen de los primeros tres Evangelios, que cuentan la historia del ministerio mortal del Salvador desde prácticamente la misma perspectiva. Aunque los Evangelios ya no vuelven a mencionar a Zebedeo, sabemos que la madre de Santiago y Juan se convirtió en seguidora de Jesús; intercedió ante Jesús por sus hijos y estuvo presente en la Crucifixión. La madre de Santiago y Juan, conocida habitualmente por el nombre de Salomé, también pudo haber sido hermana de María, la madre de Jesús, lo cual significa que ellos podrían haber sido primos hermanos de Jesús y parientes de Juan el Bautista.
- En la resurrección de la hija de Jairo, constatando en persona el poder del Señor sobre la muerte.
- En el Monte de la Transfiguración, donde vieron a Jesús revelado en Su gloria y escucharon la voz del Padre testificar que Jesús era Su Hijo en quien estaba complacido.
- En el Monte de los Olivos para escuchar Su profecía final acerca de los últimos días.
- En el jardín de Getsemaní, donde el Salvador comenzó Su gran obra expiatoria estando ellos cerca.
Así como Jesucristo le dio a Simón el nombre adicional de Cefas o Pedro, que significa ‘roca’, también les dio a Santiago y Juan el título de Boanerges, o ‘hijos del trueno’. Teniendo en cuenta que le preguntaron a Jesús si debían mandar que descendiera fuego sobre una aldea de samaritanos que los habían rechazado (véase ), este apodo podría sugerir que eran irascibles o al menos que tenían un carácter muy fuerte.
Sin embargo, es igual de probable que el nombre adelantara cuán poderosos podrían llegar a ser como testigos, de la misma manera que el nombre de Pedro probablemente reflejara su naturaleza devota, aunque impulsiva en los comienzos, así como su firmeza y fortaleza después de la resurrección de Jesús.
En las apariciones de Juan en el libro de los Hechos, se le describe como un compañero fuerte y firme de Pedro. Juan estaba con Pedro cuando sanó al cojo en el templo, y juntos predicaron audazmente ante los líderes judíos de Jerusalén. Juntos, los dos apóstoles viajaron a Samaria para conferir el don del Espíritu Santo a los samaritanos a quienes Felipe había enseñado y bautizado.
Sin embargo, es en los escritos que se asocian con Juan donde más se manifiesta como un poderoso testigo de la divinidad de Su maestro y amigo, Jesucristo. Estos libros del Nuevo Testamento presentan a Juan como un maestro y un modelo para nosotros en nuestro propio discipulado. Curiosamente, Juan nunca es nombrado en el Evangelio que tradicionalmente se le ha atribuido.
El Evangelio de Juan menciona a los dos hijos de Zebedeo una sola vez, en el último capítulo, donde se hallaban entre los siete discípulos que se encontraron con el Señor resucitado junto al Mar de Galilea. Incluso allí, sin embargo, no son mencionados por su nombre.
- En cambio, la tradición, apoyada por referencias de las Escrituras de la Restauración, ha identificado a Juan como el anónimo ‘discípulo a quien Jesús amaba’ que estuvo presente en la Última Cena, la Crucifixión, la tumba vacía y la aparición final de Jesús en el Mar de Galilea.
- También puede haber sido el ‘otro discípulo’ que, junto con Andrés, había sido seguidor de Juan el Bautista, y le oyó testificar que Jesús era el Cordero de Dios (véase ), y es probable que fuera el discípulo que acompañó a Pedro después del arresto de Jesús y le ayudó a acceder al patio del sumo sacerdote (véase ).
En el Evangelio de Juan, el discípulo amado emerge como un amigo cercano y personal del Señor. Junto con Marta, Lázaro y María, Juan es descrito explícitamente en este Evangelio como alguien a quien Jesús amó (véase ). Su posición en la mesa durante la Última Cena reflejaba no solo honor sino también cercanía.
Más allá de su amistad con el Salvador, otros pasajes lo revelan como un testigo poderoso de los acontecimientos más importantes de la misión de Jesús: permaneció al pie de la cruz para presenciar la muerte del Señor como sacrificio por el pecado, corrió a la tumba después de la Resurrección para confirmar que estaba vacía, y vio al Salvador resucitado.
Dos veces menciona el Evangelio de Juan que está basado en el testimonio del discípulo amado y recalca que su testimonio es verdadero, lo cual coincide con el título que José Smith le dio a este Evangelio: ‘El Testimonio de Juan’. Aunque los eruditos todavía debaten sobre la identidad del discípulo amado, si era el apóstol Juan, entonces fue la fuente del material de este Evangelio, si no su autor original.
- ¿Por qué entonces permaneció sin nombre, sin ser identificado nunca directamente como el apóstol Juan? La respuesta podría ser en parte porque su intención era que sus propias experiencias fueran modelos para creyentes y discípulos de todas las épocas.
- Permaneciendo en el anonimato, podría permitirnos proyectarnos en sus experiencias, aprendiendo a amar y ser amados por el Señor y obteniendo nuestros propios testimonios, que después se nos llama a compartir con los demás.
Como el Evangelio de Juan, ninguna de las tres cartas atribuidas a Juan lo nombra directamente. Sin embargo, 1 Juan, que es más un tratado doctrinal que una carta real, está estrechamente asociado con el Evangelio en su estilo y temas, los cuales abarcan la importancia del amor y la obediencia, temas que el Salvador enseñó en el relato de Juan de la Última Cena.1 Juan, escrito después del Evangelio, comienza declarando el testimonio del autor sobre el Señor Jesucristo, ‘lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida’; cursiva agregada).
- Además de reafirmar las primeras líneas del Evangelio de Juan, el autor recalca su poderoso testimonio personal y físico de Jesucristo, quien fue la Palabra de Dios literalmente hecha carne.
- Los primeros cristianos, que eran la primera audiencia del libro, aparentemente habían sufrido divisiones internas con un grupo que abrazaba creencias incorrectas acerca de que Jesús había abandonado a la Iglesia.
En 1 Juan, el autor no es solo un testigo; es una autoridad llamada a corregir la falsa doctrina y a contrarrestar las amenazas a la fe de los anticristos y los falsos espíritus (véase ; ). Su misión también consistía en animar a aquellos que permanecían fieles compartiendo verdades significativas acerca de Dios y Cristo, y la importancia de perseverar en la fe y la justicia.
- En 2 Juan y 3 Juan, él se identifica simplemente como ‘el anciano’ y continúa recalcando la importancia del amor y la obediencia y los peligros de los falsos maestros y de aquellos que rechazan la autoridad apropiada de la Iglesia.
- Estos tres libros nos enseñan la importancia de la devoción continua al Jesucristo revelado.
De los cinco libros que se le atribuyen, solo Apocalipsis utiliza realmente el nombre de Juan, identificando a su autor tres veces por ese nombre en sus versículos iniciales (véase ). Aparte de identificarse a sí mismo como el siervo de Dios, el autor no da ninguna otra indicación de su cargo o llamado, pero la mayoría de las autoridades cristianas primitivas creían que él era Juan, hijo de Zebedeo.
- El Libro de Mormón y Doctrina y Convenios confirman que el apóstol Juan había recibido el cometido especial de recibir y escribir las visiones que tuvo.
- Apocalipsis, un libro complejo y altamente simbólico, tenía por objeto consolar y tranquilizar a los cristianos que sufren persecución o pruebas en todas las épocas, y al mismo tiempo revelaba el papel de Jesucristo a través de la historia.
Aunque se han propuesto dos fechas diferentes para cuando Juan escribió el Apocalipsis —una fecha temprana en los años 60 d.C., durante el reinado del emperador Nerón, y una fecha posterior en los años 90 d.C., durante el reinado del emperador Domiciano— ambas serían posteriores al martirio de Pedro, lo que significa que Juan sería el único de los apóstoles principales que seguía vivo.
Su llamamiento, sin embargo, no consistía únicamente en recibir y registrar las visiones contenidas en el libro. En una de sus visiones, un ángel le dijo a Juan el Revelador que tomara un pequeño libro, o pergamino, y se lo comiera. Aunque al principio tenía un sabor dulce en su boca, le amargó el vientre, lo que José Smith interpretó como una representación de su misión de ayudar a recoger Israel como parte de la restauración de todas las cosas (véanse ; ).
Esta misión fue posible gracias al ministerio continuo de Juan después de ser trasladado. Si bien los comentaristas antiguos y modernos han estado divididos con respecto al significado de la declaración de Jesús a Pedro sobre el destino de Juan al final del Evangelio (véase ), José Smith recibió una revelación que confirmó que la misión de Juan continuará como un ser trasladado hasta el regreso del Salvador (véase ). Juan, testigo poderoso de los acontecimientos más importantes de la misión de Jesús, permaneció al pie de la cruz para presenciar la muerte del Señor, corrió a la tumba después de la Resurrección para confirmar que estaba vacía, y vio al Salvador resucitado.
Juan fue un miembro destacado de los Doce Apóstoles originales de Jesús, quien tuvo una estrecha relación personal con el Salvador y sirvió en importantes funciones como Su testigo, como líder de la Iglesia y como revelador. Sin embargo, la manera en que eligió presentarse a sí mismo como el discípulo amado en el Evangelio que lleva su nombre le permite servir como modelo para todos nosotros en nuestro propio discipulado.
De él aprendemos que como seguidores de Jesucristo, todos podemos descansar en los brazos de Su amor, el cual constatamos más plenamente a través de ordenanzas como la que Él estableció en la Última Cena. Nosotros también podemos permanecer simbólicamente al pie de la cruz, testificando que Jesús murió por nosotros, y correr con esperanza para aprender por nosotros mismos que el Señor vive.
- Es interesante destacar que solo el libro de Apocalipsis declara directamente que su autor fue Juan (véase Apocalipsis 1:1, 4). Ninguno de los Evangelios, incluido el de Juan, identifica a su autor. La tradición cristiana primitiva, sin embargo, identificó la figura del discípulo amado del Evangelio de Juan con el Apóstol de ese nombre. Para consultar un análisis de las pruebas, debates académicos y perspectivas de la Restauración con respecto a esta identificación, véase la nota 17. Del mismo modo, el libro de 1 Juan nunca identifica a su autor, pero su estilo y tema lo conecta estrechamente con el Evangelio de Juan. Los libros de 2 y 3 Juan se atribuyen solo al ‘anciano’, pero la tradición cristiana primitiva los relacionaba con el autor de Juan y 1 Juan.
- Véase ; véanse también ;, La mayoría de los eruditos concuerdan en que Marcos se escribió primero, a mediados de los años 60 d.C., mientras que Mateo y Lucas se escribieron en los años 70 d.C. o a principios de los 80 d.C. En consecuencia, al comenzar por leer las referencias de Marcos podemos ver cómo Mateo y Lucas añadieron o adaptaron el relato más antiguo.
- Mientras que registra que Santiago y Juan pidieron sentarse a los lados derecho e izquierdo de Jesús en Su reino, añade que esta petición en realidad vino de su madre. En cuanto a su presencia en la Crucifixión y más tarde en la tumba vacía, véase ; ; véanse también ; ; ; y,
- Para obtener más información sobre estas posibles relaciones de Salomé, así como más antecedentes sobre la familia y el negocio pesquero de Zebedeo, véase R. Alan Culpepper, John, the Son of Zebedee: The Life of a Legend, 2000, págs.7–23.
- Véase ; ; ; véanse también ; ; ; ; ;,
- Para consultar el Sermón del Monte, véase, Para obtener más información sobre el llamado de Juan y los otros apóstoles originales, véase ; véanse también ;,
- Véase ; véanse también ;, aunque Mateo no nombra a Pedro, Santiago y Juan.
- Véase ; véanse también ;,
- Véase,
- Véase ; véase también,
- Véase, Boanerges es aparentemente una transliteración griega del arameo bene regesh o r‘m, que significa ‘hijos de la conmoción o del trueno’.
- Véase Culpepper, John, the Son of Zebedee, págs.38–40, 50.
- Véase ; ;,
- Véanse ; ;,
- Véanse ; ; ; ; véase también Culpepper, John, the Son of Zebedee, págs.57–69.
- Véase ; ; véase también,
- Véase Joseph Smith’s New Translation of the Bible: Original Manuscripts, editado por Scott H. Faulring, Kent P. Jackson y Robert J. Matthews, 2004, pág.234.
- Para ver ejemplos de los debates académicos sobre la identidad del discípulo amado, véanse Culpepper, John, the Son of Zebedee, págs.72–85, y Raymond E. Brown, An Introduction to the Gospel of John, editado por Francis J. Moloney, 2003, págs.189–199. Para obtener más información sobre el apóstol Juan como fuente o autor del Evangelio de Juan, véanse Richard Neitzel Holzapfel, Eric D. Huntsman y Thomas A. Wayment, Jesus Christ and the World of the New Testament, 2006, págs.126–127, y mi propia exposición reciente en ‘The Gospel of John’, en New Testament History, Culture, and Society, 2018, ed. Lincoln Blumell.
- Véase Raymond E. Brown, The Epistles of John (The Anchor Bible, tomo XXX, 1982), págs.49–55, 71.
- Véanse Culpepper, John, the Son of Zebedee, págs.90–95, y Holzapfel, Huntsman y Wayment, Jesus Christ and the World of the New Testament, págs.274–277.
- Véanse Holzapfel, Huntsman y Wayment, Jesus Christ and the World of the New Testament, 281–282, y especialmente ; ; y ;,
: Juan, el discípulo a quien Jesús amaba
¿Qué dice Juan 21 20?
20 Volviéndose Pedro, vio a aquel a discípulo a quien amaba Jesús, que los seguía, el que también en la cena se había recostado en su pecho y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de b entregar?
¿Quién fue dirigido el Evangelio de Juan?
Composición – Se percibe que algunos pasajes del Evangelio de Juan parecen desordenados o, al menos, no muy elaborados en su edición definitiva. Hay textos que no corresponden con el contexto, se producen cortes llamativos y hay falta de unidad en varios relatos y discursos. Esto se puede ilustrar con varios ejemplos.
- El capítulo 20 finaliza con el que sería el epílogo real del Evangelio que concluiría toda la obra. Sin embargo, el capítulo 21 continúa con las narraciones de Jesús resucitado, como si el epílogo no hubiera estado. Y al final del capítulo 21, se da una nueva conclusión del evangelio.
- En Juan 7, 23, en medio de una discusión con los judíos sucedida en el marco de la fiesta judía de las Tiendas, Jesús dice que desean matarlo por haber realizado una curación en sábado, aludiendo al incidente de la curación del enfermo en la piscina de Bethesda, que finaliza en Juan 5, 18 y que habría sucedido varios meses, o tal vez más de un año antes en el marco de otra fiesta.
- La escena de la curación del ciego de nacimiento, finaliza con el comienzo del discurso del buen pastor. Pero el discurso se interrumpe con un comentario, que sería la continuación del episodio del ciego de nacimiento. Así, el discurso del buen pastor parece una interpolación.
- A partir del capítulo 13, el Evangelio desarrolla el proceso de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Al finalizar la última cena, Jesús da una orden: «Levántense, vámonos de aquí». Pero en el versículo siguiente, continúa como si no hubiera existido esa interrupción: «Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador». Las palabras con las que se retoma la narración aparecen recién en Juan 18, 1: «Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió con sus discípulos al otro lado del torrente de Cedrón.» Resulta evidente que los capítulos 15, 16 y 17 fueron interpolados e interrumpen la unidad del relato.
También es curiosa la falta de unidad del relato, que se descubre en varios pasajes:
- Jesús bautizaba, pero en realidad Él no bautizaba, sino sus discípulos.
- «Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no vale»; pero «aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero».
- Simón Pedro le dijo: «Señor, ¿a dónde vas?». Pero, «ninguno de ustedes me pregunta ¿a dónde vas?».
- «Les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre». Pero, «Todavía tengo muchas cosas que decirles».
Se han presentado varios intentos de explicación. La teoría actualmente más difundida es la de las ediciones múltiples, es decir, que el Evangelio de Juan es el resultado de un texto que creció con el transcurso del tiempo, con añadidos y notas provenientes del mismo autor o de otros miembros de la comunidad ( Raymond E.
- Brown propuso la existencia de una comunidad joánica que habría participado en la edición y quizá en la redacción final del evangelio).
- Los puntos notables de este evangelio son (1) la relación entre el Hijo y el Padre, (2) entre el redentor y los creyentes, (3) el anuncio del Espíritu Santo como Consolador, y (4) el énfasis sobre el amor como un elemento de carácter cristiano.
El evangelio fue escrito para personas conocedoras de la cultura judía y al mismo tiempo en contacto con el pensamiento griego; además se les pone en guardia frente al gnosticismo,